Mi primer amor |#1|✔️

Capitulo 5

¿Ustedes también sienten tristeza cuando van a poner la alarma para poder despertarse al día siguiente y lo que les sale es "la alarma sonará dentro de tres horas"? ¿O yo soy la única loca que le pasa esto? Bien, eso fue lo que me pasó hace algunas horas, pero como la felicidad del adolescente nunca está completa aquí estoy levantándome para ir al infierno, digo, a la escuela. A pesar de haber tenido una noche de mierda sin poder dormir bien.

Tomo una ducha rápida de agua caliente, cepillo mis dientes y con el dolor de mi alma me deshago de mis rizos sustituyéndolos por dos trenzas.

Salgo del baño y me cambio. Aplico un poco de perfume y brillo labial. Por último, agarro mi teléfono y guardo los útiles escolares que a ningún estudiante debería faltarle: audífonos y cargador.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras digiriéndome a la cocina, como de costumbre mamá se encuentra ahí junto a mi hermano. Que madrugadores.

—Buenos días, señora Nanci; buenos días, Hai Hai —saludo sentándome junto a mi hermano y sirviéndome desayuno. Mi hermano ríe y besa mi mejilla.

—Buenos días, miniatura.

—¿Que te he dicho sobre llamarme así? —pregunta mami.

—No te enojes, Nanci, es de cariño —ella rueda los ojos, es un gesto muy infantil teniendo en cuenta que hablamos de mi mamá.

—Estos niños porque están creciendo ya no respetan a uno —dice, negando con la cabeza, mi hermano y yo nos encogemos de hombro y seguimos comiendo.

—Tienes cara de que no dormiste en todo la noche. ¿Quieres hablar del tema cariño? —Pregunta mamá y yo niego, ella me sonríe— .¿Cómo les está yendo en la escuela? —Nos pregunta.

Mi hermano y yo comenzamos a darle un breve resumen sobre todo mientras ella escucha con atención.

—¿Y ya sabes lo que vas a estudiar, Hairon?

—Aún no lo sé, mamá —nunca sabe.

—¿Qué tal el equipo? —Vuelve y pregunta.

—Sabes que el deporte no es lo mío —todos sabemos eso.

—Espero que para finales de este año escolar tengas en claro lo que quieres —Hairon asiente en señal de que entendió.

Mamá termina de comer y se despide, luego Hairon y yo también salimos de casa porque tenemos que ir al instituto.

Y como siempre, mi hermano desapareció desde que entramos por esa puerta.

Yo voy directo a los vestidores de chicas. Tener educación física a primera hora es horrible, gracias a Dios también la comparto con Lisa.

Cuando estoy dentro de los vestidores sólo hay unas cuantas chicas que hablan entre ellas. Veo a Lisa sentada en uno de los bancos con su uniforme puesto y celular en la mano, camino en silencio hasta ella y cuando estoy cerca...

—¡¡¡BUUUU!!!

—¡AAAAAH! —Grita parándose del banco y alarmando a las demás chicas. Yo rio por su cara de espanto —. ¿Qué te pasa idiota? —Me pregunta.

—Debiste ver tu cara —hablo aún riendo.

—A mí no me da risa.

—Pues a mí si.

—Estúpida.

—Me amas.

—No, no lo hago —dice volviéndose a sentar en el banco bajo mi atenta mirada.

—Supongo que como no lo haces no tendré que comprarte el almuerzo —seremos malas ambas entonces.

—Ey, tampoco te lo tomes tan enserio, si te amo, hermanita —manipuladora de mierda.