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Felix

Mi grupo de amigos me dieron un recorrido por el instituto, mostrándome dónde estaban los baños, el comedor, la biblioteca y el gimnasio. Ya habíamos almorzado y estábamos esperando a que comience la última clase cuando 2 chicos, quienes habían notado que se sentaban detrás de Ryujin, se acercaron a nosotros.

-Felix - saludó el más petiso de los dos. Tenía los cachetes rellenos, dándole una apariencia tierna y aniñada, además de un pequeño lugar en una de sus mejillas. Tenía el cabello negro y medía un poco menos que yo, mientras que su amigo medía lo mismo que yo y Chris. Este tenía el cabello castaño y llevaba las mangas de su camisa levantadas, dejando a la vista sus musculosos brazos.

-Ehm, hola - los saludé y miré a Chris buscando su ayuda.

-Él es Jisung - me explicó señalando al de los cachetes-. Y él Minho - señalando al otro.

-Así que es verdad que nos olvidaste - habló el último nombrado, quien recibió un suave golpe en el estómago por parte de Ryujin que estaba sentada.

-Cállate, imbécil. ¿No te enseñaron modales en tu casa? - preguntó y por un momento pensé que se pararía y lo golpearía más fuerte, pero al ver que Minho revolvía su cabello haciéndola soltar un bufido amistoso comprendí que era una broma.

-Lo que digas - volteó otra vez a mí-. ¿Sabes cuánto tardé en enseñarte los nombres de mis tres gatos la última vez? Espero que esa información haya quedado almacenada en tu cabecita o habrá que eliminar gente del curso.

-¿No tenías un solo gato? - habló Chris, quien rápidamente levantó los brazos para tapar el golpe que amagó darle el castaño.

-Ya, ya. Pensará que eres un violento - lo calmó Jisung tomándolo del brazo.

-Es que es la realidad - dijo Chris, quien rápidamente corrió hacia la puerta seguido por Minho.

No podía dejar de sonreír por aquella situación. Parecía un grupo gracioso y amable y no podía evitar sentirme agradecida por haber tenido buenos amigos antes del accidente.

Entró el profesor de matemática seguido por Chris y Minho, quienes miraban al piso avergonzados por haber sido encontrados por él. Se sentaron, recibiendo burlas de los demás alumnos hasta que el profesor los calló tratando de reprimir la sonrisa que amenazaba por escapársele de los labios, tratando de dar una imagen de profesor más serio.

La clase comenzó y, por suerte como había dicho el doctor, no había perdido la memoria en cuanto a los conocimientos, así que podía entender el tema que estaba dando. Ningún alumno hablaba y el profesor estaba haciendo un ejercicio para mostrarnos como era, hasta que volteó completamente y miró a un alumno sentado al fondo.

-Yang Jeongin, comprendo que le pueda parecer aburrida mi clase, ¿pero podría pasar a realizar este ejercicio?

Unos cuantos alumnos soltaron unas risitas, así que volteé por curiosidad. El tal Jeongin era un chico de pelo oscuro y mirada ausente. Era más alto que mis amigos y bastante delgado. Caminó sin apartar la vista del pizarrón ignorando a todos y resolvió la ecuación en menos de un parpadeo, sin siquiera mirar al profesor esperando su corrección. Todos empezaron a aplaudir y él volvió a sentarse sin siquiera inmutarse.

El profesor quedó mirando la ecuación como si estuviera buscando algún error pero al no encontrar ninguno lo felicitó. Una chica detrás del aula, quien no me habían recordado su nombre, comentó "es tan lindo" lo que hizo que varios soltaran risas.

Era verdad, era bastante apuesto pero se notaba abstraído o por lo menos parecía que estaba ignorando a todos a propósito. El profesor llamó nuestra atención nuevamente y no me quedó otra que seguir prestando atención a la clase.



Al día siguiente estaba volviendo del baño luego de la primera clase cuando me choqué con uno de mis compañeros. Se sentaba atrás del todo, entre la ventana y Jeongin y estaba todo el día callado. Era alto, tal vez el más alto de la clase y tenía su rubio y largo cabello peinado hacia atrás. Había un lunar debajo de uno de sus ojos y sus labios eran carnosos, de los que cuesta apartar la vista.

-¿Podemos hablar? - preguntó en voz baja, con sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón. Llevaba los primeros botones de la camisa desabrochados y su corbata puesta desprolijamente.

-Ehm, perdona. ¿Cuál es tu nombre? - seguía sin saber más de la mitad de los nombres de mis compañeros y ninguno de mis amigos lo había mencionado a aquel chico, que si recordaba bien, se sentaba en el fondo junto a Jeongin. 

-¿Mi nombre? ¿Me estás jodiendo? - su tono cambió a uno más desesperado pero sin levantar el tono-. Tuviste un accidente y no te dignaste a llamarme o buscarme.

-Tuve un accidente y un golpe en la cabeza y perdí la memoria así que dime por favor tu nombre - su tono malhumorado comenzaba a alterarme y más aún no entender de que me estaba hablando.

-¿No es una broma?

-¿Porque bromearía con algo así? - le preguntó sin poder entender qué era lo que quería de mí o porque me estaba hablando de esa forma.

El desconocido murmuró una disculpa sin mirarme a los ojos y comenzó a caminar hacia nuestra aula lo suficientemente rápido para que no lo alcanzara. 

maze of memories » hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora