Opal, Belleza Brillante 0,5

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Flirt entró al Centro Médico y comenzó a buscar a Opal. Sin embargo se encontró con Jinx quien tenía una venda en su brazo.

– ¡Hey amigo!– Dijo el macho y Flirt fue con él.

– ¿Donde estuviste? Fui a buscarte a tu casa y no te encontré.

–Bueno, estaba con Severe por ahí y luego me lastime el brazo cuando me tropecé. ¿Pasa algo?– preguntó Jinx preocupado, nunca había visto a Flirt tan interesado en encontrarlo.

El felino miró a su alrededor y luego empujó a Jinx en un cuarto desértico, algo que extrañó a Jinx.

– Cometí un error.– Dijo apresuramente Flirt.

–¿De que hablas?

– Besé a Opal.– Confesó el felino.

–¿Que?– Dijo sorprendido Jinx.– pensé que no la veías de es modo.

–¡ Y no lo hago!– Exclamó Flirt.– Ella estaba tan necesitada de atención masculina que solo pasó, pero sólo fue un beso. Ella no me gusta más que para mí amiga, jamás tendría sexo con ella, no es mi tipo pero voy y cometo ese error.

–¿Y? ¿Cómo reaccionó ella?

– Pues...ella dijo que no importaba, que olvidarmos, pero me preocupa que no sea asi en realidad.

– Bueno pero Opal no dijo que no seguiría siendo tu amiga ¿No?

– Ella dijo que seguíamos como antes. Pero me siento mal con ella...

– Tal vez te gusta y no te has dado cuenta.– Dijo Jinx sonriendo.

–¿Opal? Claro que no, ella no es una hembra atractiva.

– Bueno, talvez para ti no peor para otro tal vez si. Vamos, no seas un hijo de puta para decirle así, ella es bonita pero no de la forma que estamos acostumbrados en ver en una mujer, pero ella es bonita.

– Si pero no es mi tipo, ella nunca sería opción para el sexo. Es mi mejor amiga, nunca arruinaría mi amistad con ella por una calentura.

– ¿Entonces admites que te excita?– Dijo Jinx y Flirt quiso matarla porque se puso al descubierto.

– Un poco.

–¡Aja! Te gusta Opal, no lo niegues más.

– Yo... Tal vez...– Dijo Flirt avergonzado.– Pero no puedo tener nada con ella, yo no soy el macho que ella merece.

–¿Por qué? No eres un mal macho, un poco idiota pero nada más.– Dijo Jinx riendo y Flirt gruñó.

– Ella quiere una familia Jinx, y yo... No puedo, no puedo dársela. Algunos no nacimos para esas cosas.– Dijo triste.

–¿Sabe?–Dijo Jinx serio ahora.– Deberías superar el pasado, creo que sería un excelente compañero para Opal, es más yo los Shippeo, como dicen los humanos.

– Tu y la jerga humana.– Dijo Flirt frustrado.

– Deberías darte una oportunidad Flirt, porque cuando la pierdas lo lamentarás.

Si, él lo sabía pero prefería perderla antes de que verla sufrir.

(*)

Opal corría al bosque llorando, solo quería alejarse de todos y de todo. Había escuchado las palabras de Flirt y de Jinx, ¿Cómo pudo haber pensando que él la había besado porque ella le gustaba? ¡Estúpida! Cuando escuchó "Ella nunca sería opción para el sexo" no aguantó más y salió huyendo de allí.
¿Era así como se sentía su corazón romperse? Pues, era una mierda.

Ella iba corriendo hundida en sus pensamientos que sin querer se tropezó con una gran roca y gimió de dolor al ver la sangre recorrer su piel por la raspada que se hizo.

Entonces cuando intento incorporarse escuchó un fuerte gruñido y se paralizó.

Genial, ahora moriré comida por animales salvajes.

Pero no fue un animal el que se acercó a ella, al menos no del todo. Un gran macho con una piel similar a la de un tigre con sus rayas y todo salió entre los arbustos, se veía molesto pero también preocupado.
  Opal estaba asustada por el fallo frente a ella pero decidió buscar valentía dentro de ella y miró hacia cuanquier lugar menos a sus ojos, Flirt le enseño cómo tratar con las Especies de la Zona Salvaje.  El macho se acercó a ella y la olfateó.

–¿ Te duele mucho humana?– Preguntó con voz gruesa el macho.

– Si.– Respondió sumisamente.

– Te llevaré a mi casa y te curaré, no creo que puedas pararte, así que te cargaré y luego me dirás porque estás en mis tierras.

– Lo siento, no sabía que estaba en tu territorio.– Dijo tímidamente.

– Por supuesto que no, de saberlo nunca hubieras venido.– Dijo en un tono un tanto triste.

El macho la cargo con cuidado y la llevó a su cabaña, no era la gran cosa pero estaba ordenado y limpio. La dejo en el sillón y se fue a buscar una caja de primeros auxilios.

– Te lavsre la herida primero.– Dijo el macho

Opal se sorprendió con la forma en la que el macho hacia procedimientos como un profesional, ni siquiera ella tuvo que guiarlo, él sin duda sería un buen enfermero.

– Gracias.– Dijo Opal sonriendo.

– De nada.– Dijo el macho guardando todo.

– Soy opal.– Dijo un tanto nerviosa, él también parecía nervioso o dudoso.

– Soy Red.– Dijo él sentándose frente a ella.–¿Que hacías para lastimarte así?

– Pues... Es una larga historia.

– Tengo tiempo.– Dijo el macho acomodandose.

Y desde ese momento en que Opal le contó todo a Red surgió una nueva amistad. Red era bueno escuchándola, él no dijo nada hasta el final, sus palabras fueron "Flirt es un idiota" luego de escuchar su patética historia él le propuso quedarse a cenar y dormir en el cuarto de invitados.
Opal descubrió que Red en realidad era muy agradable, él era muy amable más allá de la caraterisca actitud macho alfa.

–¿ por qué eres tan amable conmigo?- Preguntó ella, todos los machos salvajes odiaban a los humanos pero ahí estaba Red, siendo amigable.

– Me recuerdas a mi hermana, eres parecida ella.– Dijo él con cierta tristeza.

– ¿De verdad?– Dijo ella sorprendida y él asintió.–¿ Donde esta ella?

– Marcile...la mató.

– Oh lo siento tanto.– Dijo Opal sintiendo el dolor del macho y se acercó a abrazarlo, al principio él no correspondió por el asombro pero luego él la abrazó.– ¿Estas solo?

– Completamente solo.

Opal sintió su pecho doler y lo abrazó más fuerte y tomó una loca decisión.

– Ya no mas, si tú me dejas... ¿Puedo ser tu nueva hermana Red?

–¿Que?– Dijo él sorprendido.

– No puedo reemplazar a tu hermana pero... ¿Puedo ser otra hermana?

Él lo pensó y llegó a una conclusión: estaba cansado de la soledad.

– Si, ahora eres mi hermanita Opal.

Opal sonrió y desde ese momento las cosas cambiaron de forma inesperada.