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Felix

Mi familia, la cual seguía sintiendo como extraños, me hicieron un recorrido por "nuestra" casa, la cual era lo suficientemente grande para una familia de 5 personas. Me explicaron durante el viaje en auto desde el hospital que habíamos vivido toda nuestra vida en Australia y hace solo 3 años nos habíamos mudado a Corea por el trabajo de nuestro padre. Felix recordaba perfectamente el inglés, algo que fue completamente necesario porque en esa familia hablaban una mezcla entre inglés y coreano constantemente.

Me dejaron a solas en mi cuarto para que pudiera estar tranquilo y procesar toda esta nueva información. La habitación contaba con una cama, un escritorio con una computadora, un armario y un espejo. Había unas cuantas luces de colores en la pared y la computadora parecía bastante cara, además de la silla que estaba frente al escritorio. Lo primero que hice luego de comenzar a prender mi celular, el cual tenía la pantalla algo rota del accidente, fue caminar hacia el espejo.

Había podido ver mi rostro en el reflejo de la ventana del auto, pero al fin podía asegurarme de que compartía las mismas pecas que mi madre y hermanas. Mi cabello era rubio al igual que el de una de mis hermanas, Olivia, ambos ya con raíces oscuras. Mis ojos eran negros y tenía la misma nariz que mi padre. Además había unos cuantos cortes que ya se estaban cerrándose en mi pómulo y en mi labio. Era raro ver un rostro y cuerpo que no reconocía como mío, pero decidí no darle mucha más importancia por ahora, teniendo demasiadas cosas para pensar aún.

Una vez prendido mi celular me dirigí a los mensajes. Al último que le había mandado el viernes, el día que había tenido ese accidente. Tenía a algunas personas más agendadas y leyendo rápidamente los mensajes supuse que eran compañeros de mi colegio o amigos de algún otro lado.

Alguien llamó del otro lado de la puerta y la cabeza de mi madre se asomó.

-Llegó tu mejor amigo. Le conté la situación pero tiene muchas ganas de verte - habló tímidamente. Seguramente saber que no la reconozco como mi madre también la debe poner algo incómoda.

-Está bien - la tranquilicé y salió del cuarto. Al cabo de unos segundos un chico apareció.

Tenía el cabello castaño, su cuerpo era musculoso y ligeramente más alto que yo. Tenía unos gruesos labios, una nariz algo grande y era bastante apuesto. Apenas me vio me sonrió, mostrándome una agradable sonrisa.

-Sería raro que te abrazara teniendo en cuenta que no me recuerdas - se acercó y me tendió su pequeña mano-, pero soy Chris, tu mejor amigo.

-Soy Fel... bueno, sabes quién soy - reí avergonzado y él me tranquilizó con un gesto de la mano.

-Te voy a tener que poner al día con varias cosas pero no quiero saturarte - se sentó en mi cama y yo me senté en la silla frente a mí escritorio-. Tu madre me dijo que el lunes podrás volver al instituto, pero no te preocupes porque vamos a las mismas clases así que te ayudaré con todo lo que necesites.

Era verdad. Antes de irnos del hospital me hicieron unas pruebas más y vieron que la única memoria afectada era la episódica, es decir, los eventos del pasado, como por ejemplo lo que viví siendo niño, quien son los amigos y familia o lo que hice hace un mes. El doctor insistió que ir al colegio y hacer mi vida lo más normal posible iba a ayudarme a recuperar de a poco mis recuerdos. Estaba asustado por sentirme tan desorientado, pero saber que tendría la compañía de este chico, quien parecía amable, me tranquilizaba bastante.



Ya estaba en el auto vistiendo mi uniforme, el cual constaba de una camisa blanca, corbata negra, un suéter amarillo y unos pantalones gris.

-Le hemos dicho a los directivos del instituto sobre el accidente - me avisó mi madre antes de que bajara del auto.

Tanto ella como mi padre y hermanas me habían contado cosas de mi infancia y adolescencia para ver si recordaba algo pero había sido en vano. Sabía que los entristecía a todos aunque trataran de ocultarlo y no podía evitar sentir culpa por eso. Pero Olivia siempre trataba de hacer la situación lo más divertida posible y estábamos todos agradecidos.

Fuera del enorme instituto estaba Chris, quien usaba su celular apoyado en una pared, siendo atractivo sin esfuerzo. Salí del auto y me acerqué a él, quien al notarme levantó su mirada y me sonrió.

-Buenos días - dijo y pasó un brazo sobre mis hombros-. Bien, te recordaré algunas cosas. Normalmente nos juntamos siempre con Ryujin y Yeji, pero el grupo de amigos es bastante extenso. Ya lo saben porque se los comenté el día que te fui a ver, espero que no te haya molestado.

-Para nada, prefiero no tener que explicárselo a todos - sentía un nudo en el estómago que crecía a medida que caminábamos más por los pasillos del colegio, pero traté de respirar profundamente con la esperanza de que lentamente mi ansiedad disminuyera.

Había muchos rostros que claramente no reconocía. Las mujeres usaban el mismo uniforme que yo a excepción de que en vez de usar pantalones usaban falda del mismo color que los hombres.

-Tranquilo, solías llevarte bien con todos en nuestro curso. Son todos geniales - me calmó Chris al notar que estaba mirando a todas las personas con las que nos encontrábamos, acariciando mi brazo antes de entrar a una de las aulas.

-¡Lee Felix! - gritó una voz femenina. Al girar la cabeza hacia la dueña de aquel grito encontré a una chica con el pelo corto y muy atractiva, quien me llamaba con un gesto de la mano. A su lado había otra chica, con el cabello largo por la cintura. Estaban sentadas, pero una de ellas, la de pelo largo, parecía un poco más alta que la otra.

-La de pelo corto es Ryujin y la de pelo largo, Yeji - me explicó Chris a medida que nos acercábamos donde ellos estaban sentados.

Yeji estaba sentada delante del todo, pegada a la ventana. Detrás de ella había un asiento vacío, seguido del asiento que ocupaba Ryujin estaba sentada. La del cabello corto me señaló con la mano para que me sentara en el banco del medio entre ellas. Chris se sentó a mi lado, tirando la mochila al piso.

-Chris ya nos contó todo así que no te preocupes - habló Yeji con una suave voz. Tenía el pelo atado con una cola alta, dejando a la vista sus delicados rasgos-. Solo tienes que saber que nos querías mucho, excepto a Chris. A él nadie lo quiere.

-Yeji, bastaaaaa - comenzó el recién nombrado suplicando con sus manos-. Era mi oportunidad para lograr que por lo menos ella me respetara.

-Ignóralo, hace 2 años te pegó chicle en el cabello - me contó Ryujin susurrando para que sea un secreto, pero lo dijo suficientemente alto como para que todos lo escuchen.

Todos se rieron al recordar el momento y yo no pude aguantar unírmeles. Miré a mi alrededor, pero claramente no podía recordar ningún rostro de mis compañeros, aunque tuve que voltear la mirada hacia al frente cuando llegó el profesor. 

maze of memories » hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora