15. La abuela Pepi

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Casa de la madre de Malú, al mediodía.

Llegan Malú y Aina frente a la casa de la madre de la primera. Malú lleva a la pequeña Aina de la mano que va feliz con su vestidito amarillo y las dos coletas que le ha hecho Malú.

M: Aina cariño ahora verás qué sorpresa se llevará mi mamá en cuanto te vea, tiene muchas ganas de conocerte y seguro que te da muchos abrazos y besitos ¿vale?

A: Zi, vale... pedo tú también ¿no?

M: Si yo también te doy besitos y abrazos cuando quieras (le da un besito en la mejilla)

Aina sonríe feliz y le hace gestos para que Malú se agache y así la niña le da un beso muy fuerte en la mejilla, a Malú se le cae la baba. Entonces decide llamar al timbre. Abre la puerta Pepi, su madre.

P: ¡Hija! ¿Cómo estás? ¿Qué es eso que me ha contado tu hermano?

M: Hola mamá (le da dos besos) mira te presento a tu nueva nieta Aina

P: (aún no se lo cree) ¿Es mi nieta?

M: Si, ya te contaré luego cómo.

Pepi coge a Aina en brazos y le da un abrazo gigante y la llena de besos. Aina se deja hacer pues Malú ya la había avisado. A Malú se le cae aun más la baba viendo esa preciosa escena familiar.

M: Bueno mamá déjala a la pobre que la estás espachurrando jajajaja

P: Ai si, eres muy guapa pequeña!

A: Gracias (sonríe feliz, le ha caído bien su nueva abuela)

P: Vamos dentro que he preparado un puchero de los que a ti tanto te gustan hija, a ver si a esta pequeña también le gusta

M: Seguro que si, nadie se puede resistir a tu magnífico puchero! Jajaja

Después de comer Malú sube a Aina a la que era su antigua habitación y se tumba en la cama al lado de la niña hasta que esta queda bien dormida, luego le da un suave besito y baja al salón donde la espera su madre.

P: Bueno y ahora cuéntame tú cómo es que de repente tienes una hija y yo una nieta, preciosa por cierto.

Malú le cuenta toda la historia con pelos y señales, Pepi alucina más por momentos hasta que se da cuenta de que su hija ha actuado de la forma más bonita y justa que podía, y la alaba por ello haciendo que Malú se hinche de orgullo frente a las alabanzas de su madre por cómo ha llevado y está llevando la situación en casa. Malú aprovecha también para preguntarle pequeñas dudas a su madre así cómo le cuenta la escena que ha tenido esta misma mañana con Aina y su vestido.

M: Mamá de verdad que yo la veo bien conmigo, pero parece que por momentos me odia y entonces reclama a su padre...

P: Cariño... es normal... es una niña muy pequeñita que ha perdido en su corta vida a sus dos padres... y de repente llega una persona desconocida que se la lleva a vivir a su casa y pretendes que la niña se adapte a ti y a tus cosas enseguida, pero eso no es así, todo lleva un proceso y lo que le ha pasado a esta pequeña es muy fuerte como para superarlo en una semanita, ya verás que a medida que pase el tiempo cada vez estaréis las dos más adaptadas y a gusto la una con la otra.

M: Ya pero es que cuando le da por enfadarse no se cómo tratarla...

P: Yo te aconsejo que por ahora intentes ceder delicadamente y en la medida de lo posible en cuanto veas que vas a tener un conflicto considerable con la pequeña, para ella todo es mucho más nuevo que para ti ya que no conserva apenas nada de la vida que llevaba no hace ni un mes...

M: Si, al final he cedido y se ha puesto el vestido que ella quería a pesar que estaba para lavar... pero no siempre voy a poder darle la razón y debe acostumbrarse

P: Claro cariño, pero poquito a poco para que vaya asimilando su nuevo entorno y sobre todo para que se acostumbre totalmente y acabe confiando plenamente en ti como si fueras su madre.

M: Está bien mamá, haré todo lo que esté en mi mano para hacer feliz a Aina, ese es mi nuevo objetivo en esta vida desde que la conocí y acepté hacerme cargo de ella.

P: Claro, eso significa ser madre, te cambia los esquemas que tenías pero te aporta mucho más de lo que te quita, a pesar que reconozco que los primeros años de los niños son los que más requieren de uno mismo.

M: Gracias por todo mami. Voy a subir que me parece que Aina ya se ha despertado y la oigo gritar, y en cuanto haya merendado algo nos iremos para casa.

Bajan Malú y Aina del piso de arriba cogidas de la mano.

P: Aina cariño ¿tienes hambre? ¿quieres comer unas galletitas... con chocolate?

A: Ziiii! Yo quiedo galletitaz con chocoooo! Bieeeen!

P: Jajaja pues venga dame la mano a mí y vamos a buscarlas a la cocina.

Superando dificultades [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora