-capitulo 6-

1.9K 87 14
                                    

Micaela

-Te llevo a tu casa?

-No, Camilo llevo a una piba y me pidió si lo podía dejar solo

-Si querés vení conmigo

Asentí y me apoyé contra la ventana. Estaba lloviendo, miraba las gotitas caer y golpear el vidrio, pensando en lo debil que me sentí. Cómo había dejado que me manipule de esa manera? Que estúpida. Me largué a llorar en silencio para que Mateo no me escuche, pero la congestión y mí respiración me delató.

-Eu no seas tonta, no llores ya pasó -poniendo su mano en mi pierna-

-No boludo, soy una tarada, sabía las intenciones que Nacho tenía y yo como una imbécil fui a la casa -con lágrimas en mis mejillas-

-No, no digas eso, no es tu culpa, Nacho es un pelotudo, como te va a hacer eso, que es enfermo? Aparte no tiene derecho de hacer nada si vos le dijiste que no, el imbécil acá fue él okey?

No contesté y volví a apoyar la cabeza en la ventana.

Okey? -repitió Mateo, agarrándome de la cara para que lo mire después de estacionar-

-Si -dije llorando-

-Basta deja de llorar

-NO PUEDO MATEO, VOS TE PENSAS QUE LO HAGO A PROPÓSITO?

-Bueno bueno pero tranquilízate, vení bajemos

Entre y me dejó ir a bañarme.

-Dormí en la pieza de Emilio si querés

-Está bien, gracias -lo abrace de nuevo sin darme cuenta que estaba envuelta en la toalla- enserio, gracias

-Ya está no agradezcas, sabes que me tenes para lo que quieras, descansa

Le pedí una remera y me acosté, estuve media hora intentando dormir, me daba vuelta para un lado y para el otro sin lograr quedar cómoda.

Me había quedado dormida pero una pesadilla de lo que paso con Nacho me despertó llorando y con la respiración agitada, dios que momento horrible.

Fui a la pieza de Mateo y abrí despacito la puerta, él también estaba despierto.

-No puedo dormir -asomándome-

-Yo tampoco, pasa

Me acerque a él estirando los brazos, abrió la frazada dándome permiso para abrazarlo.

-Perdón que te moleste -abrazada a él-

-No me molesta -acariciando mi hombro-

Puse mí cabeza sobre su pecho y me dormí. A su lado me sentía protegida, segura.

(...)

Mateo

Pobre Mica, le llegaba a pasar algo y me iba a sentí re culpable.

Me desperté, pero no quería moverme así no se despertaba.

Que hermosa es.

ATREVIDA - truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora