Felicidad

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Llegaron minutos después, desde lo lejos Annie veía con admiración como los barcos y submarinos  seguían su trabajo mientras la melodía persistía.

Entraron, se dirigieron directamente a la habitación y al baño para poder secar y cambiar a la chica. Se quitó la prenda que tenía y con la toalla que recibió comenzó a sacar todo de sí.

De nuevo a su forma humana. El chico salió de la habitación por un momento. Annie salió y se cambió. Colocando en su cuerpo algo que se usaba comúnmente para dormir pero como hacía algo de frío nocturno decidió colocarse una camisa delgada en cima.

Armin entró después con algo en manos que hizo sonreír a la rubia.

Armin : Hice esto mientras esperaba, pensé que se te vería lindo

Armin : Hice esto mientras esperaba, pensé que se te vería lindo

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Armin : Mi madre adoraba recolectar estas cosas pero...no creo que le moleste que tome algunas  dijo y la colocó sobre su cabeza

La chica sonrió y acarició su rostro, acercándolo un poco.

Annie : Eres completamente adorable, lo sabías?  Comenzó a susurrar

El chico sonrió y negó, siguiendo el juego de la rubia, la cual acabó conectando sus labios en poco y por poco tiempo.

Annie : Deberías cambiarte la camisa, está mojada y a ti te puede hacer daño  dijo sin alejarlo tanto de ella teniendo el cuello de la camisa sujeta con sus manos

Armin : De acuerdo, tienes razón pero...necesitaría que me soltaras  dijo sonriendo, sin mostrar tanto su nerviosismo como de costumbre.

Annie : De acuerdo  sonrió y volvió a besar su boca para después soltarlo y salir.

Bajó a la parte de la cocina y sacó un bote del refrigerador, estaba casi cubierto en escarcha y el interior estaba frío. Tenía buen sabor...dulce.

Comenzó a comerlo con detenimiento hasta que el chico bajó. Se sorprendió al ver lo que comía y la detuvo.

Armin : No creo que sea bueno que comas eso

Annie : ¿Por qué?  Preguntó con la cuchara en la boca

Armin : Porque...ahí dice que está envinado, te puede hacer algún daño

Annie : ¿Y qué es eso?  Preguntó mirando el bote mientras la notable corona resbalaba de su cabeza haciéndola ver muy tierna e ingenua.

El chico se acercó con una sonrisa, alejó aquél contenedor de sus manos y colocó correctamente el adorno en su cabeza nuevamente.

Armin : Que ese helado tiene alcohol, un líquido que aquí te puede hacer actuar de forma...vergonzosa? Se podría decir  explicó

Annie : Y si hace eso...¿Por qué las personas lo consumen?  Preguntó sin entender aún

Armin : Porque algunos...pueden controlarlo mejor y no caer tan bajo, pero si se excede, al día siguiente lo padeces de la peor manera, además tiene buen sabor  dijo y guardó el contenedor de nuevo en el refrigerador

Annie : ¿Y por qué no quieres que lo coma? Crees en serio que me pueda dañar? A mi?  Preguntó de una forma algo seductora, algo tal vez muy común en su especie referente a las leyendas

Armin : Podría pasar algo...malo  su rostro comenzó a enrojecerse un poco

La chica sonrió.

Annie : No te preocupes, no pienso que en verdad me pase algo...malo

Armin : Aún así, no lo comas  volvió a guardarlo en el refrigerador.

El canto de los animales seguían activos, la noche ya los había abrumado.

Annie se levantó y se acercó a la ventana más cercana, observaba con alegría y asombro. Las ballenas seguían guiando y los delfines saltando aunque claro está que ya eran pocos.

Sobre los barcos se ubicaban grandes toneladas de basura, lo que la hizo sonreír.

Armin : Avanzaron muy rápido  comentó mientras se acercaba a la chica

Annie : Sí, lo van a lograr  dijo y volteó, abrazó al rubio con cariño y amor soltando algunas lágrimas  - De verdad, gracias

Él sólo se quedó quieto y algo nervioso pero correspondió su abrazo y besó su cabeza.

Armin : No hay de qué

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