Opal, Belleza Brillante 0,5

21

2 semanas después.
Opal gimió sintiendo un calor inmenso recorrerla, apenas despertó cuando vió la cabeza de Flirt entre sus piernas lamiendo su coño necesitado.

– Flirt...

– Buenos días nena.– Sonrió el macho.– Creí que querrías un poco de placer a primeras horas de la mañana.

– Ahora quiero tu pene dentro de mí.– Gimió Opal.

Las cosas cambiaron aún más, Opal aceptó que necesitaba de Flirt sexualmente y Flirt aceptó ayudarla con la esperanza que ella lo perdone sin embargo ella aún no quería hablar de su relación sentimental.

–¿Lo quieres?– Pregunta Flirt sonriendo mientras pasaba su pene entre los labios vaginales.

–¡Si!

Flirt estaba encantado con la parte caliente del embarazo, Opal tenía un apetito sexual muy alto que llegaban a tener sexo en el día casi 10 veces.

– Bueno, tus deseos son órdenes amor.

Flirt comenzó a meter su pene dentro de Opal y sintío como las paredes vaginales se aferraba a él haciendo gruñir de satisfacción. Él sexo con su mujer era lo mejor del mundo.
Opal lo arañaba aumentando aún más las sensaciones placenteras. Sus cuerpos chocaban y en el aire caliente se espesaba el olor a sexo. Los gemidos y gruñidos se podían oír por toda la casa señales de la lujuria presente.

Flirt chupó sus pezones inchados mientras hundía su falo dentro de aquella maravillosa cavidad arrancando gemidos y suspiros a su mujer.

–¡Oh Flirt!– Gritó ella cuando volvió a liberarse y se apretó a él exprimiendo su polla.

–¡Joder!– Gruñó Flirt sintiendo su semen escaparse rápidamente.

Flirt cayó con cuidado sobre Opal y la besó mientras quitaba su pene de ella.

– Eso fue... Genial.– Dijo Opal agitada.

– Siempre lo es.– Dijo sonriendo.–¿Que quieres hacer ahora?

– Ducharme y desayunar

– Bien, tu ve a ducharte y yo te preparo el desayuno.– Dijo Flirt para besarla nuevamente.

– Está bien.

Flirt la ayudó a levantarse y le puso el agua y la ropa para ella. Opal estaba enormemente embarazada por lo que muchas cosas le costaba hacer y ahí estaba Flirt para facilitarle la vida.

–¿Panqueques o waffles?– Preguntó Flirt ayudándola a entra a la ducha.

– Mmmm tocino y huevos revueltos.

– Está bien, hoy el cachorro tiene mucha hambre ¿Verdad?

– Es que, bueno... Lo hemos hecho muchas veces entre ayer y hoy.– Dijo Sonrojada bajando la mirada.– Está muy inquieto porque tiene hambre.

– Entonces es mí culpa, no puedo mantenerme lejos de ti bebé.– dijo Flirt tomandola del mentón con el dedo índice y la besó tiernamente y alejarse antes que ella se quite.– ¿Puedo bañarte?

– No.– Dijo rápidamente y luego se dió cuenta de su brusquedad.– Es que... tengo mucha hambre.– dijo buscando una excusa para alejarse de él.

– Está bien, te haré un buen desayuno.– Dijo Flirt sonriendole tiernamente antes de irse.

Opal sabía que él se dió cuenta y tal vez lo lastimó pero Flirt era demasiado bueno como para fingir que no sabía nada. Ella aún estaba dolida con él pero lo amaba, aún así su orgullo y confianza aún no estaban renovadas.

(*)

Flirt estaba concentrado haciendole la comida a Opal, de hecho se sentía frustrado porque aún ella lo rechace. Si bien aceptaba el sexo solo era eso: sexo. No había amor ni romance, no había palabras de cariño mientras la hacia suya. Ella lo aceptaba para dormir porque era cómodo para ella y también dejaba que tengan sexo porque su cuerpo lo necesitaba sin embargo Flirt no podía evitar preguntarse ¿Así como lo acepta a él ella aceptaría a otro macho? Ella lo acepta por necesidad pero si él no estuviera ¿Habría otro macho que ocupe su lugar? Esa idea lo molestaba demasiado.
Flirt sonrió ante la ironía: antes él "usaba" a las hembras por necesidad de sexo y ahora la mujer que él ama lo usa también por necesidad de sexo. Pero no era culpa de ella sino de él, debía aceptar que desde antes que conozca a Opal él era lo que los humanos dirían un "mujeriego" y claro que Opal sabía de esa fama suya, ademas agregando que tiene problemas de autoestima,complejos, es muy timida y que lo vio con otra hembra luego de que le entregó su virginidad ¿Cómo ella no estaría herida? Aún así él sabe que ella lo ama porque cuando él la toca su corazón se acelera, ella se sonroja y ve el amor urgente en sus bellos ojos.

Es cuestión de tiempo.

Eso se repetía, tal vez le llevaría toda una vida para que ella lo perdone pero no importa porque él estaría con ella, lo quiera o no, hasta el último aliento que tenga.

–¡FLIRT!

Él gritó de Opal lo sacó de sus pensamientos y antes de pensar en algo más él salió disparado hacia el bañó y entro de forma brusca preocupado. Vió a Opal agarrarse de mampara del baño asustada.

–¿Que sucede cariño?– Dijo Flirt acercándose rápidamente a ella.

– Es el bebé.

Todas las alarmas de Flirt se prendieron al verla tan asustada y agitada.

– El bebé va a nacer ahora Flirt.

¡Santo Cielo!