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22.

CAP. 22. 'LA NOCHE ANTERIOR'

No puedo hablar demasiado de la noche anterior. Tengo recuerdos borrosos de ella y una enorme resaca.

Después de que Rod y yo estuviéramos sentados en el sofá mirando a un cuadrado en negro porque la televisión rara vez funcionaba, Mike nos ofreció drogarnos lo cual Rod aceptó y acto seguido, yo también lo hice.

Mike, quién está acostumbrado a drogarse normalmente no tardó en irse a su habitación a dormir. Recuerdo que estuvimos unos minutos hablando los tres en el sofá mientras que la droga comenzaba a hacernos efecto.

Cuando el subió, Rod y yo estuvimos durante un corto periodo de tiempo riendonos por todo. Como si nuestra cabeza estuviera conectada, comenzamos a ver cosas extrañas sobre las paredes y en el suelo.

Después salimos y no recuerdo cómo acabamos acá.

Rodrigo y yo dormíamos detrás de esa puerta de color rosa. Era una habitación preciosa, que poseía algunos juguetes en estanterías, un escritorio antiguo de color marrón claro, un armario con ropa de una niña de 5/6 años, una cama con un edredón con temática de princesas y una alfombra debajo de esta de color rosa claro, que había agarrado tanto polvo que había quedado de un color grisáceo. Las paredes mostraban humedad en algunas partes, la luz no funcionaba apenas y toda la habitación, como el resto de la casa, estaba sucia y tenía polvo.

Sin embargo, el parecía más feliz que nadie. Dormía plácidamente encima de esas sábanas mientras extendía un brazo encima de mi cuerpo.

'¿En qué piensas?' pregunté a Rodrigo. Hacia frío y estabamos mojados, como el día en el que llegamos. Estuvimos un rato corriendo por la vecindad.

'En vos' dijo sentándose sobre un coche destartalado.

Esa noche había llovido tanto de nuevo que apenas había podido dormir. 

Cuando el primer rayo de sol se asomó por la ventana, a pesar de seguir siendo un día nublado, Rod se acercó más a mí rodeándome completamente con sus brazos. No era incómodo dormir con el. Era tan tierno.

Como si nuestras mentes estuvieran unidas, sonaba la misma música en nuestros oídos y la describimos tarareandola. Ninguno de los dos sabía de donde salía tal melodía o que nombre tuviera, simplemente nos encontrábamos debajo de la lluvia cantando una alegre canción.

Se oyeron unos pasos en el exterior. No deje de mirar a la puerta mientras se aproximaban más a esta.

Mike abrió de repente. Abrí los ojos como platos al verle en frente nuestro mientras Rod me abrazaba con fuerza.

'Hola Matias' saludo quedándose detrás de la puerta, apoyado sobre el marco y mostrando simplemente media parte de el.

'Hola' respondí confuso porque estuviera allí.

'Hola Mike' saludo Rod con los ojos aún cerrados.

'Perdón por molestarles' dijo este en un tono de voz tímida. Tartamudeo incluso ligeramente. '¿Tienen morfina?'

'No' respondí. Su aspecto era delgado, llevaba una camiseta mucho más grande que el encima e iba sin pantalones.

'¿Tramadol?' insistió, yo negué con la cabeza. No sabía muy bien de qué servían pero sabía que se trataba de medicamentos. '¿Pastillas para el dolor de cabeza?' siguió preguntando.

'No tenemos nada' conteste. 'Lo siento'

'No pasa nada' dijo este rascándose de nuevo el brazo. Se acercó a duras penas a nuestra cama y se sentó encima de ella. '¿Que tal han dormido?'