Epílogo de Cuidándote

817 121 7
                                    


Tiempo después...

— ¡Raily! —Chilló Ashley enojada—. ¡Te he vestido ahora mismo!

—Lo siento mami —dijo la pequeña de un año y tres meses, en su extraño idioma  y con una sonrisa inocente en su rostro—.

Ashley golpeó con su cabeza con la pared de la cocina. Raily tenía todo el vestido blanco manchado de la Nutella de Ryan que estaba en el frigorífico. Su pequeña y redonda carita estaba toda embadurnada del chocolate, incluso su pelo rubio tenía del dulce marrón.

—Te va a vestir tu padre, yo no puedo más.

En ese instante entró Ryan y se río al ver la escena. Normalmente su hija era tranquila pero cuando quería hacer travesuras de convertía en todo un kremlin.

Cuando se enteraron de la llegada de la niña solo tenían tres meses de casados y estaban contentos. El embarazo fue complicado debido a la enfermedad de Ashley, estuvo muchas semanas en cama y los médicos la trataron con atención para que pudiera dar a luz en un parto normal. Ryan vivió junto a ella todos y cada unos de sus síntomas, la cuidó y la apoyó en todo momento como un buen esposo.

La vida de casados era pesada pero ellos la llevaban como podían, pero sobre todo se amaban y querían a su hija, su vida, su luz. Raily era la consentida de la casa y siempre sería así, porque Ryan no permitió ni permitiría que Ashley saliera embarazada de nuevo. Él la necesitaba en su vida y no soportaría perderla.

— ¿Está mi pequeña de traviesa de nuevo? —La niña aplaudió y le brindó chocolate a su padre. Este metió el dedo en el embace para luego llevarlo a su boca—.

— ¡Rico, Papi! —Gritó y Ashley rodó los ojos—. Papi, mami, enojada.

—Sí, mami está enojada porque te ensuciaste y tenemos que salir a lo de la abuela.

—No ensucio más mami, pedón —repitió lo que Ryan la puso a decir y la mujer no pudo evitar sonreír por las palabras de su pequeña pero aun así no la tocó, ella estaba ya lista y no se iba a manchar—.

Cuando llegaron a casa de Zoey todos estaban allí, se cumplía un año más de casados de los padres de Ryan y la familia estaba junta como siempre en todas las cosas importantes. Katie los miró con complicidad y le guiñó un ojo a Ashley. Esta sabía por qué. Hacía un tiempo atrás, en la primera operación de Ry, ella le había dicho que era la futura novia del rubio y bueno, tenía razón, con la pequeña diferencia de que ahora era su esposa.

Ella logró hacerle caminar, lo sacó de la oscuridad y de la hostilidad. Él se ganó su corazón y hoy compartían una vida. Una que sabían, ambos, que sería para siempre.

Amor y Dolor IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora