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4.

CAP. 4. 'AYUDA'

'Buenos dias' saludo el chico pelinegro. Su ropa parecía sucia.

No decidí contestar. No me fío de nadie y menos en el sitio en el que estaba.

'¿No vas a responder?' preguntó notando mi mirada de desconfianza y mi silencio. Parecía estar en la sala de enfermería por la camilla y los distintos aparatos pegados a mí. 'Esta bien' dijo finalmente.

'Lo haré yo' dijo plantandose delante mia y ofreciéndome su mano. Decidí no aceptarla. 'Me llamo Rodrigo'

'Debes ser nuevo' siguió hablando solo. '¿Estas bien?' preguntó acercándose más a mi cara. Sus ojos eran bonitos y parecía tener un tatuaje detrás de la oreja.

'Rodrigo' dijo una voz masculina desconocida. Apareció un hombre en bata blanca que parecía bastante mayor. 'Deja en paz al nuevo ¿no estabas en aislamiento?'

'Me han soltado sorprendentemente está mañana' contestó con las piernas apoyadas sobre una mesilla llena de distintas herramientas médicas. Levantó las manos orgulloso de sí mismo y se balanceo sobre la silla. '¿No te parece increíble que la señora Sastre me dejara ir a los dos días?'

¿Llevaba dos días allí?

Extraño.

Abrió la boca y permitió ver que tenía un par de dientes rotos y otros deformados. Tenía una sonrisa peculiar.

'Si' contestó el medico mientras me quitaba las pegatinas del cuerpo. 'La próxima vez no te escapes más'

'Estoy preparando mi próxima escapada' dijo volviendo a sonreír, el medico le miró con desconfianza. '¡Joda!' dijo inmediatamente y luego se echó a reír.

'¿Como se llama?' preguntó moviendo la cabeza ligeramente hacia mi. Me parecía incómoda su presencia y la cantidad de preguntas que hacía.

'¡Rodrigo, te he dicho que dejes en paz al nuevo!' le regaño. Rodo los ojos y siguió jugando con sus dedos.

'Sea como sea lo acabaré sabiendo' dijo levantando los hombros. '¿Cómo llegaste hasta aquí?' volvió a preguntar dirigiéndome la mirada. No respondí y el suspiro, sujetándose la cabeza con las manos.

'¡Perdón!' decidió disculparse esta vez por sí mismo antes de que nadie dijera nada. '¡Me voy a ver a Alicia!' dijo levantándose y yéndose por la puerta.

'No te preocupes por el, suele ser así pero es un buen chico' dijo el doctor mientras apuntaba un par de cosas en su cuaderno. 'Te puedes cambiar detrás de esa cortina y puedes volver a tu habitación' dijo señalando un pequeño montón de ropa que estaba sobre una silla.

Asentí y me levanté lentamente de la camilla. Sentía un pequeño mareo pero debía de ser por estar inconsciente después de dos días.

La ropa que me asignaron era distinta a la que tenía antes. Una camiseta de manga larga vieja de rayas negras y blancas y unos pantalones anchos de color negro con las mismas zapatillas que tenía antes.

'¡Matias!' me llamo el doctor antes de irme. Me acerqué hasta donde el estaba.

'Come' dijo mirándome por arriba de sus lentes. Asentí sin prestarle mucha atención y me fui.