༻ ❝O14 | 𝑪𝒂𝒎𝒑𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐❞

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Chiara se queja por lo bajo al sentir el dolor en su dedo índice, por hacerlo sangra con una aguja, pasa este por la corteza de un árbol y dejando un rastro de sangre en este.

Ella camina por el bosque hasta llegar con Edward, pero antes de ponerse enfrente de él, ella toma las hojas de un árbol y deja un último rastro de su sangre.

La pelinegra sopla la herida e intenta aliviar el ardor, mientras siente como Edward la tomaba de la cintura con delicadeza.

—Volverás locos a los neófitos, amore —asegura el castaño y ve como su ahora prometida le dio una pequeña sonrisa.

El vampiro toma la mano de su futura esposa y ve la pequeña herida que tenía está en su dedo, el cual comenzó a sangrar todavía más.

—No te preocupes, no quiero incomodarte —se apresura a decirle la pelinegra para sacar del bolsillo de su chaqueta una curita y ponerla en su dedo.

—A mí ya no me molesta, amore —admite Edward con una media sonrisa.

—¿Desde cuándo? —le pregunta Chiara, confundida.

—Desde que pasé veinticuatro horas creyéndote muerta —termina por decir el chico, pero ve como su futura esposa agitó su cabeza ligeramente para alejar ese recuerdo.

Edward toma la mano izquierda de Chiara y no evita fruncir el ceño confundido al momento de ver como ella no llevaba su anillo de compromiso.

—No llevas tu anillo, amore —susurra el vampiro, dándose cuenta de como Chiara se mordió el labio inferior.

—No quería perderlo ni que le pasara algo, además, tampoco quería que Jacob lo viera, Verónica o... —intenta explicarle la pelinegra.

—Riley —termina la oración Edward por lo bajo.

—Tengo la esperanza de que pueda entrar en razón —admite Chiara con algo de vergüenza y ve como el castaño asintió poco convencido—. Además, quiero decirle a tu familia y a la mía de nuestro compromiso de una manera única.

Edward sonríe estando encantado con esa idea.

—Si reconsideraste... —intenta decir el vampiro, pero Chiara se apresura a negar y lo interrumpe dejando un corto beso en sus labios.

—Ni lo pienses —le pide la chica—. Solo quiero que tengan la mente clara.

—¿Qué mente no está clara? —pregunta Jacob en voz alta, consiguiendo que Chiara de un pequeño salto en su lugar.

La pelinegra regresa a verlo y ve como su amiga se iba acercando a ellos lentamente.

—La de nadie —responde la italiana con una pequeña sonrisa mientras se alejaba de Edward.

༻ ³𝑰𝒏𝒔𝒊𝒆𝒎𝒆 𝑭𝒊𝒏𝒐 𝑨𝒍𝒍𝒂 𝑭𝒊𝒏𝒆 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ༺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora