One Last Night || ESPAÑOL [TERMINADA]

17

Cometí un error.

Cometí quizás el error más grande que podía llegar a cometer.

Le di un beso a Samantha, y demonios, fue casi como tocar el cielo.

Jake me mira feo desde el otro lado de su cocina, mientras termina de ayudar a Maya a comerse su desayuno. La pequeña tiene todo el rostro manchado con mermelada de frambuesa.

Su departamento, para mi sorpresa, está muchísimo más ordenado de lo que esperaba. Hay unos cuantos juguetes que le pertenecen a Maya, aquí y allá, pero en general, la mayoría del espacio se encuentra bien utilizado, y limpio. El cabello castaño claro de Jake está despeinado, se nota que viene recién despertando.

¿Y yo? Ni siquiera tengo la intención de saber como debo lucir en estos momentos.

Un desastre, probablemente.

—Te dije que algo como esto iba a complicar las cosas —dice Jake, como si eso no lo tuviera extremadamente claro.

Sabía que era una mala idea besar a Williams, me lo repetí millones de veces para tratar de convencer a mi terco cerebro, pero luego se le ocurrió encerrarnos en ese pequeño armario, y se encontraba tan cerca de mí, su dulce perfume enloqueciendo cada uno de mis sentidos, y cuando me miró con sus brillantes ojos azules, incluso en la oscuridad... necesitaba asegurarme de que lo que estaba ocurriendo era real.

Y no uno de mis tantos sueños.

—Eso ya lo sé, Jake —digo pasándome las manos por el cabello.

Anoche no pude dormir mucho.

Después de la locura que fue el evento de caridad en el que en realidad no hicimos ningún avance, me fui a casa, y no pude conciliar el sueño en toda la noche, pensando en todas las consecuencias que mis acciones podrán ocasionar.

—No tienes ningún tipo de autocontrol —dice Jake dándome la espalda, para dejar los trastes sucios de Maya lejos del alcance de la pequeña.

—Nunca lo he tenido —respondo—, no cuando se trata de Sam.

Jake suelta un suspiro mientras niega con la cabeza. Sé que probablemente está decepcionado de mis acciones, y lo entiendo, pero... la verdad es que no me arrepiento de absolutamente nada.

Si tuviera la oportunidad de hacerlo otra vez, lo haría de la misma forma, porque incluso si no soy lo suficientemente valiente para admitirlo en voz alta, había algo en mi vida que me hacía falta, y después de tanto tiempo, me doy cuenta que ese algo es Sam. No puedo dejar que se escape de entre mis dedos otra vez por un tonto error.

—Sé que no hay mucho que pueda decir para que te des cuenta del error que estás cometiendo —dice Jake—, pero esta situación tiene dos posibles resultados.

En el mejor de los casos, Sam logra perdonarme.

En el peor de los escenarios, todo se va a la mierda.