12.- Amabilidad de Elizabeth

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------: ¿como te sientes Ciel?

Ciel: ya un poco mejor, solo que ya estoy cansado de usar estas cosas para poder caminar y de tener estas vendas.

------: tranquilo, solo espera un poco más y pronto estarás como si nada hubiese pasado.

Sebastián: bocchan ya están listos.

Ciel: pasa Sebastián.

El mayordomo pasó al despacho del peliazul con un carrito, quitó los platos sucios que tenían ahí, los jóvenes ya habían desayunado y ahora les tocaba comer el postre; Sebastián le entregó a cada quién un plato que llevaba una rebanada de pastel de chocolate.

Al mirar al mayordomo se llevaron una sorpresa, tenía su rostro llenó de saliva y su cabello hecho un desorden.

------: wow ¿que te pasó Sebastián?

Sebastián: oh nada grave señorita.. solo que dos amigos caninos han unido sus fuerzas para atacarme con muestras de cariño.

------: oh.. jaja si que mi chispa y pluto son un desastre.

Ciel: tendrás que acostumbrarte Sebastián, los perros se quedan.. además nos sirven de gran ayuda para ahuyentar a esos animales molestos que tanto te gustan.

Sebastián: (sonriendo) mmm lo que usted ordene bocchan pero en la calle no podrá evitar que me acerque a un minino.

Sebastián hizo una reverencia y se retiró.

Ciel: es insoportable a veces.

------: (sonriendo) pero es un excelente mayordomo, debemos admitir.

Ciel: tal vez.

Comieron de sus pasteles y al terminar se escuchó un carruaje, miraron por la ventana Elizabeth había decidido visitarlos.

------: (sonriendo) vaya parece que Elizabeth está ansiosa por verte.. ven vamos yo te ayudó a bajar las escaleras.

Ciel: (sonriendo) gracias.

Salieron del despacho, caminaron por el pasillo y al ya estar cerca de las escaleras Ciel se sujetó con su brazo izquierdo de los hombros de ------, con el otro de el barandal de las escaleras, mientras la chica lo sujetaba de su torso con su brazo derecho y las muletas las llevaba en el brazo izquierdo.

Al ya estar abajo, la puerta de la mansión se abrió, la rubia corrió felíz hacía ellos y los abrazó.

Elizabeth: (alegre) ¡oh Ciel, ------! ¡tenía tantas ganas de..!

Miró el estado de Ciel y cambió a un estado de preocupación.

Elizabeth: ¡oh Ciel! ¿que te pasó?

Ciel: (serio) practicando las clases de montar caballo, al estar solo ese tonto animal se asustó por ver un zorrillo, me tiró al suelo y caí, una roca me golpeó la pierna.

------: pero no hay de que preocuparse, Sebastián dijo que no es grave.. en unos cuantos días Ciel va a estar bien, no se fracturó solo es un dolor temporal.

Elizabeth: que alivio, ya me estaba preocupando.. que suerte que no te haya pasado algo más grave Ciel.

Ciel: por fin la suerte estuvo de mi lado... y ¿a que se debe la visita Lizzie?

La rubia miró el aspecto físico de ------.

Elizabeth: (sonriendo) oh no es una visita como las que suelo hacer siempre, vine porque quiero que vayamos al pueblo a las tiendas de ropa, deseo comprarle unos vestidos a ------.

Tú, mi destino | Ciel Phantomhive y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora