Superando dificultades [PARADA]

82. Yo tampoco entiendo nada

Llegan al estadio y se encuentran a toda su banda ahí. Juntos lo recorren mientras charlan entre ellos y con los responsables del lugar.

Silvia se acerca a Vanesa y la abraza por los hombros con su brazo dejándole un beso en la sien.

V: Silvia que no estamos solas.

S: Si ya da igual, todos lo saben.

V: No da igual, una cosa es que lo sepan o lo sospechen, y otra es que nos vean así.

S: Pues yo no veo nada malo, ha sido un reacción cariñosa hacia ti que me ha apetecido y no creo que haya molestado a nadie.

V: Bueno pero mejor actuamos normal, como siempre que estamos con gente. Además no me apetece estar con nadie, quiero terminar esto e irme para casa a descansar.

S: ¿Sigues sintiéndote fatigada con todo lo que has dormido en el avión?

V: (mirándola con mala cara) Pues sí, estoy cansada ¡¿qué pasa?!

S: Nada, nada, tranquila amor, solo me ha extrañado, pero si tú dices que estás bien y que solo estás cansada no hay ningún problema.

V: Bien, pues venga terminemos esto y me largo.

S: (está bastante sorprendida con sus reacciones) Como quieras.

Terminan de recorrer todo el recinto y la banda proponen hacer juntos un pequeño tour por la ciudad y terminar cenando todos juntos en algún restaurante. Todos aceptan el plan excepto Vanesa, que alude estar cansada del vuelo para no ir al tour y poder volver para casa cuanto antes. Entre Malú y Silvia no sé quién de las dos está más sorprendida, de sobras saben que Vanesa aunque esté agotadísima nunca dice que no a una buena comida y una cervecita.

Sil: Vane si quieres te acompaño a casa y comemos algo tu y yo tranquilitas, así cuando quieras te puedes acostar sin tener que moverte. ¿Te parece?

V: Pues... gracias pero no (pausa) No te lo tomes a mal, pero prefiero estar sola.

Sil: ¿Estás bien?

V. Que sii, ya te he dicho que estoy cansada y punto. Venga yo me voy ya (echa a andar hacia el coche con el chófer dentro esperando).

M: ¡Espera! Espera que yo voy para casa también (echa a correr tras Vanesa ya que esta no para) Vanesa espera, cogemos el mismo coche si vamos al mismo sitio!

Vanesa ya está dentro del coche y Malú entra en él apresurada.

Chofer: ¿Dónde las llevo?

M: A casa, por favor.

Chofer: Enseguida.

El coche empieza a moverse y Malú tras abrocharse el cinturón no quita la mirada de Vanesa. Quiere hablarle, pero no sabe cómo hacerlo ya que por lo visto Vanesa vuelve a estar de mala leche y no quiere que lo pague con ella.

M: Vane...

V: ¿Puedes dejar de mirarme, por favor? (ella va mirando por la ventanilla)

M: ¿Qué te pasa? Y no me digas que nada, por no hay quien se lo crea. De hecho, quizás los demás si te crean, incluso Silvia, ya que no te conoce tanto como yo ni vive contigo. Pero conmigo no te sirve ya ninguna excusa. ¿Me puedes decir por favor qué pasa?

V: (le cae una primera lágrima y al estar con la cabeza y la mirada hacia la ventanilla, espera que Malú no la vea)

M: Vanesa... por favor...

V: No quiero hablar.

M: ¿Por qué? ¿Qué he hecho?

(silencio)

M: Vane... es cierto que nuestra relación ya no es la que era, pero eso no significa que no te aprecie o que no me preocupe por ti. De hecho, cada vez estoy más preocupada por ti...

(silencio)

M: Por favor, háblame, explícame qué te pasa porque no entiendo nada...

V: (susurrando) Yo tampoco entiendo nada...

M: ¿Qué es lo que no entiendes? ¿He hecho algo que te haya disgustado y que no entiendas? Por favor dímelo, seguro que puedo disculparme o incluso solucionarlo.

V: Tu no entiendes nada, pero yo tampoco...

M: ¿Cómo puede ser? Esta mañana has ido el médico en Lima ¿qué te ha dicho? ¿te ha dicho que tienes algo grave que tu no entiendes? Podemos buscar a más médicos especialistas, ¡a los mejores de todo el mundo!

(silencio)

M: Por favor Vanesa me tienes muy preocupada, ¿qué te ha dicho el médico que tienes? (le coge la mano a Vanesa y se la aprieta en señal de apoyo, para ver si así la convence para que le cuente)

V: Necesito... necesito a un ginecólogo...

M: ¿Por? ¿Tienes alguna enfermedad de transmisión sexual?

(silencio)

M: Ahora llamamos a Ana o a Rosa y ellas nos consiguen para mañana a primera hora cita con un buen ginecólogo si es lo que necesitas, pero no entiendo que una ETS te provoque esos mareos y vómitos durante días... (silencio) Espera... no... ¿no puede ser lo que estoy pensando... no?

Vanesa sigue sin mirarla ni decir nada.

M: ¿¿Vanesa estás... estás... embarazada?? (en ese momento Malú se mueve de su asiento para intentar ver de frente la cara de Vanesa y ahí descubre que esta está llorando) Vane... (Malú no puede verla llorar así que como puede la abraza a pesar de la poca colaboración de Vanesa) Cariño... ¿de verdad...? (pausa) joder... madre mía... pfff

Vanesa ante estas últimas palabras la empuja para sacársela de encima enfadada.

V: ¿Tu de qué vas? Yo no te he dicho nada, y eso es MI problema. Olvídate de mí, es mi vida.

M: (sorprendida por la rabia repentina de Vanesa) No me voy a olvidar de ti, ¿como se te ocurre? Estoy aquí, contigo. Somos amigas de hace muchos años, ahora compartimos proyecto y vivimos juntas, yo te aprecio mucho y voy a estar dónde tu estés. No porque el trabajo me obligue, sino porque quiero estar a tu lado y ayudarte en lo que pueda.

Ante esta declaración de cariño Vanesa ya no puede más y se derrumba completamente abrazándose con fuerza a Malú, que la recibe con los brazos bien abiertos y palabras susurradas de consuelo en su oído.

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Love is in the air?
Continuará...