Cada mañana el reloj marcaba las diez en punto y ella contaba los vértices y grietas de las murallas que la apricionaban, luego él entraba y la poseía. Ésta vez le susurró al oído que la amaba, lo vio en sus ojos; supo que jamás saldría de ahí.
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Relatos para antes de Dormir.
TerrorUna serie de relatos de índole oscura que esperan cautivar, aterrorizar y causarte pesadillas. Esperando que disfrutes, buenas noches...
Claustrofobia.
Cada mañana el reloj marcaba las diez en punto y ella contaba los vértices y grietas de las murallas que la apricionaban, luego él entraba y la poseía. Ésta vez le susurró al oído que la amaba, lo vio en sus ojos; supo que jamás saldría de ahí.