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06

Felix

Hyunjin entró al aula esa mañana con el ojo algo morado, cosa que por lo que me habían contado y por cómo era su actitud no me sorprendió. Pero lo que sí lo hizo fue que no estaba solo, sino que entró junto a Jeongin, pero de todos modos no estaban hablando. Las chicas de atrás, quienes eran las que normalmente seguían a Jeongin comentando lo ''lindo y misterioso'' que era, también se sorprendieron de verlos juntos, pero ninguno de mi círculo de amigos pareció notarlo.

Yeji estaba sentada en las piernas de Ryujin, en el asiento de la del pelo corto, mientras esperábamos a que llegara el profesor. Minho, quien estaba sentado detrás de ellas se acercó y trató de sentarse sobre ellas, pero lo tiraban cada vez que intentaba.

-Ve a molestar a otro, tarado - se quejó Ryujin.

-Ustedes dejen de ser tan gay - se burló y, aunque supuse que ese comentario afectaría a Yeji, solo se rieron, al igual que el resto de mi grupo de amigos.

-Minho, eres el más gay del aula - le dijo apoyando su mano en el hombro del chico.

-Oh, claro que no - contestó claramente siendo sarcástico al mismo tiempo que movía su mano por detrás de Jisung.

-¡Minho! - gritó su amigo más cercano, comenzando a sonrojarse rápidamente desde sus mejillas hasta su cuello-. No era necesario que me toques el culo para demostrarlo, imbécil.

Todos comenzábamos a reírnos al tiempo que Minho acariciaba la espalda del chico para volver a sus lugares, justo antes de que llegara el profesor. Antes de darme la vuelta para mirar al frente, noté que Hyunjin se me había quedado mirando pensativo pero lo ignoré, cosa que hice durante todo el día.

Aunque pensaba que había podido evadir cualquier conflicto con Hyunjin durante ese día, no fue así. Había tenido que salir esa tarde a una tienda cercana a mi casa para comprar algunas cosas que quería mi madre y saludé sin mirar a la persona que atendía. Estaba eligiendo algunos dulces para mis hermanos cuando un hombre de mediana edad entró.

-Hyunjin, deja el teléfono o te lo tiró por la cabeza - habló con enojo el hombre y al voltear a ver hacia esa dirección vi que el chico que estaba detrás de la caja era mi insoportable compañero de clases.

El hombre, quien era alto como Hyunjin pero diferente en sus rasgos faciales y contextura física, cambió totalmente su cara al notar mi presencia, dedicándome una falsa sonrisa y saludándome con la mano. Abrió la caja registradora y comenzó a contar y, a pesar de estar susurrando, alcancé a escuchar su conversación al estar a solo unos metros, fingiendo estar muy concentrado en los precios de los dulces.

-Falta dinero, ¿me has estado robando?

-Nunca he robado, papá - no podía ver su rostro pero sabía que estaba no solo avergonzado sabiendo que yo estaba cerca sino también molesto por la actitud de su padre.

-Primero te peleas y ahora robas, eres un malagradecido y un problemático - comenzó a subir el tono de su voz y aunque no sabía cómo ayudarlo, me paré llevando un par de dulces y frituras, además de lo que había pedido mi madre, frente a ellos.

-Me llevo esto - anuncié y el hombre apartó la vista de Hyunjin, ambos volteando a verme fijamente.

-Claro, ¿algo más? - la facilidad que tenía para cambiar el tono sorprendía, pero no me esforcé en devolverle la sonrisa.

-No... En realidad, sí - dije mientras alcanzaba el dinero que costaba mi compra-. Hyunjin es mi compañero de clases y necesito hablar con él sobre un trabajo que debemos presentar. ¿Le importaría que hable con él un rato? - la mentira salió rápidamente de mi boca y Hyunjin trató de ocultar su sorpresa y desconcierto.

-Oh, no me dijiste que tenías un compañero tan agradable - rió falsamente tratando de hacer un comentario para relajar el ambiente, pero lo único que logró fue conseguir que tanto yo como mi compañero lo veamos sintiendo vergüenza ajena por su comportamiento-. Te dejaré salir una hora antes, aunque después lo vas a tener que pagar - apoyó su mano en el hombro de su hijo y, lo que se hubiese visto como un acto cariñoso desde fuera, se notaba que no era así.

Hyunjin salió de detrás de la caja para ir hacia la trastienda, no sin antes susurrar "espérame fuera". Y como claramente no quería quedarme a solas con ese hombre, le hice caso.

-Tu padre es un idiota - solté y Hyunjin rió por lo bajo.

A unas pocas cuadras había un parque y, al ser ya de noche, no había nadie a excepción de algunas pocas personas que se dirigían a sus hogares. Nos sentamos en los columpios mientras hablábamos sorprendentemente sin pelear.

-Lo es, pero no puedo hacer nada - suspiró y se impulsó un poco.

-¿Te obliga a trabajar ahí? - pregunté y él asintió con la cabeza-. Que mierda.

-No recordaba que mintieras y maldijeras tan bien - comentó y giró su cabeza para verme.

-Mmmm, ¿tal vez antes me reprimía? - pensé en voz alta y en ese momento recordé el dibujo que tenía de él en mi cuarto-. ¿Puedo preguntarte algo?

-Lo harás de todas formas - suspiró y sonreí débilmente.

-¿Antes de mi accidente teníamos algún tipo de relación?

Volteé a verlo al notar que se había quedado mirando al piso unos cortos segundos pero levantó su cabeza y alzando sus hombros.

-¿Además de pelear? Nada más - contestó-. Todavía no sé que hacemos aquí, prefiero estar en mi casa que contigo.

-Te acabo de librar de tu padre una hora antes de la que sales de trabajar y así me tratas - le contesté fingiendo estar ofendido pero de todas formas me paré-. Debería volver a casa.

-¿Quieres que te acompañe? Ya es tarde.

Tenía razón. Cuando había salido hacia la tienda no era tan de noche pero al haberme llevado más tiempo de lo que supuse ya había anochecido bastante.

-Pensé que odiabas mi compañía - lo miré alzando una ceja-. Además siguiendo tu lógica, también es tarde para ti.

-Vivo cerca de la zona. Y si te pasara algo después me sentiría culpable, eres algo torpe - bromeó y lo golpeé en el hombro con poca fuerza, lo que hizo que me sonriera mientras comenzaba a caminar hacia mi casa.

-¿Cómo sabes que mi casa es hacia esta dirección? - pregunté apresurado mi paso para caminar a su lado. Al estar cerca de él se notaba lo alto que era, además de que tenía una contextura atlética en comparación a mi delgadez y un poco más baja estatura.

-Hace mucho me la dijiste - dijo mirando hacia el frente pero al notar que tenía mi mirada en él volteó su rostro-. Ya sé que soy atractivo pero eso no significa que me gusta que me vean fijamente.

-Idiota... - suspiré.