La niña y yo jugamos en medio de un prado, corremos tomadas de las manos y disfrutamos entre las flores y las mariposas que revolotean en esta belleza de jardín. A lo lejos observamos el castillo. Como siempre, la historia la veo como si fuera una película, desde afuera.
—Ya falta poco para que te vayas —me dice.
—Lo sé... —respondo—, tengo un poco de miedo.
—Lo sé... yo te extrañaré mucho —comenta—. No entiendo por qué no nos dejan encontrarnos allá.
—Sí... pero bueno, son las reglas —digo y ella asiente.
—Cuídate, ¿sí? —me dice con ternura—, no quiero que los espíritus malos te lleven... un día tenemos que volver aquí y reencontrarnos.
—Tú también cuídate —le digo y ella asiente.
Seguimos jugando por un rato y de pronto la imagen se esfuma. Me quedo allí preguntándome quién es la niña y por qué la he vuelto a soñar.
De pronto, aparezco en una casa que no conozco, hay una joven acostada en una cama. No le veo el rostro, pues está acurrucada hacia la pared. Llora, llora mucho. La puedo sentir, su sufrimiento es extremo, algo se ha roto en su interior y ella cree que nada puede salvarla ya. Puedo ver formas oscuras a su alrededor, salen del suelo, son como sombras que la envuelven y le gritan al oído un montón de cosas horribles, le dicen que fue su culpa, que ella se lo merecía y un montón de groserías. La muchacha tiene imágenes mentales que yo puedo ver, como si sus pensamientos fueran transparentes. Sé lo que vivió, sé lo que le pasó, sé lo que sufre y en su mente el suicidio comienza a aparecer como una opción. Estoy muy afectada, no puedo absorber su tristeza, pero al mismo tiempo es como si pudiera leerla y su presencia menguara mis energías.
Regreso a mi habitación y abro los ojos. Me preocupa la muchacha que se me apareció en los pensamientos y no logro comprender absolutamente nada.
Salgo en busca de Carmen, que está sentada en el pórtico de la casona leyendo un libro.
—Carmen —saludo—, tengo muchas preguntas...
—Dime, veré cuáles puedo responderte —dice con una sonrisa dulce.
—¿Quién es la niña que se me aparece en sueños?
—Esa justamente no puedo decirte aún...
—Hmmm okey... Ayer... vi a Ferrán y a Paloma, la están pasando muy mal. Uriel apareció y me dijo que yo no debería estar allí, que todavía no era momento de que los viera y que no había nada que yo pudiese hacer...
—Cierto... debes respetar los tiempos, no puedes interferir en las decisiones de las personas —dice ella con la voz calma.
—Pero... ¿y si las sombras quieren llevarse a Ferrán? —inquiero al recordar la escena de la muchacha—. Las he visto, salen del suelo y te gritan cosas... te muestran una realidad desfigurada... confunden...
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Amor Perfecto (Secuela de Cuéntame un secreto)
Spiritual¿Qué hay más allá de la muerte? Luego de una dura batalla contra la enfermedad, Abril se encuentra ante su propio cuerpo recién fallecido. No hay túneles, ni luz, no hay nada todavía, solo el dolor de los que le sobreviven y un montón de preguntas s...