Capítulo 15

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Vuelvo a aparecer en la tierra ante la sensación de una llamada

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Vuelvo a aparecer en la tierra ante la sensación de una llamada. No es una voz física, es una sensación de amor. Ferrán me está llamando con sus recuerdos y siento que por fin ya no son dolorosos. Los veo caminar por la ruta de las camelias y sé que ha llegado la hora. Ferrán la ha traído a su tierra y le ha mostrado nuestro sitio.

El amor que los envuelve es enorme y yo me siento parte de este, él le cuenta sobre mí y con cada palabra que dice soy capaz de recibir el amor que me tiene. Camelia también siente mucho amor, por Ferrán, por Paloma, y también por mí. Puedo percibir su admiración hacia mi historia, su felicidad por estar aquí.

Me encanta verlos, por lo que los envuelvo en una energía que sé que percibirán. Eso es lo que le había prometido a Ferrán alguna vez y me agrada saber que lo puedo cumplir.

Los acompaño por un rato, camino con ellos y me nutro de su amor, sé que algo está a punto de suceder, las heridas de Mel van a sanar y ella va a poder liberarse de la carga que arrastra desde hace años. En este instante comprendo que nuestro pacto de almas se ha cumplido, ella me ha dado su amor y yo le he dado el mío, ambas nos hemos librado de las sombras, lo hemos conseguido.

Tengo la enorme certeza de que ella regresará al cielo, pero no todavía. Tiene un largo camino por recorrer y muchas cosas que vivir, todavía tiene mucho tiempo para descubrir la felicidad, cumplir su propósito en la vida y aumentar así su nivel de consciencia. Yo la esperaré aquí, pero a su vez, estaré en ella siempre que me necesite.

Observo el beso lleno de amor que se dan antes de salir de aquí, Uriel se aparece a mi lado y me toma de la mano.

—Es hermoso —murmuro y él asiente.

Los dejo ir como ellos me han dejado ir a mí. Ferrán hoy ha sido consciente al fin de que me ha liberado, aunque yo a él ya lo había soltado hace mucho.

Liberar no es olvidar, no es dejar de amar, no es abandonar. Liberar es dejar al otro seguir su camino y seguir amándolo con la misma intensidad.

Cierro los ojos y cuando los abro, estoy sentada en una altura al lado de Uriel, contemplamos la ciudad de la Luz bajo nuestros pies, acabo de salir de clases y me siento muy feliz.

—He sentido un par de llamados —le digo—. Las veces anteriores que pude ver la tierra o fui a ella, lo hacía en medio del descanso de consciencia, nunca intencionalmente. Pero el otro día escuché muy claro a Paloma llamarme... y pude ir... y hoy lo hizo Ferrán...

—Eso significa que ya estás más aquí que allá —explica—. Al inicio te dije que no podrías regresar mientras ellos no dejaran de sufrir tu pérdida, pues volver allí solo te dificultaría avanzar hacia la luz.

—Lo recuerdo...

—Pues ellos parecen al fin permitirse avanzar —me dice—, no es que te hayan olvidado ni dejado de amar, solo es que han aceptado que ya no estás y que necesitan seguir.

Amor Perfecto (Secuela de Cuéntame un secreto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora