Tú, yo y con la botella somos tres.

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En el castillo Magne, Charlie estaba en su habitación. Razzle y Dazzle estaban jugando en el amplio jardín del castillo y ella los veía desde su balcón. Sentía una carga menos sobre sus hombros. Alastor tenía razón: necesitaba darse un respiro del hotel. Escuchó que tocaron a su puerta y luego la abrieron. Era su madre.

—Charlotte, querida. Me sorprende que hayas decidido venir tan de pronto. ¿Pasó algo? —Preguntó Lilith mientras avanzaba con paso elegante desde la puerta de la habitación hasta la cama de la princesa para tomar asiento en la orilla de esta. Charlie regresó del balcón y caminó hasta llegar a su cama y tomar asiento junto a su madre.

—Nada importante, solo estaba un poco estresada por el hotel. Estamos con la mitad de las habitaciones ocupadas y el trabajo es mucho... demasiado... no creí que fuera tan difícil y antes que el estrés hiciera estragos en mí, decidí darme un respiro.

—¿Ah sí? —Dijo elevando una de sus cejas —¿Y quién se está haciendo cargo del hotel mientras tanto? ¿Vaggatha?

Charlie dudó un poco, pero sabía que no podía ocultar nada, después de todo, su padre es el gobernante del infierno y tarde o temprano se enteraría.

—No. Alastor quedó a cargo del hotel durante mi ausencia.

Lilith le dedicó una mirada severa.

—¿No habrás hecho un trato con ese demonio, verdad?

—¡No! No. Para nada. —Negó sacudiendo su cabeza y moviendo sus manos frente a ella. —Alastor llegó al hotel luego del fiasco del noticiero... y me ofreció su ayuda para echar en marcha el hotel.

—¿Y tú confías en él? —Preguntó aun con su ceja elevada.

—Alastor fue sincero desde su llegada. —Dijo desviando la mirada y sobando su brazo izquierdo —Él piensa como papá... cree que es un sinsentido pensar que los demonios se pueden redimir y Alastor está ahí para presenciar de primera mano cómo ellos fallan...

—No parece muy inteligente de tu parte tener tu hotel a cargo de un demonio que quiere ver tu proyecto caer, Charlotte.

—Alastor demostró ser de mucha ayuda desde el principio, además, usé mi poder de la palabra con él —dijo orgullosa —le ordené que ayude con el hotel... tanto como él quiera —terminó de decir encogiéndose de hombros y con una sonrisa nerviosa hacia su madre.

Lilith no cambió su expresión.

—Bueno, por lo menos no hiciste ningún trato con él. No sabemos cómo se habría podido cobrar los favores que te hiciera.

—Siempre recuerdo el consejo de mi padre: "nunca tomes mierda de otros demonios" —dijo tratando de imitar la voz de Lucifer. —Por cierto, ¿dónde está él?

—Ya sabes que él está muy ocupado todos los días... esos humanos nunca dejan de invocarlo —respondió Lilith con fastidio en su voz, cruzando su pierna derecha sobre la izquierda, reposando el brazo izquierdo sobre esta, y recargando su codo derecho y sobre su mano derecha, posó su rostro.

Charlie esbozó una sonrisa tierna por esa imagen. Desde que tenía uso de razón su madre se aburría sin su padre cerca y su padre se volvía loco cada vez que su madre tenía gira de conciertos por todo el infierno por lo que su tiempo juntos se reducía aún más.

—Por cierto, Charlotte, si el Demonio Radio está al frente del hotel, ¿por qué no te acompañó Vaggatha esta vez? —Preguntó con genuino interés.

—Vaggie y yo hemos tenido algunos problemas, no hemos estado de acuerdo en algunas cosas y creo que necesitamos estar un tiempo lejos para tranquilizarnos... espero... —Eso último lo dijo en un susurro.

Alastor's new clothesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora