Relatos para antes de Dormir.

Obsesión.

   Su nombre es Marie Dunkan, trabaja de dependienta en una perfumería. Me sé su rutina diaria, llega a su trabajo a las 8:00 am sin falta y se retira a las 18.00 pm. Va a comprar un latte de vainilla con crema en una cafetería cerca de su lugar de trabajo siempre después de terminar su turno.

   Vive sola y no tiene novio, lo sé porque nadie la espera después del trabajo y siempre que estoy estacionado cerca de su casa, nadie la recibe con un cálido abrazo de bienvenida. Eso me alegra, de no ser así, tendría que compartirla y nunca me ha agradado compartir lo que me gusta, y sin duda, ella me fascina...

   Es tan preciosa cuando duerme... La visito cada vez que puedo y la veo dormir desde la ventana de su habitación. Me imagino las noches junto a ella, acariciando su suave piel, besando sus labios color rosa. Contengo las ganas de recostarme a su lado y me marcho con el corazón acongojado de no poder hacerlo.

   Lo he pensado muchas veces, quiero poder acercarme a ella, poder ser parte de su día a día y dejar de ser un espectador. 

   Me dirijo a la tienda decidido, ella está reponiendo un escaparate, la saludo algo nervioso y le pregunto por un perfume, ella me lo trae enseguida, entonces inicio una conversación acerca de un nuevo perfume de cierta marca reconocida, ella se muestra interesada, cambio una veces de tema, y luego por fin me animo a invitarle un café cuando finalice su turno y ella amablemente acepta mi invitación.

   Después de tomar un café, me ofrecí a llevarla a su casa, ella asiente con una sonrisa dulce en sus labios. Al llegar a casa de Marie, ella me invita a pasar y yo acepto gustoso. Si supiera todo lo que he hecho para estar aquí, tal vez no me dejaría entrar...

   «Si supieras que sé todo lo que haz estado haciendo hasta este momento y que lo he permitido, saldrías corriendo arrepentido si te enteraras lo que quiero hacerte...» pensó ella. Marie Dunkan toma un florero de un estante y lo golpea, dejándolo inconsciente, luego toma un cuchillo y comienza a desprender la piel de la carne del hombre.

   El único detalle que el hombre no sabía de ella, era que Marie Dunkan era una caníbal...

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Lo prometido es deuda, aquí está el siguiente relato, espero les haya gustado mucho. Ahora me despido, que tengan buen fin de semana, buenas noches👻