-Te dije desde un inicio que mi prima te caería bien, Sasuke teme.
ATENCIÓN. LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA NO ME PERTENECEN (menos la ___). SON OBRA Y CREACIÓN DE KISHIMOTO. Créditos a él.
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─ ¡Nos vamos a la playa bebés! ─ el grito de mi amigo la rubia causó que pegara un brinco en la cama. ─ ¡Tú! ─ mi puerta se abrió de golpe, y me estremecí al verlo con su cabello suelto y unas gafas de sol negras.
En fin, era la barbie Deidara, la diva.
─ ¡Que ni se te ocurra no ponerte un traje de baño de dos piezas! ─ exclamó, cerrando con fuerza la puerta, detrás de sí. ─Quiero que te pongas tan sexy, que tu ex de hace 10 años caerá a tus pies al verte en Instagram─ enarqué una ceja, tratando con todas mis fuerzas de quitarme las cobijas de encima, pero es que se estaba tan bien así. . .
─Yo no subo fotos mías a las redes sociales, maldita─ gruñí.
─ ¿Y tu crees que eso a mí me importa? ─ el tono de incredulidad en su voz me hizo soltar una risita, es como si le hubiera ofendido en siete idiomas distintos.
─Se que no lo hace, por eso me encargo de recordartelo─ Deidara me pasó mi toalla, antes de dirigirse al mueble donde dejaba mis productos para la rutina del cuidado del rostro.
─Me encanta que seamos buenos amigos, ¡joder, siempre he querido probar esta crema! ¿me la regalas? ─ suspiré negando, recogiendo mi cabello, antes de girarme para verlo.
─La tomarás aunque te diga que no, así que lo único que te pido, es que me dejes usarla de vez en cuando─ abrí la puerta, y lo último que escuché de parte de mi rubia, fue un ¨si, si¨
Dos horas después, estábamos todos en el estacionamiento del lugar, formando los grupos para el viaje.
─No me quiero ir si no es con mi rubia─ dije, y al instante, tanto Naruto como barbie se giraron.
─ ¡Qué yo soy su rubia, animal! ─ le dediqué una mirada de reproche a mi primo, antes de abrazar a mi confidente y paño de lágrimas.
─Deidara también es mi rubia, espera, ¡acabas de decir que eres mujer! ─ exclamé, apuntándole.
─ ¿De verdad tengo que estar con ustedes todo el tiempo? ─ gruñó el hermano Uchiha menor, al tiempo que cerraba con fuerza el maletero, luego lo vi ponerse pálido, y observar que nada se hubiera salido de su lugar.
─ ¿Ves Uchiha malcriado? estas cosas te pasan por estar haciendo rabietas de niño pequeño─ si las miradas mataran, Sasuke Uchiha me hubiera mandado a la séptima puerta del infierno de una sola.
─Cállate la maldita boca─ bramó, y algo dentro de mi se encendió.
Ese idiota. . .
─Ya paren los dos, que no les quiero ver rodando en el suelo mientras tratan de matarse─ argumentó Itachi, encendiendo su coche. ─Por cierto, a los que se van conmigo, he invitado algunos amigos, así que suban, para que vayamos a recogerlos─ el motor de su carro rugió con fuerza, digno de el lindo y poderoso carro que era.
