Tú, mi destino | Ciel Phantomhive y tú

3.- Melancolía

Sebastián: hoy seguro fue un día pesado para usted bocchan.

Ciel: (serio) no para nada, de hecho fue un poco relajante... ¿crees que haya algún pendiente para mañana?

Sebastián: puede ser... debemos esperar a mañana para saber si hay un nuevo misterio que resolver.

Sebastián terminó de arropar a Ciel con una pijama cómoda y ligera y lo tapó con la sábana.

Sebastián: ¿se le ofrece algo más antes de que me retiré bocchan?

Ciel: (suspira) nada, puedes irte.

Ciel se acomoda para dormir, Sebastián apaga la fuente de luz y sale de la habitación, Ciel apartó todo pensamiento de su cabeza y en pocos minutos logró quedarse dormido.

Después de un tiempo de solo ver negrura una escena apareció mientras dormía, al parecer estaba en el pasado, era de nuevo un pequeño niño pero en lugar de ser un niño frío, serio y reservado era un niño alegre, con un rostro cálido, una sonrisa sincera en sus labios y con una forma de ver la vida diferente.

Se encontraba persiguiendo a Elizabeth quien también estaba muy alegre, era un dia soleado de primavera y cerca en un árbol estaban sus padres Vincent y Rachel sentados junto a su tía Madam Red charlando felizmente.

Elizabeth se adentró en un bosque y al ver el suceso Ciel repitió su acción pero pronto todo lo alegre y cálido se desvaneció y se convirtió en un escenario donde no se veía nada, solo oscuridad, asustado Ciel miró a todas partes buscando a sus padres, a Elizabeth o a su tía pero no los encontraba por ninguna parte.

La oscuridad se fue y ahora el pequeño Ciel se encontraba dentro de la mansión Phantomhive pero se horrorizo, la mansión se estaba quemando.

Ciel: (gritando) ¡mamá! ¡papá! ¡¿donde están?!

Ciel comenzó a correr por los pasillos de la mansión y volteaba a todas partes desesperado en busca de sus padres hasta que finalmente los vio, se encontraban al otro lado de el pasillo donde él se encontraba. Corrió hacía ellos pero parecía que entre más se acercaba más se alargaba el pasillo haciéndole imposible llegar con sus padres.

El pasillo después de un tiempo breve dejó de alargarse y Ciel pudo llegar al fin con sus padres, alegre los tocó a ambos de los brazos pero descubrió al verlos mejor que esos no eran sus padres, eran unas gigantes marionetas iguales a ellos con hilos que colgaban de el techo.

El miedo lo obligó a retroceder y al dar unos pasos más sintió que pisó algo líquido, miró hacía el suelo y dio un gritó de horror, el líquido que había pisado era de un rojo intenso y al lado de éste estaban sus padres, sus verdaderos padres tirados en el suelo muertos desangrandose.

Ciel: (triste) ¡mamá! ¡papá! ¡noo!

Estaba a punto de romper en llanto pero no pudo por qué de repente sintió como que varias manos lo tomaron de todas partes, vio que eran personas encapuchadas, todas ellas lo comenzaron a rodear y él asustado trataba de zafarse pero le era imposible.

Ciel: (asustado) ¡sueltenme! ¡sueltenme por favor! ¡auxilio! ¡no noo! ¡no!

Ciel despertó sobresaltado pero sin soltar algún grito, otra vez volvió a tener una pesadilla horrible que tenía que ver con él y con sus padres, era raro ya que hacía un tiempo que había dejado de tener.

Ciel: las pesadillas quieren volver... ¿por qué es tan difícil olvidar el oscuro pasado y seguir con mi vida?

Se levantó de la cama, se paró cerca de la ventana y miró las estrellas.

Ciel: lo logré... esas personas pagaron por lo que me hicieron a mí y a mis padres... pero ¿por qué no me siento contento o satisfecho? si estoy rodeado de personas que me aprecian y respetan ¿por qué me siento tan solo? trató de ser fuerte pero ¿por qué siempre la tristeza o la frustración me tienen que seguir? si vengarme no era el pase para ser felíz entonces... ¿qué es lo que me falta para serlo completamente? ¿que es?

Le da un suave golpe a la ventana con un puño, cierra los ojos y recarga su cabeza sobre el frío vidrio de la ventana.