Mi fantasía

Annie

Estaba triste, realmente perdió a sus amigos, quería protegerlos pero resultó lo mismo. No le pudo decir nada a su padre. Y ahora la corriente la llevaba lejos mientras trataba de aferrarse a algo. Accidentalmente tragaba de eso que tiraron. Así que no tardó mucho en desmayarse.

Su cabeza daba vueltas, repetía y repetía ese momento en el que el rostro de Pieck se entristecía de desesperación por no poder hacer nada. Sus ojos comenzaron a llorar otra vez y fue recobrando poco a poco la conciencia.

Despertó por fin, vio que estaba viva. Tenía al rededor de sus hombros una toalla que tapaba de su pecho hasta bajo su busto. Se sintió extraña. Tocó eso y se sintió de alguna forma reconfortante y curioso la forma que tenía.

Se levantó un poco y su estómago se revolvió, haciendo que devolviera todo el contaminante que había tragado accidentalmente. Se sintió débil. Pero podía seguir despierta. Tomó un costado de la tina donde se encontraba, llamando su atención.

Volteó lentamente y observó el lugar con detenimiento, era algo que claramente usaba un humano. Sintió un miedo horrible y al escuchar que abrían la puerta saltó hacia la pequeña ventana que se encontraba un poco más arriba. Trataba de escalar la pared e irse pero no pudo. Miro sus manos impotentes para luego sentir como era tomada por su cintura escamosa.

Volteó para atacar pero al ver el rostro de la persona que la tenía, se sorprendió enormemente.

Armin : Tranquila, no te haré daño  dijo con una sonrisa

Annie sabía eso, completamente lo sabía, no sería capaz y eso le hizo confiar en él aún más.

Volvió a entrar a la bañera llena de agua gracias a la ayuda del rubio, tomando una de sus manos. Al estar completamente sentada de nuevo ahí, no soltó la mano del chico, la aferraba más apretando con fuerza.

Armin la tomó y la separó un poco, apreciando de cerca como eran sus manos. Tocó las membranas, eran delgadas. Annie no dijo nada, no sabía qué decir. Estaba emocionada pero en su interior seguía teniendo miedo.

Armin : ¿Sabes hablar?  Preguntó dejando su mano dentro del agua

Annie : Su-pongo  contestó aún extrañada

La sonrisa del chico aumentó cuando la escuchó.

Armin : ¿Tienes algún nombre o...?

Annie : Sí...lo tengo  hablaba en voz baja y algo tímida

Armin : ¿Cómo te llamas entonces?  Su emoción interna crecía

Annie : Es...A-Annie, Annie 

Armin : Lindo nombre, bueno yo soy...

Annie : Armin...  susurró de nuevo mirando sus ojos

El chico se sorprendió y sonrió un poco con el mismo nerviosismo del principio.

Armin : ¿Cómo...cómo sabes eso?  Preguntó

Annie : Cuando...era niña una vez te...vi a lo lejos....y llamaste mucho mi...mi atención, así que....comencé a observarte muy a menudo  confesó

Armin asintió aún más feliz.

Annie se reincorporó y miró al chico a los ojos, algo confundida.

Annie : ¿Por qué no te asusta tenerme aquí?  Preguntó

El chico sonrió y bajó un poco la mirada.

Armin : Yo también te veía repentinamente mientras pescaba pero te ibas al notar que te miraba  acarició su rostro, rompiendo las lágrimas cristalizadas que ahora tenían forma de granos de sal al caer en el agua.

Annie sonrió.

Annie : Ibas muy seguido con...tu padre  dijo

El pecho del chico se contrajo por un momento, agachó la cabeza y sonrió triste.

Annie : ¿Qué te...pasa?  Preguntó al notar su cara triste y escuchar su respiración cambiar

Armin : Lo siento, es que...mi padre murió hace ya...siete meses y...el golpe de la noticia aún duele  sonrió con trabajo

Ella asintió, entendiendo; se acercó a él y lo abrazó, consolando su corazón roto.

Annie : Ya nos conocemos de algo entonces  dijo a su oído

Armin correspondió aquél abrazo, llorando un poco y sintiendo como era la espalda de la chica, tenía más escamas detrás que en frente, era tan real que su tristeza se combinó con alegría al sentir algo de lo que hablaba su padre fuera real.

Armin : Bueno, no te preocupes  dijo separándola y mirando sus lindos rasgos  - Cuidaré de ti hasta que te recuperes  dijo y besó su frente para luego acariciar su mejilla, levantarse y salir un momento de aquel cuarto.

La chica se sonrojó y tapó su boca con ambas manos, no podía creer lo que acababa de pasar. Su corazón aceleró de golpe y sonrió. Inevitablemente se sintió aún más enamorada de aquel adorable chico.