10

7K 517 11
                                    

– Vuelve a decirlo, Opal, vuelve a pedirme que te haga mía.– Jadeó Flirt.

Opal sonrió y está vez se permitió ser atrevida. Se acercó a Flirt y llegó a su oido para susurrarle suavemente.

– Hazme tuya, Flirt.

El felino gimió y la tomó posesivamente para ponerla en su hombro como un costal de papas y la llevó a su cama donde la dejó caer con cuidado.

–¡Oye!– Dijo Opal riendo.–¿Por qué hiciste eso?

– Es que estoy ansioso.– Dijo un tanto avergonzado Flirt.

Opal se levantó y besó a Flirt sorprendiéndolo, era la primera vez que tomaba la iniciativa. Flirt pasó sus manos por la espalda descubierta de Opal y acarició la suave piel de la hembra para luego encontrar el cierre del vestido e intentó bajarlo pero el cierre no cedía.

– Rompelo.– Dijo Opal desplegándose de sus labios.– Después de todo ya cumplió su función.

–¿ Que función?– preguntó excitado.

– Seducirte, atraerte y ponerte celoso.– Dijo sonriendo pícaramente y Flirt amó esa nueva faceta de su chica.

– Así que lo tenías pensado todo ¿Eh? Bueno, como en realidad es mi vestido, haré lo que quiera con él.

En ese momento el sonido de la lluvia y de una tormenta se escuchó y bis miraron por la ventana como caía el agua antes de volverse a mirar y sonrieron.

– Parece que el Cielo va a bendecir nuestra unión.–Dijo Flirt para acariciar su mejilla y luego Flirt tomó el borde inferior del vestido y lentamente fue rompiendolo hacia arriba creando una gran abertura, dejando los pechos y las bragas blancas de Opal expuestas.– Oh por el jodido Cielo.– Flirt vio la mancha de humedad en esas blancas bragas con encaje y se agachó frente a Opal acercando su nariz a esa zona como si fuera el olor de la comida llamándolo. Aspiro fuerte antes de restregar su nariz contra la tela captando el sabor de la humana que comenzaba a gemir.– Opal...– Gimió él.– Nena, eres la cosa más deliciosa del mundo.

Flirt dio un tirón y arrancó las bragas exponiendo su afeitado sexo.

– Tan suave... Y lisa.– Ronroneo él.

– Trisha dijo que a los machos les gusta sin pelo y yo... Quería gustarte más.– Dijo tímida y Flirt gimió.

– Gracias pequeña, me encanta que no tengas pelo así podré deleitarme mejor con tu coño.

Opal gimió ante aquellas palabras y Flirt se paró para luego obligarla a se tarde en la cama y abrir lo más que pueda las piernas.
Flirt se agachó frente a ella y se acercó a ese lugar que decretaba crema, amaba la crema de Opal.

La primera lamida que le dio Opal se estremeció, nunca había sentido algo parecido, la sensación de la lengua caliente y húmeda de Flirt la ponía cada vez más excitada y se sorprendió cuando puso su mano en el cabello del felino obligándolo a no apartarse de ella. Entonces Flirt gimió y todo fue aún mejor, las lamidas con los ronroneos en su clítoris hacia que quiera estallar.

– Flirt, Flirt, flirt.– Repetía una y otra vez provocando que el macho se empeñe cada vez más.

Entonces Flirt metió un dedo dentro de ella, la presión y las atención de la boca de Flirt lo hacía más y más excitante que quería liberarse y así fue. Opal gimió tan fuerte que parecía un grito de placer, veía estrellas mientras el calor arrasador la consumía de forma increíble.

– Oh bebé, está es la mejor miel del mundo.– Dijo Flirt lamiéndose los labios para luego pararse y arrancarse la ropa hasta quedar totalmente desnudo frente a ella.

A Opal casi se les sale los ojos de sus órbitas al ver el gran pene de Flirt totalmente parado por ella.

–¿Eso entrada en mi?– Preguntó dudosa.

– Claro que si, pero primero te dolerá y luego te acostumbraras.– Dijo quitándole el resto del vestido y los zapatos a Opal.–¿Quieres tocarlo?

–¿Puedo?– Preguntó ansiosa.

– Soy tuyo nena, puedes hacer de mi lo que quieras.

– Nunca vi o toque un pene en vivo,solo veía fotos de los atlas.– Dijo para pasar sus dedos sobre el caliente falla que parecía tener latido propio.

–¡Si!– Ronroneó Flirt.– Ahora tendrás mi cuerpo para repasar anatomía, cariño. Especialmente la parte de pelvis.

– Es muy venoso.– Dijo tomándolo con sus dos manos y las movió de arriba a abajo.

El macho parecía disfrutar de esa atención así que siguió haciéndolo mientras los gemidos, gruñidos y ronroneos del macho la hacía sentirse totalmente femenina.

– Para... Que me vengo y quiero estar en tí.

Opal asintió y lo soltó. Ella se puso en el centro de la cama y abrió las piernas para Flirt, quién no perdió el tiempo para ponerse entre ellas.

– Opal, quiero que me mires en todo momento ¿Si?– Dijo Flirt mientras guiaba su pene a la entrada de ella.

– Si.

– Si te lastimo o no quieres seguir solo dime y pararé.

– Está bien.– Dijo Opal segura.– Flirt... Te amo.

– Te amo, Opal.– dijo el felino y se agachó a besarla tiernamente.

Luego comenzó a introducirse lentamente en ella sintiendo la estrechez que casi lo volvió loco. Ella lo apretaba mucho y le encantaba, entonces llegó a esa barrera, aquella que luego de romperla mostraría que ella le pertenecía.

– Opal...

– Hazlo.– Dijo segura.

Entonces la rompió. Opal cerró los ojos de dolor y él solo pudo quedarse quieto esperando que ella se acostumbre para ir a sus pezones y chuparlos para si estimularla más. Pasado los segundo Opal movió las caderas en busca de él.

–¿Lista?

– Si, follame Flirt.

– Eso haré nena.

De primer todo era lento, casi doloroso, entonces Flirt aumento la velocidad y de pronto la habitación estaba en vuelta de gemidos y jadeos de placer.

– Más, Flirt, más.– Gimió la humana.

Y Flirt se volvió un salvaje que gruñía, pronto sacaría el felino dentro de él y rugiria como un león.
Las caderas se golpeaban entre sí y Flirt  chupaba los pechos de la hembra para luego morderle el hombro hasta casi romper la piel.
Entonces Opal no lo resistió y se vino tan fuerte que Flirt llegó con ella llevándola de su semen caliente. Opal nunca había experimentado una sensación tan placentera y deliciosa.

– Joder bebé, eso fue increíble.– Dijo para luego besarla.

Opal lo recibió gustosamente y lo abrazó sintiendo la caliente piel de él contra la de ella.

Al fin Opal era amada por el macho de sus sueños y su entrega a él fue más que perfecta.
Ambos se besaron y se tocaron volviendo a tener más de una ronda sexo en esa noche lluviosa, refugiándose el uno en el otro.

Opal, Belleza Brillante 0,5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora