Mi fantasía

Mi vida, mi hogar

Al entrar completamente al mar, Annie comenzó a tararear una canción que comenzó a resonar por casi todo el mar de esa zona.

Sus amigos escucharon y de inmediato dieron a conocer su ubicación con la misma canción mientras llamaban a los peces, ballenas, tiburones, anguilas, delfines, los cuales se encargaron de guiar a los barcos en la superficie.

Mientras los submarinos seguían a los demás. Unos de ellos seguían a Annie, tal y como el plan original mientras la tonada continuaba y ahora con ayuda de las ballenas pero a su manera.

El corazón de todas las personas presentes que se encontraban siguiendo a los animales se conmovían a tales sonidos.

Era como si desearan de todo corazón y alma que los ayudaran en serio. Pronto algunos barcos comenzaron a detenerse y empezaron a bajar busos y contenedores para la inmensa basura mientras otros aún seguían a la fauna marina.

Los delfines no tardaron en participar.

A comparación de los otros dos, el suyo demostraba con más intensidad el auxilio que necesitaban; saltando y cantando delante de los barcos y algunos submarinos bajo el mar.

Pronto fue atardeciendo y viendo la oportunidad, Annie y Pieck se alejaron del lugar mientras seguían tarareando la misma melodía.

La guió hasta donde su padre y al llegar dejaron la canción. La melodía emitida por las ballenas y delfines abrumaba casi toda la playa y la profundidad, lo que no logró del todo que su padre escuchara pero decidió entrar a la cueva donde se encontraba.

Sus ojos al ver a su hija de nuevo lo hicieron derramar lágrimas que se mezclaron con el ambiente. Se abrazaron al apenas verse.

---- : Pensé que era una mala broma de Reiner y Bertroldth  dijo entre sollozos, la sirena negó con la cabeza, llorando igual

Annie : Te extrañé

---- : Y yo a ti   respondió besando su cabeza

Al separarse sonrieron y se tomaron de las manos.

---- : Pensé que no iba a volver a verte

Annie : Yo también pensé eso pero...no podía aceptar ese destino así como así  dijo aún con los ojos llorosos

---- : ¿Y cómo sobreviviste? ¿En qué parte del mar estabas? ¿Cómo encontraste eso que traes puesto?  Preguntó preocupado

Annie bajó la mirad aun poco y luego miró a Pieck, dibujando una ligera sonrisa y volteando de nuevo a ver a su padre.

Annie : Fue gracias a...Armin....¿Te suena el nombre?   Dijo nerviosa y feliz

---- : ¿Qué? ¿Es en serio?  Preguntó soltando sus manos un poco, ella asintió

Annie : Ha estado cuidando de mi y te lo dije...es buena persona  se sonrojó un poco

Su rostro mostró algo de desacuerdo pero no podía hacer nada ahora, acarició su cabeza y sonrió. Cambió el tema.

---- : ¿Sabes por qué las ballenas y delfines hacen tanto ruido?

Pieck : Los humanos están limpiando el mar gracias a cierta chica rubia  dijo acercándose y sonriendo

Su padre la miró sorprendido, ella solo sonrió.

---- : Me alegra...

Annie :  A mi más  dijo y sonrió

Volvió a abrazar a su padre pero ahora como despedida, debía irse ya.

Annie : Vendré después papá, te quiero  sonrió con nostalgia

---- : Te esperaré siempre con los brazos abiertos...suerte  dijo y la soltó por completo

Annie y Pieck se fueron para luego separarse. La rubia se acercó a la orilla lentamente mientras nadaba feliz. Se sentía tan libre en el mar. Era mucho más sencillo usar una cola de pescado que piernas humanas para desplazarse pero...no se quejaba, gracias a ellas puede estar cerca del chico que ama.

Salió y se arrastró un poco fuera de la orilla, Armin aún estaba ahí junto a sus amigos. Corrió hacia ella al verla salir y la abrazó, algo preocupado.

Armin : ¿Cómo va? ¿Estás bien?

Annie : Bien, no te preocupes, estoy bien

El chico sonrió y la cargó, era hora de irse. Mientras caminaba hacia el faro nuevamente, ella se despidió de el par de amigos y del hombre que organizó con éxito todo esto; se sentía tan eternamente agradecida y feliz.