Superando dificultades [PARADA]

85. Ahora lo sé

Tras esa charla con Malú, Vanesa llama enseguida a Silvia para quedar con ella y aclarar lo que pasó esa noche. Se ven en casa de las cantantes, ya que a Vanesa no le apetece nada salir.

S: Hola Vane, ¿qué tal estás? Me ha hecho mucha ilusión que me llamaras para veros hoy.

V: Hola Silvia, pasa. ¿Vamos al jardín y nos tomamos algo mientras charlamos?

S: Claro, por supuesto. Nunca se dice que no a un par de cervezas (le guiña el ojo)

V: Sí bueno... yo hoy prefiero limonada.

S: (la mira extrañadísima) ¿Limonada? Tu misma, pero que sepas que me preocupas, estás muy rara últimamente...

V: Vamos al jardín y hablamos.

Se sientan en la mesa del jardín aprovechando que están solas porque Malú y Aina están en la habitación de la pequeña jugando con unos títeres.

S: (acercando su silla a tocar de Vanesa) Dime Vane, ¿qué te pasa?

V: Pfff antes que nada, tengo un par de preguntas a hacerte. Necesito por favor que hagas memoria, pues ya hace un mes de eso. ¿Recuerdas la fiesta de celebración post-concierto centenario?

S: (asiente)

V: ¿Recuerdas que bailamos algunas canciones?

S: (seria) Sí, recuerdo que bailamos algunas, pero también recuerdo que de repente desapareciste sin mí y no hubo forma de encontrarte.

V: ¿¿De verdad??

S: ¿Por qué sacas esto a la luz ahora? ¿Sabes que me jodió un montón que te fueras sin avisarme ni nada? Con que me hubieras avisado que te marchabas a casa, yo ya me hubiera quedado tranquila...

V: (ojos acuosos) Lo... lo siento, yo... yo no recuerdo nada de esa noche... Lo único que recuerdo es bailar contigo y ya.

S: Pues sí que bailamos, pero luego te esfumaste sin más. Te busqué por todo el recinto pero, al no encontrarte, ya deduje que te habrías ido para casa sin decir nada.

V: (le caen la primeras lágrimas) Joder...

S: (no entiende porque llora pero la abraza amorosamente mostrándole su apoyo) ¿Qué pasa Vane? ¿Por qué estás así ahora?

Malú ha dejado a Aina entretenida y baja a la cocina con la excusa de ir a buscar un vaso de agua, pero aprovecha para acercarse al cristal y ve a Vanesa y Silvia abrazadas. Eso le da mucha rabia, pero entonces recuerda que ella fue la primera en saber el nuevo estado de Vanesa mucho antes que la dichosa Silvia, lo cual la hace internamente muy feliz. Aun así, se queda inmóvil mirándolas sin que ellas la puedan ver.

V: (tras unos minutos llorando en brazos de Silvia se separa un poquito para poder hablar) Esa noche... esa noche que yo no recuerdo nada, la mañana siguiente me desperté en una habitación de hotel y sin recordar nada...

S: ¿En un hotel?

V: No sé qué hice después de bailar contigo, lo único que sé es que me desperté sola y desnuda en esa habitación...

S: ¿¿Perdona??

V: (sigue llorando) No sé qué pasó, te lo juro Silvia. Yo... yo pensé que había terminado la noche en ese hotel contigo, por eso no me preocupé más.

S: (enfadada) Yo nunca me hubiera ido del hotel sin avisarte.

V: Lo sé... eso sí se me hizo extraño, pero pensé que te habrías marchado con prisa o yo que sé.

S: Pues te aseguro que no pasaste esa noche conmigo (separa su silla de la de Vanesa)

V: Ahora lo sé, todo encaja.

S: (cada vez más cabreada) ¡¿Todo encaja el qué?!

V: Por favor... por favor no me grites, déjame que te explique.

S: ¡¿Pero tu te das cuenta de lo que me estás diciendo?! (silencio) ¡Que terminaste muy borracha y follando con alguien desconocido en un hotel, y ese alguien al día siguiente desapareció sin más! ¡Y mientras yo preocupada buscándote por el recinto!

V: (es un mar de lágrimas) Por favor... no... no me grites...

S: ¡Vete a la mierda! (se levanta hecha una furia y se marcha de la casa dando un portazo)

Malú ha visto toda la escena. No ha podido oír todo lo que han hablado la pareja hasta que Silvia ha empezado a gritar y entonces sí. Está impactada por las palabras de Silvia y su actitud, aunque en el fondo la entiende perfectamente ya que ella seguramente hubiera reaccionado igual de estar en su situación. Pero ahora Silvia ya no está y Vanesa llora desconsoladamente en la mesa del jardín, y eso le rompe el corazón.

A: ¿Malú? ¿Te haz ido?

M: (acercándose a la escalera) No mi amor, que se me ha caído la jarra de agua al suelo y por eso has oído ese ruido de un golpe. Estoy recogiendo los cristales del suelo, no bajes hasta que esté todo limpio no vaya a ser que te hagas daño ¿vale? En cuanto termine subo y seguimos jugando.

A: ¡Vale! (vuelve a su habitación)

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Continuará...