Opal, Belleza Brillante 0,5

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– No me gusta esta idea.– Dijo Opal al ver la casa que Justice les regalo por el cachorro.

– Sabes que una hembra embarazada de un Especie necesita que el padre del cachorro los cuide, así que no voy a dar mi brazo a torcer.– Dijo Flirt decidido mientras cargaba las valijas de Opal.

Opal se calló porque sabía que tenía razón. No era machismo ni orgullo, los embarazos de las Especies eran un tanto complicados para solo manejarlo la madre, necesitaba si o si del acompañamiento del macho. Además ningún macho dejaría tirado a su hijo ni a la mujer que la embarazó.

– Pero seguirás manteniendo tu palabra de dormir en habitaciones separadas ¿Verdad?– Dijo Opal entrando a la casa.

– Ya te dije que no haré nada que no quieras, tu bienestar y tranquilidad es primordial para mí, nena.

Opal solo asintió intentando ignorar la punzada de emoción que le causaba cuando él decía ese tipo de cosas.

– También debes cuidarte, no ha pasado ni tres días de que te estás recuperando.– Dijo Opal.

–¿Te preocupas por mí cariño? Si quieres, tal vez podrías jugar a la doctora conmigo.– Dijo Flirt en tono seductor que provocó cierta excitación en Opal.

– Flirt.– Dijo la humana en tono amenazador.

– Está bien, está bien, me detengo. Dime ¿Quieres comer algo? Estamos bien abastecidos puedo prepararte lo que desees ¿O quieres descansar?

– Mmm ¿Podrías hacerme un sándwich mientras tomo una ducha?

– Claro nena, sube con cuidado las escaleras, yo te haré un buen sándwich.

– No le pongas queso, últimamente me da náuseas el olor a queso, ponle mucho tomate y carne.

– Claro nena.

Flirt se acercó y  se agachó frente a ella para besar su pancita que comenzaba a crecer.

– Portate bien con tu mamá, cachorro, no le causes muchos problemas.– Dijo Flirt cariñosamente para luego besarle la pancita.

A Opal siempre se le encogía el corazón cuando él hacía eso, era increíble el amor que Flirt profesaba a su bebé. Él no perdía oportunidad para besarle la pancita o hablarle al bebé y eso la ponía muy feliz que muchas veces le daba ganas de llorar.

– Ve cariño.– Dijo Flirt para besarle la mano a Opal.

Desde que hablaron en la celda Flirt dijo que haría lo necesario para recuperar su confianza e iría lento si era necesario y eso así, claro que no perdía oportunidad para flirtear con ella o besarla cualquier parte del cuerpo menos la boca.
Opal se encontraba en una situación difícil pues una parte de ella quería perdonarlo y volver con él pero luego se decía "el que quiere celeste que le cueste" y entonces lo dejaba como estaba.

(*)

Flirt se encontraba mirando a Opal mientras dormía, parecía un loco acosador pero era un sufrimiento para él tenerla tan cerca y no poder dormir con ella. 

No iba a admitir en voz alta pero en realidad se encontraba tan perdido, no sabía cómo volver a tener la confianza de Opal. Se pasaba noches enteras pensando y pensando en como lograrlo, él hacía todo para que ella se sienta bien pero sabía que eso no era suficiente, necesitaba demostrarle que la amaba más que a su vida.

– Hola campeón.– Susurró Flirt a su hijo mientras Opal dormía.– Sabes... Me siento perdido hijo, me siento tan perdido. Cuando seas grande nunca cometas el error que yo cometí con tu mamá. La amo pero la cagué a lo grande y ahora ella no confia en mí, créeme que no hay algo más doloroso que cuando amas a una persona pero ella se aleja de ti o no te tiene confianza. ¿No me darías un consejo cachorro? No, claro que no. Descuida, papá intentará resolverlo, descansa cachorro.– Dijo Flirt para besarlo.

Él se levantó para irse pero la mano de Opal lo detuvo y él la miró sorprendido.

– Tengo frío.– Dijo adormilada.

– ¿Quieres más colchas?– Dijo Flirt preparado para ir a buscar más colchas.

– Quiero que te acuestes a mi lado y me abraces.

En ese momento el corazón de Flirt se sintió como si fuera un caballo galopando y no perdió ni un segundo para acostarse a su lado. Opal se movió para dejarle espacio y él se acostó para luego abrazarla. Él sabía que era la necesidad de sentirse amada durante el embarazo provocó esa reacción, una de las cosas que suceden al embarazarte de un Especie es que las hormonas provocan que las mujeres se sintieran muy necesitadas de amor y cariño y es ahí donde el macho debe contenerla. Sin embargo Flirt disfrutaba de poder tenerla entre sus brazos y la abrazó aún más fuerte sintiendo su calor y aroma que le provocaba una erección.

Ahora no.

Se dijo así mismo, lo que menos necesitaba era que Opal creyera que quería sexo con ella, algo que no es mentira, pero si quería estar de nuevo en su vida era necesario olvidar el sexo porque esta vez no arreglaría nada sino que lo empeoraría.

– Te amo, Opal.– Dijo para besarle en la frente y ella se abrazó aún más a él.– Espero que algún día me vuelvas a aceptar de nuevo en tu vida pero aún si no lo haces te esperaré por siempre,no tocaría a ninguna otra hembra que no seas tú.

– ¿Es una promesa?– Lo sorprendió Opal.

– Es un juramento.