Capítulo VII: No Te Estoy Mintiendo Solo No Quiero Dar Explicaciones.

872 69 3
                                        

Cuando Adelina se despertó eran las 5 de la mañana, salió a la playa en ropa interior, la vi caminar al mar y nadar, estuvo aproximadamente una hora y media nadando, volvió a ducharse y se acostó a dormir otra vez, no me atrevía a decirle nada, la desperté solo para comer y tampoco era mucho lo que comía, estuve todo el día esperando que me dijera algo, me daba lo mismo si me pedía regresar a la ciudad no me importaba yo solo lo haría y la llevaría a su casa o a alguna parte en la que se sintiera cómoda, pero no me dijo nada, con Dante nos quedamos harto tiempo afuera, quería aprovechar que no estábamos en carretera para que el cachorro se recreara como correspondía, cuando desperté a Adelina para comer, ya a las 7 de la tarde, recién se levantó y se sentó en la pequeña mesa que había dentro de la casa rodante, yo le puse un plato de comida frente a ella y comió en silencio mientras me miraba, en un momento tomó mi brazo izquierdo y me subió la manga de la sudadera, miro el tatuaje que tenía ahí, cuando me había preguntado si tenía tatuajes le había dicho que si pero que le diría que no para no dar explicaciones, me quede paralizada mientras sentía el suave tacto de sus dedos contra mi piel del antebrazo.

If I don't answer the first time, just wait 10 seconds and call again, I don't care if it's not an emergency — leyó ella era la primera vez que me decía algo en todo el día, si eso era lo que decía el tatuaje con una letra de mujer de 22 años, no era la gran cosa ni muy estético pero tenía un gran significado y pensaba dejarlo así para toda la vida — ¿Tiene nombre? — Me preguntó y yo la mire, mis ánimos se fueron al suelo, no hablaba de eso, no quería hablar de eso.

— No — le dije en un susurro, tenía nombre yo le decía Mairs y era única amiga de verdad que tenía en la universidad, la única amiga de verdad que había tenido en mi vida.

— —
Estaba en el laboratorio con Mairs, realmente se llamaba Maire pero yo le decía Mairs, ella prácticamente vivía en ese laboratorio y la iba a ver cuando tenía tiempo ósea casi nunca y aun así nos hacíamos llamar las mejores amigas del mundo, mi única amiga después de Ronald. La única que realmente me entendía y que me apoyaba cuando pensaba que todo estaba perdido y cuando me daban mis momentos depresivos.

— Lars ya te eh dicho un montón de veces que si quieres hablar no es necesario que me vengas, puedes llamarme — dijo ella mientras miraba algo en el microscopio.

— Lo se Mairs pero me gusta molestarte con mi presencia, de todas formas nunca contestas el celular — le dije sentándome en una de esas incómodas sillas de laboratorio.

— Si no contesto a la primera, corta y espera 10 segundos y luego llama otra vez, generalmente ese es método que usamos para las emergencias, pero cuando se trata de ti no me importa que lo hagas si es que no es una emergencia de verdad — dijo ella mirándome — Te lo voy a tatuar en el brazo para que te acuerdes — dijo ella y yo pensé que era broma.

— Te reto — le dije pensando que solo lo decía en broma y que no lo haría.

— Retó aceptado — dijo ella de forma desafiante.

Ese mismo día me llevo a un estudio de tatuajes y ella misma me tatuó en el antebrazo izquierdo "If I don't answer the first time, just wait 10 seconds and call again, I don't care if it's not an emergency". Mairs falleció tres semanas después porque un idiota se le ocurrió que como modo de protesta sería buena idea hacer explotar los laboratorios, se supone que a esa hora los laboratorios estaban vacíos pero no fue así y desde ese día que no volvía a decir su nombre o a hablar de ella.
— — —

Adelina me quedo mirando un momento y yo solo me aguantaba las ganas de llorar por mi amiga fallecida.

— Tu rostro me dice lo contrario — Me dijo mientras volvía a mirar su plato.

EncantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora