La otra cara de Delta

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El sonido de un bastón siendo aporreado contra los fríos barrotes de nuevo, debían acostumbrarse a ese despertador, y a aquel amargado y estúpido soldado. Clementine abrió los ojos, se había quedado dormida en los muslos de Louis, la espalda y varios músculos debido a la mala postura en la que había dormido.

-¡Arriba! Tenéis trabajo que hacer hoy.

La ruda voz del adulto se coló en sus oídos como el sonido de un mosquito en pleno sueño. Todos se fueron despertando, algunos dormían en el suelo, otros habían encontrado un pequeño hueco en el diminuto colchón en el que al menos apoyar la cabeza. Aquel hombre de nuevo, Justin, era su despertador, no parecían existir los buenos días para aquel soldado. 

-¿Habéis dormido bien? Aquí apretaditos todos juntos.-rió el hombre.

No hubo respuesta de ninguno de los chicos, Clem se acercó a AJ para ver como se encontraba el pequeño, se levantó como pudo, que sus primeros años de vida hubieran sido allá fuera lo hacía más fuerte que los demás, pues no habían sido escasas las veces que lo primero que tenía que hacer al despertarse fuese correr de los muertos sin ni siquiera un segundo para rascarse los ojos. 

-¿Cómo estás, tontín?-preguntó la chica en un tono dulce.

-No me llames así, Clem.-se quejó el chico mientras seguía estirándose, el joven se sentó en el colchón tras un bostezo y aún con los ojos cerrados se acurrucó en el cuello de la chica.

-¿Lo dejamos en cagón, entonces?

AJ rió un poco y Clem intentó cogerlo en brazos, pero sintió un desgarre en su costado que hizo que AJ se alejase para mirarla.

-¡Clem! Estás sangrando.-dijo el joven señalando su barriga.

-Clementine, te vienes conmigo, los demás tenéis un minuto para preparaos e iros a trabajar.-ordenó el adulto con el ceño fruncido, como si esa fuese su única expresión facial posible.

La castaña posó los ojos en Louis, él se acercó a los jóvenes con una sonrisa torcida.

-Cuídalo.-susurró Clem.

-Descuida.-contestó el chico.

Se dieron un beso lento a modo de despedida y después de mirar a sus amigos decidió no hacer esperar a Justin, lo siguió con la mano en la cintura. El adulto no le dirigió la palabra en todo el camino, pero a Clementine no le molestaba el silencio, de alguna forma se sentía cómoda en él, siempre alerta, como esperando escuchar algún gruñido detrás de alguna puerta.

-Pareces muy joven como para que ese crío sea tu hijo, pero cosas más raras he visto aquí. ¿Desde cuando lo tienes?-preguntó finalmente.

Clementine guardó un segundo de silencio, se le pasó por la mente no contestar, pero decidió hacerlo.

-Desde que nació. Lo he cri...

-Suficiente información, solo quería saber si se te dan bien los niños, primero entra aquí.-ordenó parándose delante de una de las puertas que a primera vista parecería un domicilio sino fuera por una cruz roja que habían colocado justo encima.-Te curarán eso.

Clementine entró, el olor a limpio invadió sus fosas nasales, un olor que creía olvidado. Había tres camillas paralelas, donde se encontraba un anciano con suero en su nariz, era increíble el material médico que Delta poseía, muy parecido al de Richmond. Giró la cabeza para seguir mirando la enfermería, solo había una persona, probablemente Delta contaría con varios médicos y enfermeros, pero le había tocado justo la chica de cabellos naranjas, eso le hizo fruncir el ceño.

-¿Se te ha abierto la herida?

-Casi que prefiero coserme yo. 

-Puedo hacerte una ecografía para ver si te has roto algo más, no es normal que sangres tanto.-Clem miró a otro lado, Ruby miró al suelo y cogió aire.-Hagamos un trato, si me dejas curarte, buscaré a AJ y le llevaré comida, comida de verdad, no como la que habéis comido hasta ahora. 

tarde o temprano [TWDG] clouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora