Alastor's saudade.

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Angel y Cherry llegaron al hotel, al entrar las cosas estaban como usualmente: algunos huéspedes charlando en el lobby, Husk abriendo el bar, Niffty en la cocina terminando de preparar la comida de la tarde y algunas sombras de Alastor dando rondas y apenas las puertas del hotel se cerraron tras ellos el trio de sombras que sirvieron de guardaespaldas del demonio araña salieron disparadas del hotel con la intención de volver a su amo.

—Espera aquí, tetas de azúcar —dijo Angel mientras gentilmente tomaba por los hombros a la cíclope y la sentaba en uno de los sillones del lobby —Iré a buscar a Charlie para hablar con ella.

Cherry no objetó y se quedó tranquila en el sillón observando desde su lugar los cuadros con los que el lobby estaba adornado. Angel fue al bar, ahí Husk ya estaba listo para atender a los huéspedes, el demonio felino, como de costumbre, estaba tomando de su botella de Vodka mientras encendía el televisor para crear sonido ambiente. Al ver llegar al demonio araña, rodó los ojos con fastidio.

—Creí que te habías largado —dijo con reproche.

—Solo por unas horas, gatito, ¿por qué? ¿Me extrañaste? —dijo recargándose en la barra y quedando frente a él, con una sonrisa coqueta y acariciando la mejilla del demonio felino con una de sus manos. Husk apartó la mano del demonio araña con un manotazo de su parte —Oh, qué rudo. Me gusta —dijo guiñándole un ojo.

—Deja de joder, maldito raro. ¿Qué mierda quieres? Todavía no es tu hora de estar en el bar —preguntó con la poca paciencia que le quedaba.

—Hmm~ solo quería preguntarte si has visto a Charlie —dijo jugueteando con sus manos en la barra del bar, de manera coqueta —Tengo un asunto importante que discutir con ella.

—Huh... ¿Y qué es eso tan importante?

—La curiosidad mató al gato, Husky~

—Deja de llamarme así, estúpido afeminado.

Angel no lo sabía, pero esa frase tenía mucho poder sobre Husk. El demonio felino frunció el ceño y dio un gran trago a su botella, acción a la que Angel no le dio importancia pues estaba pensando en la mejor forma de pedirle a Charlie que aceptara a Cherry en el hotel pues le quedaba claro que la princesa todavía le tenía cierto resentimiento por lo sucedido hace un año. Esperaba que la rubia se encontrara lo suficientemente entretenida con las actividades del hotel y/o con Alastor, aunque, a juzgar por el día anterior, seguramente sería lo segundo: Charlie era la encarnación viviente del término "adolescente enamorada", solo tenías que ver cómo los ojos de la chica brillaban al ver al Demonio Radio y cómo parecía derretirse cuando este le hacía cualquier mínima muestra de afecto.

—Entonces, ¿has visto a la princesita o no? —preguntó de nuevo Angel.

Husk miró el reloj del bar.

—Debe estar terminando de dar los talleres.

—¿Y el venadito ha estado con ella?

—Yo no estoy al pendiente de ese par... —dijo con fastidio —No los he visto. Cuando te fuiste vino el Overlord Stolas junto con su hija y ellos los estuvieron atendiendo. Cuando se fueron el Overlord y su hija dejé de ver al hijo de puta y la niña.

—Hmm~ bueno. Gracias por la información, gatito. Iré a seguir buscando a Charls, por cierto, ¿podrías ofrecerle algo de beber a Cherry? Está esperando en el lobby.

—Es tu amiga, ¿no? Atiéndela tú.

—Duh... Necesito encontrar a Charls. No seas renegado, Husky. De todos modos no estás haciendo nada. —Decía Angel mientras se alejaba del bar. Husk resopló con molestia y tomó una lata de cerveza fría y se dirigió al lobby, ahí pudo ver a una demonio cíclope que miraba atentamente uno de los cuadros que adornaban el lobby, en específico el de la Reina Lilith.

Alastor's new clothesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora