Mi primer amor |#1|✔️

Capitulo 23

—Te ves más bonita que de costumbre, ¿acaso te vistes para impresionar a alguien? —Comenta Axel mientras entramos a una tienda de peluches.

—Gracias y no, no me visto para impresionar a a nadie porque el simple hecho de mi presencia impresiona.

—Uju egocéntrica —dice con tos fingida.

Él toma mi mano mientras caminamos por los pasillos mirando los distintos animales de peluches.

Desde que le comenté que mamá me había obligado a tirar todos mis peluches porque según ella estaban viejos, él no dejo de insistirme en que compraríamos unos nuevos.

Me detengo en los pasillos mirando un dinosaurio que fácilmente podría ser de mi tamaño y oh Dios mío, este me encanta.

—¿Te gusta? —Pregunta a mi lado.

—Si, es muy lindo.

—Ven —me toma del brazo y me lleva a otro pasillo.

En esta sección sólo hay dinosaurios y perros de todos los  tamaños, colores y formas. Pero ninguno tiene el tamaño del dinosaurio que vi anteriormente.

Me dice que elija los que quiera y eso hago, agarro cinco dinosaurios de distintos tamaños y colores, y dos perros ambos negros.

—¿Podemos ir a la sección de Los Gatos? —Él asiente tomando los peluches de mis manos y empezando a caminar. Cuando llegamos miro todos los peluches de gatos que hay.

Los voy mirando hasta que mi vista se posa en uno un poco más grande que los demás, de pelaje negro y ojos de distintos colores, este es él que quiero.

Axel a mi lado parece distraído con otros y no se fija en mi elección.

Caminamos hacia la caja y él paga los 8 peluches que hemos comprado. Eso fue elección suya no mía. Aunque para nosotros gastar dinero es un lujo que podemos darnos tampoco hay que abusar y tenemos que saber ahorrar.

Nos detuvimos en unos de los cafés que hay en el centro. Duramos algunos minutos tomando café mientras conversábamos. Sólo llevamos un par de días de novios y todo va genial, hemos salidos muchas veces, pero esta es la segunda vez que salimos como pareja. Aún me divierte pensar en la reacción de lo chicos cuando le dijimos. Ali y Lisa fueron todo grito y escándalo mientras repetían una y mil veces: "¡¡lo sabíamos, lo sabíamos!!".

Dante y Manuel apostaron durante el tiempo que Axel tardaría en pedirme que sea su novia y Dante ganó. Mientras mi hermano sólo nos sonrió y amenazo a Axel de una manera discreta y amable. "Si llora por tu culpa te pateare el trasero" fueron sus palabras.

Luego de que tomáramos nuestro café yo insistí tanto en pagar que terminé haciéndolo. Él hecho de que sea mujer y él me haya invitado no quiere decir que él vaya a pagarlo todo.

Cuando estuvimos frente a mi casa él me ayudó con las bolsas y la dejamos frente a la puerta para poder despedirnos.

—Espero que no te arrepientas de las elecciones que hiciste —comenta con respecto a los peluches.

—Nunca me arrepiento de las cosas que hago —eso sonó con un poco de doble sentido, lo sé.

Él se acerca a mi sin responder y me abraza. Mi oreja queda justo en donde está su corazón y puedo sentir lo acelerado que está. Me alegra saber que no soy la única que tiene esa reacción en presencia del otro. Me encanta abrazarlo porque se siente jodidamente bien abrazar una persona más alta que tú, además, huele delicioso y eso me encanta.

—Me encanta como hueles —le hago saber.

Él se aparta despacio y sin poner distancia. Me mira a los ojos por segundos que parecen eternos y luego baja su vista a mis labios. Sé lo que está pensando y yo estoy encantadisima con la idea.