Capítulo VI: Monstruos.

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Me levante porque Adelina ya no estaba a mi lado, tampoco estaba Dante así que me puse unos pantalones y salí de la casa rodante, vi a Dante tratando de comerse una rama y me acerque a él, el cual me movió la cola al verme y me paso la rama para jugar, le tire la rama a Dante y vi a Adelina que hablaba con alguien, era un chico como de mi edad que estaba en jeans y playera, el cabello lo llevaba bastante corto y parecía estar divertido por la conversación que estaba llevando con Adelina, me acerque a ella y le puse mi mano en la espalda baja como queriendo marcar territorio.

- Despertaste - dijo ella sonriéndome y yo le sonreí de vuelta.

- No me gusta dormir sin ti amor - le dije mirándola y ella me sonrió aún más.

- Él es Mike - dijo ella y le extendí la mano.

- Mike un gusto - le dije y el tomo mi mano para luego yo apretar la de el con fuerza apropósito y soltarle la mano, Dante llego con su rama y se quedó al lado mío.

- ¿Es de ustedes? - nos preguntó el chico.

- ¿Dante? solo lo cuidamos - le dije mirando al galgo que miraba a Mike.

- Ósea son sus dueñas - dijo el chico y yo negué con la cabeza.

- No me gusta ese título pues es un ser vivo pero para que lo entiendas si, somos sus dueñas - le dije seria y Adelina me dio un codazo para que me controlara.

- Es que anoche lo vimos jugando y pensamos que andaba solo, por eso preguntaba, podría ser peligroso dejarlo solo y con niños cerca - dijo el chico y yo asentí con la cabeza.

- Es bastante independiente ¿Qué quieres que te diga? pero no es peligroso está bien entrenado - le dije intentando no sonar desagradable pues no quería otro codazo.

- Así como de casualidad - me dijo Adelina y sabía que con esa frase me intentaría alejar o me mandaría hacer algo, pero no la deje terminar la frase.

- Va, lo siento, tengo cosas que hacer - dije mirando mi muñeca como si tuviese un reloj cuando realmente no tenía nada.

- Oye te acompaño - dijo Adelina y yo la mire, la vi despedirse de Mike y camino a la casa rodante conmigo - Estaba esperando que te despertaras para tomar desayuno contigo - Me dijo mientras se acomodaba la sudadera que llevaba puesta.

- Quizá quieras invitar a Mike a desayunar - le dije cruzándome de brazos y girándome levemente para ver a chico que caminaba por el lugar

- Lara Arias - me dijo ella sonriendo y haciendo que la mirara - ¿Estas celosa? - me dijo levantando una ceja.

- Como sea, vamos para que comas algo - le dije entrando a la casa rodante e ignorando completamente su pregunta.

- No puedo creer que estés celosa, ni siquiera lo conozco - dijo ella entrando detrás de mí y cerrando la puerta.

- Ya te dije que no pensaba compartirte con nadie - le dije sacando el café y un par de tazas y Adelina me abrazo por la cintura metiendo sus manos por debajo de mi sudadera y dejándolas en mi abdomen. - ¿Por qué siempre tienes las manos heladas? - le pregunte y ella intento quitar sus manos pero yo la detuve - No dije que no me gustara - le dije en un susurro.

- Tengo mala circulación de sangre en las manos - dijo ella escondiendo su rostro en mi cuello y yo me di vuelta de manera estratégica para que ella no me soltara.

- ¿Te puedo besar? - le pregunte mientras mi mano recorría el contorno de su rostro.

- ¿Desde cuándo me preguntas si me puedes besar? - Me dijo mirándome y yo recién caí en cuenta de lo que acaba de decir - Me has hecho muchas más cosas que darme un beso y sin pedirme permiso - me dijo mientras se escondía en mi pecho como ya se venía haciendo costumbre.

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