Capítulo XXIV: ¿Qué Dices?

767 53 4
                                    

Me desperté con unas ganas impresionantes de no querer ir a trabajar, vi a Adelina que ya estaba dando vueltas por la habitación como la muy madrugadora que es ella y en un momento se detuvo a mirarme, yo solo le sonreí un poco apenas abriendo los ojos.

- ¿Vas a ir a trabajar? - me pregunto y yo negué con la cabeza.

- No ando con ganas de ir a trabajar - le dije con simpleza.

- Ya veo porque tu padre te presionaba tanto - me dijo y camino al armario para terminar de ponerse ropa.

- Oye, cuando vuelvas del trabajo necesito hablar contigo - le dije dándome vuelta en la cama.

- Hace un rato ya que tenemos esa conversación pendiente - dijo desde el armario - ¿No me quieres explicar de qué va? - dijo mientras se ponía una de mis sudaderas.

- Prefiero hablarlo cuando vuelvas del trabajo, me da más tiempo para prepararme psicológicamente - le dije y me acomode para dormir un rato más.

- No te veo muy alterada como para que necesites tanta preparación - dijo ella y yo la mire.

- Yo no te veo con el ánimo de ir a la empresa pero de todas formas lo haces todo los días - mencione con toda la tranquilidad del mundo.

- Es mi responsabilidad esa empresa - dijo muy tranquila.

- Así como también es mi responsabilidad hacerme cargo de Izaro y mírame, ayer tuve que revisar los prototipos del lanzamiento que se viene para ahora a mediados de mes, tuve que atender llamadas telefónicas casi todo el día y cuando tuve un espacio libre para no hacer nada resulta que tuve que atender otra llamada para terminar enojándome por la cantidad de estupideces que dice la gente - me senté en la cama - Amo mi trabajo, en serio que sí, pero hay cosas que no quiero hacer y por eso, hoy no iré a la oficina - le dije y me volví a acomodar para dormir.

- Eres todo un caso Arias

- Yo le dije a mi padre que no estaba preparada para una responsabilidad de esa magnitud, el insistió

- Bien te veo a la hora de almuerzo - me dijo se acercó a mí para darme un beso en la cabeza y se fue.

Me quede acostada en la cama, tenía muchas cosas en la cabeza respecto a todo, se sentía raro pensar en el embarazo, sé que es un proceso totalmente natural pero ¿Cómo va a cambiar mi vida? o más aun ¿Cómo va a cambiar la vida de Adelina? quiero decir, sé que Adelina tiene todas las capacidades para hacerse cargo de un hijo pero tampoco quiero que suene como si estuviera buscando apoyo económico o algo, ni siquiera estoy segura de querer tener un hijo en esta etapa de mi vida, tal vez Kyle tenga razón y no tenga la capacidad para hacerme cargo de un ser humano, estoy más que asustada y no sé cómo manejar esto.

No tenía ni idea de cómo decirle las cosas a Adelina y mientras más se acercaba la hora del almuerzo más nerviosa me ponía, termine por ir a darme una ducha para intentar calmarme, pero cuándo me estaba poniendo ropa escuché a Adelina entrar y absolutamente nada sirvió para intentar calmar los nervios, respiré profundó y me dispuse a ir a donde estaba Adelina, era sencillo solo debía decirle "Oye tengo que hablar contigo, estoy embarazada" y ya, el restó sería darle el espacio necesario para que ella pensara las cosas, camine a la cocina mientras me jalaba el borde de mi sudadera y cuando llegué vi a Adelina revisando algunas cosas en los muebles de la cocina.

- Pensé que estabas durmiendo - me dijo sin siquiera darse vuelta -Estoy un poco apurada, tengo una reunión en unos 10 minutos más - dijo sacando un paquete de papas fritas.

- Claro - me acerque a una silla de la mesa y me senté.

- ¿Quieres hablar? - me preguntó y yo me detuve a mirarla un momento, se veía tan ella.

EncantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora