Opal, Belleza Brillante 0,5

3

Un año después.

Opal despertó cuando el despertador sonó. Maldijo en voz baja para apagarlo y seguir durmiendo, pero el sonido del otro despertador la volvió a despertar y gruñó frustrada.
Miró al felino a su lado roncando quien no se movía ni por el despertador.
Opal se incorporó y alcanzó el celular de Flirt para apagarlo. Ahora se enfrentaba a una difícil tarea: despertar a Flirt.

- Flirt.- Dijo moviéndolo pero el felino la ignoró.

-Dejame dormir Opal.- Dijo medio dormido.

Opal suspiró y le quitó las sábanas dejando al descubierto el casi desnudo cuerpo de Flirt, al que muchas veces acariciaba mientras él dormía, y se acercó a sus nalgas. Frotó sus manos ente si y luego alzó la mano derecha para luego descender con fuerza sobre la nalgas de Flirt, donde se escuchó un sonoro "Paff".

-¡OPAL!-Gruño el macho despertándose bruscamente y la agarró de la cintura para tirarla a la cama mientras él se ponía sobre ella.

-¡¿Que?! Era eso o llegabas tarde a tu turno.- Dijo excusándose

- ¡Pero dolió!- Se quejó y luego la miró pícaramente.- Ahora tendrás que frotar mi nalga para aliviar el picor.

-¡Ni loca!

- Si me despertarás con cariño no tendrías que hacerlo.

-¿ Cómo con cariño?- Dijo Opal confundida.

- Podrías darme besitos o frotar mi espalda.- Dijo Flirt coqueto y Opal suspiró aburrida. A pesar de ser mejores amigos a veces Flirt le daba por coquetear.

- Ya tienes muchas mujeres que ya hacen eso por ti, yo soy la que te ubica en la palmera.

- Oh mi pequeña Opal ¿Estas celosa?- Dijo Flirt bromeando

Si, muy celosa, pero tú nunca lo sabrás.

- Ya quisieras, gatito.- Dijo desinteresadamente.

- ¡ Auch pequeña!- Dijo riendo Flirt.

- Ya, ya déjate de bromas. Tenemos trabajo y vamos llegar tarde.- Dijo nerviosa.

- Mmm pero aún no me vengue de ti.-Dijo Flirt con malisia.

-¿ Que?

Entonces sintió los cayosos dedos de Flirt recorrer sus costillas haciéndola reír.

Flirt amaba hacerle cosquillas a Opal porque era la única forma en la que ella se reía de verdad. Sacarle una sonrisa o hacerla reír era todo un reto pero el tiempo que Flirt llevaba conociéndola había encontrado muchas formas de hacerlo. Para Flirt Opal era todo un enigma, ella era difícil de tratar que aún no podía creer que se hayan convertido en mejores amigos y que ella le tuviera una confianza a tal grado que duerme con él, incluso hay ropas de él en la casa de Opal y ropa de ella en el departamento de Flirt. Si bien ella va a dormir a veces en su departamento no es muy común puesto que muchos machos aún no entienden la relación inocente que hay entre ambos y podrían pensar mal de Opal. Su amiga era la hembra más inocente que había conocido en el mundo: ella era timida y se avergonzaba muy fácilmente. No hablaba tanto con las demás personas solo con Breeze, Trisha, Jinx y Query hablaba más de una oración pero todos sabían que era con él, Flirt, con quién nunca se callaba y a quien le tenía ciega confianza. Ella era su confidente y él el de ella. Opal era como algo puro para él, ella nunca pensaba mal de nadie, era muy inocente y más de una vez la descubrió llorando cuando escuchaba una historia de alguna Especie o Multihibrido en Marcile. Ella era única y por eso nunca se atrevió a verla con otros ojos que no sean de amistad ciega.

Sin embargo son momentos, como los de ahora, cuando él no podía evitar verla como una mujer. Ver sus labios carnosos y su piel suave a veces lo excitaba, sin mencionar su aroma. Opal nunca se consideraba hermosa, todo lo contrario, Flirt aprendió que Opal tenía un bajo autoestima que a veces lo preocupaba y por eso a veces dejaba escapar algún comentario coqueto que hacía que Opal olvidará sus complejos.