Capítulo 36: Bandos

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Capítulo 36: Bandos

Oficina del Ministro de Magia

Kingsley se lleva las manos a la cara y ahoga un grito de frustración. Nada sale como él quiere y pareciera que todo va a peor
Se reclina en su sillón y deja la mirada perdida en el techo de su oficina. No solo Aleister Crowley demandó la seguridad de Harry, sino que ahora la Ministra muggle ha sugerido su eliminación. Todo por cumplir los caprichos del niño de la profecía. Sabía que no era buena idea dejarlo por su cuenta. Pensó que, conociendo como trabaja Harry, todo estaría terminado rápidamente y sin altercados. Mas equivocado no pudo estar
La cadena de mando se encuentra tambaleando como una torre de naipes a punto de caer a la más leve ventisca. Su oficina de aurores está al borde del colapso, y el secreto internacional podría estar corriendo peligro si todo sigue como hasta ahora

Cierra sus ojos. Contempla todos los sucesos ocurridos en su mente. Intenta adivinar cómo se desencadenarán los eventos a partir de ahora para intentar formular un plan

Lucius Malfoy, Harry Potter, Susan Bones. Son fichas en un tablero sin reglas, totalmente caóticas, impredecibles e incontrolables
La mejor opción es eliminar a Lucios Malfoy lo más rápido posible antes de que todo se descontrole al punto de poner en peligro el mayor secreto del mundo
Lo primero que necesita hacer es colocarle una correa nueva a Susan. Crimmson tenía esa función pero resultó ser un completo inútil
Posa su atención en el cajón de su escritorio, luego lo abre y saca una varita conocida de su interior. Con un leve movimiento de mano y un par de palabras logra encantar el objeto, ahora sabrá donde se encontrará en todo momento.

Se levanta de su escritorio y sale de su oficina para intentar terminar con todo antes de que las puertas del infierno se abran

-¿Señor?

Su secretaria se encuentra juntando los dientes de oro de Crimmson del suelo mientras un médico lo examina e intenta recobrarle la consciencia

-Cancela todas mis reuniones de hoy, quizá dentro de los próximos días también. Estaré fuera de la ciudad un tiempo
-Pero...

El hombre se marcha sin decir ni una sola palabra más
Camina tan apresurado que las personas apenas y pueden esquivarlo. Su mente trabaja a mil revoluciones por segundo pero le es imposible determinar cómo acabará todo. El tiempo avanza a contrarreloj y el solo pensar en la cantidad de favores que tendrá que pedir lo agobian aún más

~O~

Oficina del jefe de los aurores

Los finos rayos de sol se cuelan por las persianas semi-cerradas de la ventana de la oficina de Susan, mostrando con claridad toda la danza que hace el humo del tabaco, el cual invade por completo el lugar. El ambiente es digno de una película de detectives

La mujer se encuentra haciendo dobleces en un papel de color azul oscuro en silencio; mientras, el viejo perro de caza Donov, se distrae con el diario matutino y el quinto cigarrillo de la recién iniciada mañana
De vez en cuando el silencio es cortado por un chistido de irritación de Susan seguido de un papel arrollado siendo arrojado al cesto de basura. El proceso se repite unas tres veces hasta que el hombre baja su diario

-¿Qué es lo que tanto haces?
-Origami
-Ok, de acuerdo. ¿Se puede saber por qué haces origami en estos momentos?
-Es un viejo truco que me enseñó Ron. ¡Mira, lo logré!

La mujer enseña con orgullo al pequeño escarabajo de papel azulado en la palma de su mano

-Se ve muy... ¿bonito?
-Ahora préstame tu varita
-¿Para qué? Usa la que tienes tú
-Se la acabo de devolver al chico que me la había prestado
-Jimmy
-Si ese. Como sea, rápido dame la varita

Entre Luces y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora