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Corto la llamada, y tener que aguantar la ganas de querer lanzar el teléfono celular desde mi ventana en el quinceavo piso hacia abajo, sin importar a quien pueda caerle en la cabeza, requiere de un esfuerzo sobrehumano, y eso que en general soy b...

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Corto la llamada, y tener que aguantar la ganas de querer lanzar el teléfono celular desde mi ventana en el quinceavo piso hacia abajo, sin importar a quien pueda caerle en la cabeza, requiere de un esfuerzo sobrehumano, y eso que en general soy bastante bueno controlando mi ira.

Bueno, la mayor parte del tiempo.

—¿Tan mal estuvo? —pregunta Jake, mi socio, apoyándose en el umbral de la puerta y cruzándose de brazos, al parecer es capaz de oler el chisme desde lejos, nunca lo había visto llegar así de rápido a mi oficina.

Él sabía de antemano que tendría una reunión con una posible inversionista, nuestra última oportunidad de salvar el bufete que tanto nos costó construir. Un pequeño imperio que pensamos tendría más tiempo de vida que un par de años.

Ahora la posible inversionista, es una próxima posible compradora. El tan solo pensar que mi pequeña compañía podría terminar en manos de una arpía como Tiana Allen hace que quiera sacarme la piel con las uñas.

Su reputación la precede, y no de la mejor manera. Su bufete corporativo siempre ha sido conocido por aceptar casos muy cuestionables, aquellos que cualquier abogado se sentiría éticamente incómodo aceptando. Ella y su equipo de abogados sin corazón defienden a estas empresas que no hacen más que causarle daño a sus empleados y de vez en cuando a civiles, y ganan cada uno de estos, o al menos la mayoría. Lo cual no es algo de lo que quiera que Barrett & Park forme parte.

Mal es ser generoso —digo dejando el teléfono sobre mi escritorio y pasando mis dedos por entre mí cabello—. Esa mujer es despiadada Jake. No tuve más opción que aceptar su maldita oferta.

Jake Park, suelta una palabrota y avanza hasta uno de los sofás de un cuerpo en mi oficina, y se deja caer sobre los acolchados almohadones. Un poco de polvo se desprende de estos cuando él deja caer su trasero sobre este, pero no parece importarle.

Uno de los primeros cortes que tuvimos que hacer en la empresa, fue el equipo de aseo, y quizás, ahora que lo pienso, deberíamos haber priorizado aquello. El polvo juntándose en cada recoveco está por volverme completamente loco, pero las jornadas de trabajo son tan extensas, buscando la forma de generar un poco más de dinero para pagar el sueldo de todos los empleados que tenemos a cargo, que no me dan las energías para agarrar una escoba y barrer un poco.

Y con una pequeña demonia de menos de dos años correteando por el apartamento, a Jake no le dan las energías tampoco.

—Podríamos aguantar un par de semanas más, Adrian, no es necesario apresurarse tanto —dice él cruzándose de brazos, yendo directo al grano—. Estoy seguro de que si hablamos con el resto de los empleados, entenderán.

Los últimos meses no han sido para nada buenos en Barret & Park, el bufete de abogados que fui capaz de fundar gracias a la herencia que me dejó mi padre después de su muerte, casi dos años atrás. Aún recuerdo la forma en que sus ojos brillaron cuando le dije, simples días antes de que se fuera de mi vida para siempre, lo que haría con su dinero.

One Last Night  || ESPAÑOL [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora