Traición

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Aunque Clem no estaba tranquila, no podía creerse que estuviera a punto de darse otra ducha, la chica de rasgos árabes la acompañaba a los baños, le dejó un par de toallas lo más limpias posibles encima del lavabo y un cepillo para el pelo. 

-Al ser tu primera ducha puedo darte unos quince minutos de agua caliente, la gente solo tiene cinco. Vas a salir nueva.-sonrió la joven con amabilidad.

-Gracias.-murmuró la rizada mirándose al espejo.

Ahí fue cuando se dio cuenta de como había pasado el tiempo, ya no tenía ocho años, no estaba sentada en su banco mientras su madre adornaba su pelo con coleteros de colores cuando estaba recién salida de la ducha con su suave albornoz de color amarillo. Clem era casi una adulta, sus facciones habían cambiado, había crecido. Aquel fue un sentimiento extraño, como si acabase de despertarse de un largo sueño. 

-Tu pequeño estará bien, no te preocupes. Stefan es cruel, pero no va por ahí matando críos. Aunque... Yo que tú tendría cuidado con él.-lo último lo dijo con un hilo de voz mientras miraba al suelo.

Eso inquietó a Clem, la chica se rascó la nuca en un acto de nerviosismo. Negó con la cabeza y se agarró las manos.

-Me llamo Clementine.-se presentó la joven intentando crear un vínculo de confianza con la chica.

-Fatema.-respondió al chica con una media sonirsa.-Te traeré otra camiseta y creo que tengo algo para tu pelo, a mí no me sirve.

La chica desapareció del baño y Clem aprovechó para darse una ducha caliente. El agua se teñía de un color tierra bajo sus pies, no podía creerse la cantidad de suciedad que su cuerpo transportaba diariamente. Tuvo que refregarse con algo de fuerza para conseguir quitar la sangre podrida en su totalidad. Cuando el agua comenzó a salir fría entendió que era momento de salir, se enredó una de las toallas debajo de sus axilas. Miró una crema para cabello que la chica le había dejado, la puso sobre sus puntas y por una vez en mucho tiempo se desenredó el pelo. Cuando acabó volvió a mirarse al espejo, parecía otra persona.

La puerta se abrió de nuevo, suspiró con gran alivio al ver a Louis y AJ entrando en el baño, el chico corrió a abrazarla y ella se agachó a su altura para facilitarlo.

-¡Clem! Que bien hueles.-sonrió el pequeño separándose unos centímetros.

-Lo sé, no estoy acostumbrada. ¿Os toca a vosotros?

-Eso nos ha dicho una chica.-informó Louis.

-Fatema.-respondió Clem.-Voy a cambiarme y te doy una ducha.

Louis aprovechó para entrar a las duchas, aunque le encantaba ver a Clem, eso de tener una ducha en condiciones en lugar de lavarse con una manguera sonaba demasiado bien como para dejarlo esperar.

-Creía que esto sería peor.-dijo Louis mientras que el agua caía por su cuerpo.

Clem miró al pequeño que comenzaba a quitarse la chaqueta. 

-¿Quieres patrullar mientras yo me visto y Louis acaba?-sonrió la joven.

El chico asintió y salió del baño con una misión en su mente. Clem sonrió de lado y tras quitarse la toalla entró de nuevo en la ducha sorprendiendo al joven. 

-¡Clem! ¿Dónde está AJ?

-Patrullando, ¿Necesitas ayuda? 

El chico sonrió y Clem pasó sus manos por la espalda del chico haciendo un leve masaje, hasta que Louis se giró sobre sí mismo posando los brazos en su cintura, se dieron un corto beso y ella se acurrucó en su pecho.

-Me esperaba esto mucho peor.-admitió el joven. 

-Yo también. Pero sigue sin darme confianza. Mira lo que hicieron con Minnie. Sophie gritó que Tenn huyese. ¿Crees que no querría esto para su hermano pequeño? Aquí hay gato encerrado.

tarde o temprano [TWDG] clouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora