Capitulo 6

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Hyukjae estaba despierto cuando escucho los murmúros de los guardias, era casi imposible no oírlos si estaban afuera de su celda

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Hyukjae estaba despierto cuando escucho los murmúros de los guardias, era casi imposible no oírlos si estaban afuera de su celda. Oía risas y gruñidos maliciosos en cada palabra que se decían entre ellos. No entendía de que iba su conversación, para que estuvieran así de emocionados, pero una intuición que apenas podía sentir, le informó que no era nada bueno, y que debía de tener los ojos bien abiertos por si era algo contra él.

—Has llegado puntual precioso.—Un guardia bramó al otro lado de la celda.—¿Que te parece saltarte hoy tus deberes y darnos tu compañía?

—No quiero problemas. Ahora déjenme entrar a la habitación de hyukjae.—una voz más dulce respondió.

Reconocía esa voz, llevaba cuatro días yendo a su celda, para hacerle compañía y hablar con él. Su dulzor se perturbó, no era el aroma característico del científico que le había traído un chocolate el día anterior. Su aroma del día anterior era amable, cálido, olía a hogar, sin embargo ahora su esencia era a rabia mezclado con miedo, y un poco de resignación, por lo que sabía que sucedería en algún momento.

—Vamos precioso, no puedes decirle que no a tus cuidadores. ¿Acaso quieres que los demás científicos sepan que eres un omega?.—se acerco al rostro del más bajito.—¿Eso quieres?.

El hombre con bata blanca, apretó los puños. Se podía notar la rabia e impotencia que tenía. Ambos guardias lo tenían contra la pared, olfateando sin pudor el cuello bronceado del pelinegro. Se notaba que estaba controlando las ganas de llorar, por no poder hacer nada en contra de ellos. Le llevaban una ventaja, a parte de ser dos contra uno, ambos eran alfas, y por lo que el científico le había explicado el día anterior estos eran más fuertes y muy malos.

—¡Déjenme en paz!.—Trato de empujarlos.

—Así que lo quieres por las malas pequeña perra.—presiono con fuerza su brazo. Donghae se quejo con dolor.—Sabes pequeña perra, el jefe nos dio permiso de jugar contigo como castigo por haberte encariñado del adefesio de experimento RED.

Donghae abrió los ojos enormemente, su rabia había pasado a segundo plano al oír sus palabras, ahora no solo era miedo, sino que el pánico podía percibirse con facilidad. Estaba a un paso de hiperventilar, sino se detenían en ese momento. La ira comenzó a formarse dentro de hyukjae con cada segundo que miraba por los barrotes que tenía la puerta, aumentaba con fuerza. No le importó golpear con fuerza la puerta antes de comenzar a romper los barrotes.

—¿Que está haciendo?.—uno de ellos chillo asustado al mirar como uno de los barrotes era desprendido de la puerta y lanzado con fuerza hacia ellos.—Mierda, es un animal.

Hyukjae no se detuvo ahí, siguió forcejeando con la puerta hasta que logro romper los barrotes, en ese momento no le pasó por la cabeza que tenía una fuerza descomunal como para romper el mental, lo único que tenía en mente era que tenía que salvar a la única persona que había sido buena con él, en esos catorce años. Ambos guardias comenzaron a asustarse al mirar como los barrotes eran destruidos como si de una pequeña rama de madera se tratará. Retrocedieron aterrados, antes de echar a correr lejos de ahí, abandonando al Omega a su suerte.

RED | EunhaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora