Hyunjin
Ese domingo estaba fuera de la casa de Jeongin. Era enorme, casi el doble de la mía. Toqué ligeramente intimidado la puerta principal y al cabo de unos segundos apareció una mujer quien me abrió con una agradable sonrisa. Era bastante pequeña, fácilmente yo era más alto por casi dos cabezas y abrió los ojos algo sorprendida al verme.
-¿Eres Hyunjin, cierto? - preguntó y asentí levemente.
-Sí, ¿eres la madre de Jeongin? - hice una reverencia mientras hacia la pregunta y ella rió suavemente.
-Oh, no. Yo solo trabajo aquí aunque Jeongin es como mi sobrino, lo conozco desde que era un niño - comenzó alegremente y otra mujer salió de otra de las habitaciones de la gran casa junto a mi amigo.
Lo que parecía que sí era la madre de Jeongin estaba vestida con unos pantalones claros ajustados y una camisa celeste. Tenía unas cuantas joyas alrededor de su fino cuello y el maquillaje perfectamente colocado. La forma en que caminaba demostraba su altanería y, sumado a todo lo que Jeongin me había contado de ella, confirmaba que no me caía para nada bien.
La mujer no fue disimulada y me estudió con su mirada muy descaradamente. Estaba vestido con pantalones cargo negros, una sudadera y una gorra del mismo color, básicamente mi vestimenta cotidiana. A pesar de eso, no me sentía intimidado por la forma en que me miraba, seguramente no era el tipo de joven que se esperaba.
-Un placer conocerla - hice nuevamente otra reverencia tratando de que el tono de mi voz no me traicionara.
-¿Tú eres... el amigo de mi hijo? - comenzó y Jeongin la miró molesto, pero ella no se percató al estar tan concentrada en mí.
-Sí, lo es. Ven, hyung - me llamó Jeongin y esperó a que esté a su lado para comenzar a caminar a lo que supuse era su habitación.
La casa era bastante moderna pero al mismo tiempo minimalista. Estaba increíblemente limpia, por lo que los colores blancos resultaban más, pero al mismo tiempo se sentía algo vacía.
Subimos las escaleras y entramos a la primera habitación, la de mi amigo. Era del mismo tamaño que mi cocina y cuarto juntos, tenía una cama enorme, una increíble computadora que se notaba era cara y un televisor enorme.
-Wow... - comencé y Jeongin se tiró en su cama.
-En serio perdón. Estaba encaprichada con que quería conocerte - se excusó y moví una mano en señal de que no le daba importancia-. Hyeran, la mujer que te atendió, es realmente amable, con ella no tendrás problema. Pero bueno, mi madre es... Y mi padre hace ya una semana que no viene a casa - siguió y me tiré a su lado aprovechando el tamaño enorme de la cama.
-Ey, tranquilo. Tuve que lidiar con muchas personas, tu madre no me afectará ni nada así - le sonreí ligeramente y él me devolvió la sonrisa-. Ahora bien... estoy viendo que tienes la Play Station 4, ¿podemos jugar?
Jeongin
Cuando mi amigo se fue de la casa ya que había comenzado a anochecer mi madre entró misteriosamente a mi cuarto. Se sentó en mi cama, a mis espaldas mientras seguía jugando un videojuego.
-¿Sus padres de qué trabajan? - preguntó desinteresadamente.
-Su padre tiene una tienda de comestibles - respondí sin voltear a verla
-¿Y su madre? - volvió a insistir.
Sabía que los había abandonado hace años, me lo había mencionado una vez pero me repitió varias veces que era un secreto que no muchos sabían. Y no iba a traicionar su confianza, ni siquiera con mi madre.
-¿Para qué necesitas saberlo?
-Solamente quiero saber con quien se junta mi hijo...
-Tengo varios amigos... - comencé y ella bufó.
-Pf, ¿amigos? - murmuró pero la alcancé a escuchar.
-¿Puedes parar? - le pregunté harto mientras volteaba a verla-. Juzgas a Hyunjin, no me crees cuando digo tener amigos. Ellos por lo menos aceptan como soy, no les importa si ''no soy normal'' como tú me llamas. Ni tú que eres mi madre podría decir eso - no sabía cuándo había comenzado a levantar el tono de la voz, pero estaba gritando mientras mi voz se quebraba varias veces-. Vete de mi habitación - le pedí volviendo a darme la vuelta.
-¡Jeongin! ¡¿Quien mierda te crees que eres?! - gritó histérica mi madre mientras se levantaba de mi cama. Ni siquiera me digné a responder porque al cabo de unos segundos más se fue de mi habitación dando un portazo.
Felix
-Felix - me llamó una voz que reconocía muy bien.
Me había levantado de mi lugar luego de la primera hora de clase para ir al baño y una vez salí me encontré a Hyunjin apoyado en la pared esperándome. Tenía su cabello recogido y su corbata desprolija como siempre, además de su característica pose arrogante y desinteresada de siempre. Pero había algo diferente en su expresión.
Las comisuras de sus carnosos labios estaban ligeramente levantados en forma de una sonrisa, pero que era apenas perceptible.
-Ten - me alcanzó con su mano mi tarjeta para el transporte público que me había olvidado en su abrigo.
Tuve que acercarme a él para poder tomarla, quedando a un metro de distancia. Nos quedamos en silencio unos segundos y lo noté algo nervioso al igual que yo. Quería pedirle algo que venía queriendo preguntarle desde hacia unos días, pero mi vergüenza tampoco me lo permitía. De todas formas, había estado hablando por mensajes todo el fin de semana con Yeji y me había insistido en que no perdía nada. Al ver que no se atrevía a contarme lo que se notaba que me quería decir, hablé.
-Te quería preguntar si... quieres ir a tomar algo algún día... - miré hacia mis zapatillas para no tener que ver su rostro, sobre todo si resultaba en un fracaso mi pregunta y él terminara riéndose de mí. Al no obtener una respuesta inmediata levanté mi vista el doble de avergonzado, esperando al menos una sonrisa divertida. Pero era lo contrario, su rostro era una mezcla entre sorpresa y felicidad.
-Oh... claro que quiero. ¿Pero no decías que era un imbécil? ¿O es que quieres besarme sin mi permiso otra v...? - comenzó pero me acerque para poner mi mano sobre su boca, volteando a todos lados para verificar que ningún compañero lo haya escuchado.
-Te dije que no se lo digas a nadie, dios mío... - volví a juntar nuestras miradas y, al entender lo cerca que estábamos, además de tener mi mano tocando sus labios, la aparté rápidamente-. Eres un imbécil, de eso no hay dudas.
-Bien, después de clases salgamos - comenzó y ni siquiera me dejó responder a eso porque la campana sonó en el momento en que terminó la oración y estaba de camino a nuestro aula
Hola! Espero que hasta ahora les esté gustando esta historia. Quería decirles que hace unas semanas empecé a escribir una historia de one shots, asi que si les gustaría darles un vistazo me harían muy feliz. Gracias por siempre leerme❤
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maze of memories » hyunlix
FanfictionLee Felix despertó en el hospital sin saber qué hacía allí ni quiénes eran esas personas que la rodeaban, que decían que era su familia. No reconocía su instituto, ni su supuesto mejor amigo. Y menos aún al chico, quien estaba siempre solo y si habl...