Morosis; Kim DoYoung; LS#1

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—¿Tienes la cinco? —Leí nuevamente la página, sin ser capaz de encontrar la respuesta. AhReum, estaba sentada frente a mi, al parecer no había escuchado mi pregunta, su mirada permanecía fija en el papel, pero su mente parecía estar en otro lado. —Reum. —Volví a llamar su nombre, pero no recibí respuesta, así que moví mi mano un par de veces frente a su rostro.

—Lo siento, ¿Qué me decías? —Pestañeo un par de veces, saliendo de su transe y me sonrió apenada.

—¿Estás bien?, Pareces preocupada.—Tomé su mano sobre la mesa, un tanto preocupado por ella, llevaba más de dos días así.

—Uh, si, no es nada en realidad.

—¿Es por lo de TaeYong? —Sus ojos se abrieron con asombro, y apretó mi mano.

—¿TaeYong? ¿Has hablado con él? ¿Qué te ha dicho? —Preguntó rápidamente, parecía muy inquieta por mí simple pregunta.

— No he hablado con él.—Fruncí mi ceño ante aquella reacción. —¿No han arreglado su problema? Es tu único amigo, AhReum

—N-no realmente, se supone que ya no hablaría con él. —Suspiro dejándose caer en la mesa, al parecer era una costumbre lanzarse cualquier superficie plana cada vez que se quejaba. —Es el típico caso de la amistad de tres que no funcionó, TaeYong es un idiota y pensó que lo dejamos de lado, y trató de ponerme en contra de mi otro amigo.

—¿Quién es tu otro amigo?

—No lo conoces, estudia en otra facultad. —Se levantó de la mesa, y tomó su papel, aclarando su garganta para hablar. —La respuesta cinco la dieron en clases. Toma. —Estiró sus apuntes, y efectivamente estaba la respuesta.

—Gracias...

Moví mi cabeza hacia un lado, debatiendo en su dejar que el tema realmente muriera ahí o insistirle hasta que me contará que le estaba sucediendo realmente.

—DoYoung. —La miré, esperando que ella me dijera lo que sucedía. —No tienes porqué preocuparte, estoy bien.—Asentí, y le sonreí.

(...)

—Tal vez soy un mal novio. —Le di un trago a mi bebida recién servida.

—Hyung, llevan semanas saliendo, ¿Cómo es eso posible? —Mark me dio la espalda para seguir limpiando las mesas.

—No lo sé, ella está teniendo un mal momento y yo estoy siendo inútil. —Me quejé, golpeando mi frente contra el mostrador. Tanto que le decía a AhReum sobre sobre su postura y yo estaba haciendo lo mismo. La hipocresía, Kim DoYoung.

—Tal vez solo necesita algo de tiempo, no creo que debas preocuparte. —Volvió a echar producto sobre la mesa, y pasó el trapo con fuerza. —Sal con ella, o hazle una visita, que se yo. Solo intenta pasar más tiempo con ella para que no se sienta sola, probablemente se siente sola.

—Empácame un combo siete. —Saque un par de billetes de mi cartera, sonriendo. Sería un buen novio, e iría a visitar a mi querida novia.

—No me pagan lo suficiente por esto —Suspiro, dejando el trapo sobre la mesa, tomó mis billetes y se desapareció por un pasillo mientras decía algo sobre "Cobrar por sus consejos"

Salí del restaurante con un envase de comida en mis manos, camine hacia la parada de buses y espere por un par de minutos. Hasta que me di cuenta que...

No sabía dónde vivía AhReum.

Definitivamente, era el peor novio en toda la historia.

(...)

—¡Buenos días! —AhReum me abrazo por la espalda, dejando un sonoro beso en mi mejilla. —¿Cómo amaneces? —Sonreí al escucharla, parecía estar más animada.

—Mejor ahora que te veo. —Me moví, dando la vuelta para quedar frente a ella, soltando me de su agarre, para abrazarla con más fuerza. —Te extrañe mucho, ¿Qué hiciste el fin de semana?

—Estuve de compras con mamá, ya sabes, por la cena. —Apoyo su barbilla en mi pecho para mirarme.

—¿Qué cena?

—La de Ja...—Su tono de voz se fue apagando, y luego Soltó una risa un tanto nerviosa. —¿He dicho cena? —Asentí, frunciendo el ceño. —Lo siento, no sé de qué hablo. Estuve con mamá comprando algunas cosas que necesitaba, y mamá suele tomarse mucho tiempo en la tiendas. Discúlpame.

—No tienes porque disculparte, Reumie. —Toque su cabeza con cariño.—Vamos, hay que entrar a clases. —Deshice el abrazo, pero tomé su mano, para comenzar a caminar hacia el aula. Hasta que el celular de AhReum comenzó a sonar, y su alegría se esfumó, dejando un rostro de preocupación.

—P-puedes adelantarte, necesito contestar esta llamada. —Tartamudeo al hablar, dándome mala espina sobre la situación. Era mejor que esperara junto a ella.

—Puedo esperar por ti, tranquila...

—Está bien DoYoung, no quiero que pierdas clases por mi, entra y toma apuntes por los dos. —Ordenó, mirando su teléfono, apreté mis labios, pero termine por aceptar, dejándola en la entrada. Me dio la espalda y contestó aquella llamada. 

(...)

—Tal vez deberíamos venir más seguido. —AhReum apoyó su cabeza en mis piernas, cerró sus ojos y suspiro.— Se acercan los semestrales y siento que los voy a arruinar.

—No digas eso. —Comencé a acariciar su cabello. —Siempre estoy yo para ayudar.

—Gracias...

—No hay de que, AhReum, siempre tratare de estar para ti. —Lleve mi mano a su mejilla, dejando leves caricias. —Esta bien si no quieres hablar de lo que sea que te esté pasando, pero cuando lo estés. Estoy dispuesto a escucharte. —AhReum abrió sus ojos, y estos se veían un tanto aguados.

Tonto.
Tonto.
Ya la hice llorar.

—Lo siento, Doyo, soy una horrible persona. —Tomo mi mano entre las suyas y comenzó a llorar.

—No eres una mala persona, lo que sea que esté pasando, no es tu culpa—Pase mis manos por su rostro, secando sus lágrimas.

Ella no estaba bien, y yo no tenía ni la más mínima idea de lo que le estaba  pasando.

Y si no estaba dispuesta a decírmelo.

Yo mismo buscaría la respuesta.