32. Sinceridad

890 45 3
                                    


En casa esa misma noche

M: Aina ¿pedimos pasta para cenar?

A: No tengo hambde (con carita de sueño)

M: Ya mi amor pero tienes que comer algo antes de ir a dormir. Ya sé que para ti es muy tarde porque llevamos el horario de España, pero debemos adaptarnos cuanto antes al horario de aquí.

A: Pero ez que tengo zueñooo... quiedo dormí...

M: Espera, voy a ver que creo que tengo un paquetito de galletas de las del avión en el bolso, te las comes y te vas a dormir ¿vale? (las busca) pues pensaba que las había cogido pero no las encuentro...

A: ¿Puedo comer chuchez de Vaneza? (ilusionada)

M: No amor, hoy ya comiste dos y ya es suficiente. Mejor pido un poco de pasta para mí y mientras la traen te acuesto en tu nueva camita, y ya comerás algo cuando la traigan si aún no te has dormido ¿vale?

A: (riendo flojito) Me comí maz de dos chuches (enseñando sus dientecillos)

Vanesa enseguida le hace que no con la cabeza y abriendo mucho los ojos, intentando que Aina no se delate. Aina la ve y se tapa la boca.

M: ¿Cómo que has comido más de dos...? Amor han sido dos, ¿te acuerdas? Primero una azul y luego una verde.

A: (sigue tapándose la boca sonriendo pillina) Zi ez verdad, me comí ezaz dos (pausa) pero... luego me comí dos más.

M: (sorprendida) ¿Luego? ¿Cuándo?

Vanesa ya se sabe pillada e intenta explicarse antes de que la niña lo empeore.

V: Bueno... digamos que en un ratillo que te dormiste... esta pequeña me cameló para que le diera alguna chuche más.... (poniendo cara de "yo no quería")

M: (seria) ¿Perdón? (pausa) ¿Yo qué dije? (Vanesa y Aina dejan de sonreír y la miran esperando una reprimenda) A ver pequeña, cuando yo te digo algo debes obedecer, es por tu bien.

A: Pedo no me duelen ni loz dientes ni la barriga...

M: Aina ya me has oído, esto no me gusta nada. Si me mientes o me engañas no podré confiar más en ti, no te podré creer cuando me cuentes algo (pausa) Lo único bueno es que me has contado la verdad a sabiendas que no me iba a gustar, es así como debe ser, debes contarme todo lo que quieras sin mentiras y sin esconderme cosas importantes ¿vale?

A: Zi... lo ziento... (medio llorosa)

M: (sigue seria) Venga vamos arriba a tu habitación que ya es hora de que duermas en una cama en condiciones, que no son horas de que andes despierta y menos después de un largo viaje, ya comerás en cuanto te despiertes. Vamos.

Malú y Aina suben a la habitación de la pequeña dejando a Vanesa abajo sin dirigirle la palabra. Malú acuesta y arropa a la pequeña en su cama y te canta muy flojito una canción hasta que Aina cae rendida en apenas 3 minutos. Entonces Malú baja al salón donde Vanesa aun sigue con gesto serio y un poco preocupada por la reacción de Malú con ella por lo de las chuches.

M: (seria) Acabo de pedir mi cena al italiano. Espero que no se vuelva a repetir una situación como la pasada, en la que Aina debe confesarme algo que no debió hacer y en la que tú estás involucrada. Mi hija es cosa mía, no tengo ningún interés en que la malcríes, así que procura evitarla y en caso de ser inevitable, nunca, escucha NUNCA (remarcando la palabra) vuelvas a contradecir mis órdenes para con la pequeña. ¿Entendido? (Vanesa asiente lentamente, le duelen esas palabras) Compartimos casa y proyecto laboral por obligación, pero nada más, no te confundas. Hasta hace unas semanas te apreciaba y te quería mucho, pero después de cómo te portaste el día que conociste a Aina no me hace ninguna ilusión tener que compartir esta aventura contigo, así que haz la tuya y déjanos hacer la nuestra. (Suena el timbre y Malú corre a abrir antes de que se despierte Aina por el ruido) Gracias, aquí tiene el dinero. Quédese el cambio, buenas noches.

Malú se marcha a la cocina muy seria mientras Vanesa se queda en el salón cabizbaja y pensativa. Le han dolido mucho las palabras de Malú a pesar de saber que se las merece todas, porque después de conocer un poco más a la pequeña se arrepiente muchísimo de lo que le dijo a su amiga el primer día que vio a la niña en casa de Malú, Aina es realmente adorable y ahora entiende que Malú no pudiera rechazar su custodia y que quisiera hacerse cargo de la niña como de una hija.

-----------

Continuará... ;)

Superando dificultades [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora