Capítulo 20: Objeto de Deseo

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Capítulo 20: Objeto de Deseo

Torre #5: Torre del Director_Cuarto Piso_Pasillo_Despacho del Director

El sonido del andar, rápido y decidido, retumba en las paredes del cuarto piso como si fueran tambores anunciando una guerra, pues para Minerva Mcgonagall podría ser el inicio de una

Se hallaba hace pocos minutos tomando el té con la enfermera Pomfrey (fiel amiga y compañera de meriendas) hasta que todos los cuadros de la sala le comenzaron a alertar sobre la presencia de un "extraño" en su despacho

¡Un extraño, y en el despacho del director ni más ni menos! un cuarto que fue diseñado para ser inaccesible sin previa autorización y mejorado por ella misma para estar lleno de pasadizos, alarmas, puertas trampas, claves por doquier y un par de soldados de piedra resguardando; no es un lugar que cualquiera pueda tomarse a la ligera y acceder cuando se le dé la gana

Aun así habían traspasado no solo las defensas del propio castillo, sino que además evadieron a todos los cuadros, fantasmas, profesores y prefectos hasta llegar a su despacho. Si este acto fuera tan sencillo el mismísimo Voldemort no se habría complicado la vida en la batalla de hace siete años

Al pensar esto un escalofrió recorre todo el cuerpo de la directora haciéndola detener su andar repentinamente. ¿Acaso será posible que la persona que ha vulnerado todas las defensas del lugar pueda llegar a ser hasta más poderosa que el propio lord oscuro? ¿Y en caso de serlo, qué sucederá si fuese un enemigo?

Posa su vista en la varita de abeto que es sujeta por su temblorosa mano derecha. Ya no se haya en condiciones para un duelo de magia y mucho menos contra alguien fuerte; quizá pueda ganar algo de tiempo hasta que los profesores Flitwick y Longbottom lleguen luego de ser alertados por madame Pomfrey y las probabilidades jueguen a su favor. Si, ese será su plan, por lo que aparecerse con varita en mano sería una imagen muy amenazante, así que la esconde en la manga de su túnica para que sea de fácil acceso si es que todo se descontrola

Continúa su camino hasta llegar a la entrada del despacho y sorprenderse al ver como los dos guardias de piedra permanecían en su postura recta

Las dos estatuas están programadas para bloquear la puerta con sus lanzas para que nadie que no sea ella o los profesores pudiera entrar, pero allí estaban, inmóviles y en guardia como si nadie hubiera ingresado o pasado cerca de ellos

¿Y si los retratos se hubieran equivocado? Quizá solo fue producto de la demencia senil que padecían varios de ellos, ¿pero todos a la vez, incluso los más jóvenes? ¿Podría ser un caso de histeria colectiva?

La mujer agita su cabeza para desaparecer cualquier pensamiento, sea cual sea la respuesta ahora necesita estar más concentrada que nunca. Ordena a los dos guardias permanecer alerta en caso de necesitar de su ayuda y prosigue a subir por la escalera de caracol

Cada escalón es una eternidad y las paredes parecían estar bañadas en una fúnebre oscuridad que no era ni por asomo debilitada por las antorchas de las paredes; por su frente baja una gota de sudor frio mientras que el errático palpitar de su corazón le recuerda que ya está entrada en una edad avanzada como para estar subiendo y bajando escalones

"El próximo año intentaré colocar el despacho en los primeros pisos" es el pensamiento cómico que pasa por su cabeza para evitar caer en el miedo

Solo dos escalones restaban para ingresar a la sala pero ya podía ver al "invasor" perfectamente

La mujer larga un suspiro reconfortante al reconocer al muchacho, de pelo color hollín y revoltoso como en aquellas épocas en la que era su estudiante. En cambio, su mirada esmeralda que antes rebosaba de brillo y calidez, ahora solo muestra un oscuro y profundo vacío melancólico mientras observaba en silencio un retrato

Entre Luces y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora