Morosis; Kim DoYoung; LS#1

01

—¿Sigues molesto, Jung?— El mayor le pasó una de las botellas dentro de la cubeta que habíamos ordenado.—Ya podrías empezar a superarlo.

—Y una mierda.— JaeHyun le dio un trago de la cerveza que TaeYong le dado.—Ese jodido DoYoung me las va a pagar.

—Estamos en la universidad, YoonOh.— El rubio se cruzó de brazos, irritado.—Esto no es el Instituto donde podías molestarle cuando quisieras.

—Eres un soso, Tae.—El castaño pasó una mano por mi cintura, atrayendome a su cuerpo. Escondió su rostro en mi cuello, dándole caricias con su nariz.—No como mi preciosa, AhReum.

Sonreí dejándome hacer porque, Dios, era JaeHyun. ¿Qué se suponía que tenía que hacer? ¿Alejarlo?

El ceño fruncido de TaeYong mandaba señales claras de que no le gustaba para nada la situación.

—¿Un soso?— Una risita irónica se escuchó en la mesa.—Al menos, yo puedo superar las cosas.

—Cómo digas, yo sé que AhReum me va a ayudar.—Se separó para quitar un mechón de cabello que caía sobre mi rostro.—¿Verdad, preciosa?

—Claro, Jae.—Llevé una de mis manos hacia su mejilla, acariciándola con mi pulgar.

De reojo, pude ver como el rubio al otro lado fingía una arcadas.

—¿Y que se supone que vas a hacer? ¿Tirarle los libros al piso? Ni Siquiera estudian la misma carrera.

—Yo no, pero AhReum sí.—El castaño se acomodó, planeando su regazo para que me sentará sobre él.—Ella es parte importante del plan.

—¿Y cual es el plan?—Pregunté a la vez que llevaba una mano a su nuca para jugar con su cabello.

—Romper el corazón de  Kim DoYoung.

—¿Qué?

—¿Te volviste loco, Jung?—El mayor puso las manos sobre la mesa, para inclinarse sobre la misma.—¿Cuántos años tienes? ¿Doce?

El contrario negó su cabeza levemente, una sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos decoraba su rostro.—Es un plan perfecto.

—Perfectamente estúpido.— TaeYong me señaló con uno de sus dedos.—Dime que no vas a formar parte de esa tontería.

—Yo...—Medite un poco antes de contestar. La idea no me llamaba para nada la atención, pero si JaeHyun me lo pedía... Yo podría hacerlo.

—No hay que presionarla, Tae.—Una mano se paseó por mi cabello, peinandolo.—No te voy a obligar a hacer nada, pero me sentiría muy triste si no me ayudas.—Susurró muy cerca de mi oído, provocando que un leve escalofrío recorriera mi espalda.—Pero estoy seguro de que no se va a negar.

La boca del mayor se abrió para refutar algo, pero pareció pensarlo por un segundo antes de recostarse nuevamente sobre su silla.

—¿Sabes algo?— Tomó otra botella de cerveza.—Haz lo que quieras, pero no me metas en tu mierda.

—Eres mi mejor amigo.—La mirada llena de suficiencia del castaño podría intimidar a cualquiera.—Vas a estar involucrado, quieras o no.

TaeYong bufo molesto mientras tomaba su cerveza, sacando su celular con la intención de ignorar nuestra existencia.

¿Tenía que salir de DoYoung? A veces no entendía lo que pasaba por la mente de JaeHyun. ¿Por qué hacer todo este revuelo solo porque el pelinegro le había ganado una beca en el Instituto?

—¿En qué piensas, pequeña?— El castaño dejó su mentón sobre mi hombro.—Espero que sea en mí.

El más alto empezó a depositar besos alrededor de mi cuello. El simple tacto provocaba que todo mi cuerpo se tensara, pero no me quejaba. No quería que se molestara por las cosas que estaba pensando o que hubiera un malentendido sólo porque su tacto no me apetecía.

—¿Voy a tener que salir con DoYoung?— Pregunté mientras me dejaba caer sobre su pecho.—¿Qué se supone que tengo que hacer?

Llevo uno de sus dedos hasta mi nariz para tocarla.—Sabía que ibas a aceptar.— Dejo un beso sobre mi oreja antes de susurrar.—Te lo diré cuando ese malhumorado no esté presente.

Observé como TaeYong miraba de reojo al castaño, si las miradas mataran... ¿A JaeHyun le gustarían las rosas? Debería preguntarle, por si acaso. No quiero que su fantasma se moleste y nos persiga por el resto de nuestras vidas.

—Me tengo que ir.— El mayor se puso de pie a la vez que sacaba su billetera para buscar algunos billetes, cuando encontró unos cuantos los dejó sobre la mesa.—Mark me ha dicho que necesitan gente en el restaurante, y digamos que aquí sobro.

—Ten cuidado.— Dije mientras lo despedía con una de mis manos.

—Tú deberías tener más cuidado.—Me hubiera gustado no entender a lo que se refería con sus palabras.—Adiós.

Tomó su abrigo que rodeaba la silla y se alejó rápidamente sin esperar alguna palabra proveniente del más alto.

—Hoy no es su día, le escribiré más tarde.—Una risita divertida se escapó de sus labios. Me apretó con fuerza en un abrazo, dejé salir algo de aire por la sorpresa.—No sé qué sería de mi vida sin ti, AhReum.

—Yo tampoco lo sé, JaeHyun.

(...)

—Mmmmm... ¿Donde puede estar?— Volví la mirada a mi celular, leyendo el mensaje que JaeHyun me había mandando.

«Jae BFF 💖»

«Busca en la cafetería cuando tengas tiempo libre, si no está ahí, el aburrido DoYoung debe estar en la biblioteca. Sólo habla con él y vuélvete su amiga, será fácil porque eres linda, AhReum. Suerte!»

«Gracias por hacer esto por mí. Te quiero mucho.»

Suspire a la vez que abría la puerta para salir de la cafetería, DoYoung no estaba ahí. Me pregunto cómo es que JaeHyun sabe donde debe estar.

«Parece que está obsesionado con él.» Pensé.

Apresure mis pasos para llegar a la biblioteca, no estaba tan lejos después de todo. No llevábamos tanto tiempo en la universidad, por lo que no estaba familiarizada con los pasillos o los salones.

"Biblioteca." Leí el cartel y camine para empujar la puerta frente a mí. Una mujer se volteó a mirar por un segundo antes de volver su atención hacia la computadora frente a ella. El lugar estaba desolado, las personas que estaba ahí se encontraban acomodando los libros en las diferentes secciones del lugar.

Me adentre hacia la sala mirando cada una de las mesas que se encontraban vacías.

A excepción de una.

—Bingo.