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CAP. 2. 'CONSECUENCIAS'

Pasaron varias mujeres y hombres por la habitación haciéndome distintas preguntas. Me entretenía responderlas. La primera vez que lo hice no tuve la oportunidad de disfrutar de esto. Estaba completamente aterrorizado pensando en la condena que me llevaría por haber matado a ese chico.

Cualquier persona con uso de razón sabría que me estaban acusando de algo en lo que era inocente. Sí, es verdad que he matado a dos personas pero ¿realmente no lo merecían?

¿Acaso les esperaba un futuro mejor?

Lo dudo, ni a mi me espera algo mejor. Pasaré el resto de mi vida en la cárcel.

Y si alguien ahora mismo entrara en la habitación con un cuchillo en sus manos, se abalanzara sobre mi y me amenazara con rajarme el cuello de izquierda a derecha no pondría pegas. No era demasiado joven para morir, es que ya no había vida directamente para mi.

Pero es demasiado difícil suicidarte por lo tanto, aquí sigo.

'Matias Candia' llamaron mi nombre. Giré la cabeza y vi a un hombre con jeans de color azul oscuro y una camisa de color blanca, lentes que ocupaban media parte de su cara y algo parecido a una carpeta entre sus manos. 'Acompaña a los agentes, hablaras con tu abogada'

No dije nada, simplemente me levante y espere a que me volvieran a esposar hasta dejarme en la otra habitación donde mantendría una conversación con ella. Mi madre no podía permitirse un abogado de lujo, así que me tocaba conformarme con aquellos que estaban de practicas y defendían cualquier tipo de casos en busca de experiencia.

Era una mujer joven. Su cabello era anaranjado, su piel clara y pálida y tenía lentes circulares.

Me senté en la silla enfrente a la suya. Los guardias insinuaron con una mirada que quedarían fuera mientras la conversación transcurría, por si sucedía algo.

'¿Y mi vieja?' pregunté viendo como cerraban la puerta, sin esperar a que esta viniera. Al ser menor de edad se supone que solo podía hablar con un abogado bajo la supervisión de mi madre.

'No va a venir' contestó la mujer al otro lado de la mesa. Hice un gesto extrañado esperando a que elaborara su respuesta. Levanto la cabeza y elevo su hombro derecho. 'Supongo que estará ocupada, no ha dado mucha información sobre ello' dijo después de unos segundos.

Fruncí el ceño. Me dolía que ella no estuviera acá y sabia que estaba decepcionada conmigo por haberla cagado de nuevo pero era lo mínimo que podía hacer. Al fin y al cabo seguía siendo mi madre.

'¿Como quieres que te llame?' preguntó juntando sus manos y entrecerrando sus ojos. Era una pregunta absurda para el caso en el que nos reuníamos.

La miré extrañado y bufe. '¿Matias?' pregunté levantando el labio.

'Esta bien Matias' respondió, no tomando mal mi tono de voz. 'No te van a poner cargos por violación' dijo. Alzé las cejas con asombro.

Es decir, yo nunca violé a Marina pero no es algo usual que confíen en un asesino. 'No han encontrado marcas en el cadáver de violación recientes, ni han podido acusarte de que estuvieras con ella a solas por las cámaras del centro...'

Hizo una breve pausa y soltó un suspiro: '¿No lo hiciste verdad?'. Lo negué rápidamente con la cabeza.

'Podemos agarrarnos al hecho de que ella te acosaba...' soltó la idea mientras ojeaba entre las hojas de su archivador. '¿Como lo hacia?'

Tragué saliva mientras pensaba en como responder. 'Me perseguía a todas partes. Donde estaba yo ella estaba a mi lado...' comencé a contar. 'Al ver que la trataba mal y cada vez intentaba evitarla más, decidió inventarse que la viole'