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–¡Auch!– Dijo Opal mientras Flirt le mordisqueba los dedos.

– Lo siento, es que quiero morderte toda, quiero dejar mi marca en cada parte de tu cuerpo. Eres como un jugoso bife para mí en este momento.– Dijo mordiéndose en el cuello y Opal comenzó a reír.

Ambos estaban recuperándose de la cuarta ronda de sexo en esa noche. Ella estaba acostada en su pecho y él la sostenía de la cintura mientras le daba besos y mordidas.

– Creo que ya tengo muchas marcas, cariño.– Dijo riendo.

– Nunca son suficientes, nena, quiero que todos los machos sepan lo suertudo que soy.– Dijo él para luego robarle un beso.

– Y si que lo sabran, cuando mañana me vean salir de tu habitación con tu ropa porque la mía quedó extinta.

Flirt ronroneo ante la idea de que ella use su ropa y volvió a besarle la frente.

– Amo esa idea, quiero que siempre uses mi ropa.– Susurró en su oído y Opal se sonrojo.

Ambos estaban felices y se disfrutaban mutuamente entre caricias, besos y alguna mordida o lamida obscena por ahí.

Entonces sonó el teléfono de Flirt y él maldijo en voz baja porque había estado tan cómodo y ahora tenía que levantarse a buscar el celular.

– Ve, puede ser importante.– Dijo Opal.

– Pero estoy comodo así.– Hizo carita tierna.

– No tienes solución.– Dijo Opal y apenada, tratando de encontrar algo que la cubra para levantarse.

– Mmm ya te vi todo, bebé, no deberías sentir pena frente a mi.– Dijo sonriendo.

Opal se sonrojo porque era verdad sin embargo aún no se acostumbraba, aún así se levantó desnuda y Flirt disfruto de la vista mientras ella tomaba al celular del felino y se lo entregaba.
Flirt al ver quién lo llamaba sonrio y Opal lo miró confundida mientras volvía a su lado. Flirt la abrazó posesivamente mientras contestaba.

– Harley ¿Que sucede?– Preguntó relajado mientras acariciaba a su mujer.

– Tengo una mamá oso muy enojada acá porque te robaste a su cachorra, te la paso.

Flirt beso a Opal y está lo miró confundida luego cuando puso en alta voz la llamada.

–¡Flirt!– Gruñó Breeze.–¡¿Donde esta?!

–¿Quien ?–  Dijo inocentemente el felino.

–¡No te hagas! ¿Donde esta Opal?– Dijo la canina.

– ¿Opal? ¿Quien es Opal?– Dijo para fastidiar y Opal se rió.

–¡ Flirt! Deja de jugar ¿Donde esta? ¿Está contigo? ¡Voy por ella! Si le hiciste algo te mato.

– Tranquila que no le hice nada, bueno...nada que no le guste.– Le miró pícaro a Opal y está se sonrojo aún más.

–¡Cabron!– le gritó Breeze.– Dame con Opal.

– Breeze, estoy aquí.– Dijo Opal.

–¡Opal! Me tenías preocupada, ¿Todo bien? ¿Quieres que vaya por ti?

– Yo...– Opal miró su ropa hecha pedazos y luego a la lluvia.– Está lloviendo, creo que me quedaré con Flirt.

–¿segura? No me cuesta nada.

– Mi mujer te dijo que se quedará conmigo.– Dijo Flirt gruliñiendo mientras abrazaba a Opal y comenzaba a repartir besos en su cuello.

–¿Tu mujer?– dijeron Harley y Breeze.

– Si, mi mujer, mi compañera.– Dijo el felino acariciando el abdomen de Opal y está sonrió.

–¡¿Se aparearon?!– Exclamaron ambos.

– Si.– Dijo Opal.

–¡Ya era hora!– Gritó Harley.– ¡Al fin!

–¡¿Cómo lo perdonaste tan fácil?!– Exclamó Breeze.

– No me perdonó tan fácil pero la amo demasiado que me esforzaré por cumplir nuestro acuerdo.– Dijo Flirt y Opal le robó un beso.

– Bueno, Opal eres adulta y confío en que sabes lo que haces. Pero si la vuelves lastimar te pateare el trasero Flirt.

– Tendrás toda una cola esperando patearte el trasero, bro.– Dijo Harley.

–¿Ves lo importante que eres? Todos me mandaran al Centro Médico por ti.– Dijo Flirt riendo.

– Entonces portate bien.– Contestó Opal.

– Okey, sospecho que quieren follar de nuevo así que los dejamos, buenas noches.– Dijo Breeze y cortó.

Flirt dejo el celular en la mesita de noche y abrazo a a Opal para besarla nuevamente sientiendo toda la desnudez de su mujer contra él. Se sentía demasiado bien, demasiado irreal.

– Opal, firma los papeles de compañeros conmigo.– Dijo él y Opal se si tío dichosa.

– Cuando los tengas, firmaré con gusto.

– Te amo Opal. Eres la única para mí.

Opal lo abrazó y luego poco a poco ambos fueron cayendo en un sueño de paz y tranquilidad, abrazados ambos como si la vida dependiera de ello.

Opal, Belleza Brillante 0,5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora