Homo Student - Chenji/Jichen

CAPITULO 8

Bien, definitivamente sí esperaba ese tipo de reacción.

Pero eso no quería decir que no le doliera.

Parecían eternos los segundos mientras su madre lo miraba horrorizada y su padre completamente enfadado.

- ¡¿Qué... Dijiste?!

El tono de voz de su papá lo asustó, pero no iba a retroceder.

- Me gustan los chicos en vez de las chicas, bueno, en sí me gusta solo uno.

Entonces reconoció en su mamá una mirada bastante familiar, era la misma que con la que miraba a su hyung.

Asco, enfado y recelo.

- ¡TIENES QUE ESTAR LOCO, SI ESTAS JUGANDO JISUNG TE JURO QUE...!

Su papá se levantó mientras gritaba pero no retrocedió.

- No estoy jugando, es verdad y ya no voy a negarlo.

Su madre se levantó.

- Estás confundido bebé, tu no puedes ser ese tipo de... Mounstro.

Auch.

Sí, dolió pero no lo dió a notar.

- Pues lo soy mamá y no voy a disculparme por ello.

Su papá se paró frente a él, rojo de la rabia, pensó que iba a golpearlo cuando elevó su mano pero sólo señaló la puerta.

- ¡LÁRGATE! ¡LARGO DE AQUÍ Y NO VUELVAS!

Abrió los ojos sorprendido, ¿En verdad su papá lo estaba echando?

- Mamá...

- Ya escuchaste a tu padre, no puedes quedarte aquí si... Piensas en ese tipo de cosas horribles.

Los miró a ambos dolidos, pero si eso era lo que querían eso iban a tener.

- Bien, me iré, pero que les quede en claro que desde hoy, yo no tengo familia.

Entonces salió de casa y caminó lo más lejos posible.

Tal vez debió tomar algunas cosas, incluso su mochila de la escuela pero no se le ocurrió, podría ir después por ellas cuando sus padres no estuvieran a si que no le preocupaba.

Pero... ¿A dónde iría?

Primero lo primero.

Caminó rumbo a casa de Chenle, se sentía triste y decepcionado pero también de algún modo liberado.

Incluso podría decirse que tranquilo y feliz, se sentía bien.

Así que en algún momento comenzó a correr rumbo a su casa donde su papá le abrió y después de temblar como gelatina frente a él subió la escalera rumbo a su cuarto.

La última vez que estuvo ahí las cosas no salieron bien, ahora esperaba que todo fuera lo contrario.

Tocó la puerta dos veces suavemente y cuando obtuvo una respuesta leve entró.

Chenle lo miró sorprendido.

- ¿Jisung? - Chenle se levantó de la cama para encararlo - ¿Pero qué...?

Sin dejarlo terminar lo tomó entre sus brazos estrechandolo fuertemente.

Sí, fue una buena decisión, Chenle siempre iba a ser la mejor decisión.

- Te quiero Chenle, estoy enamorado de ti y no me iré hasta que las cosas estén bien entre nosotros.

Sintió a su amigo sonreír contra su hombro.