*8 › [ M o r n i n g S e x ] ¡ ! ₊˚.༄*

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TW: Excess fluff; Vanilla

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No había posibilidades de sentir frío en las mañanas cuando se despierta con compañía, en la calidez envolviendo el cuerpo desnudo, generando un calor encantador entre las delgadas sábanas de una cama matrimonial.

Hoseok y Yoongi estaban por terminar su luna de miel en uno de los hoteles de las costas de Gwangju, lugar de nacimiento del menor de la relación.

Habían reservado el hotel por 4 noches en una de las playas favoritas de Hoseok, que desde siempre, supo que llevaría a su compañero de vida a conocerla. Sin embargo, el tiempo fue limitado, porque aún les quedaba mucho por recorrer.

Un mes entero de viajes, para ellos sólos, conociendo rincones preciosos de su propio país, y en una semana más, de otras naciones.

Días de ensueño que pasaban, afortunadamente, a un paso seguible.

Yoongi descansaba plácidamente, su cuerpo desnudo, pálido y rosáceo, siendo acariciado por las yemas de Hoseok, quien llevaba despierto no más de 10 minutos, encontrándose con las largas pestañas de su -ahora- esposo, adornando su carita con sus ojos cerrados, apacible e indefenso, ajeno a el mundo a su alrededor, sin percatarse de que había un pelirrojo derritiéndose de amor por él.

Hoseok perdió la cuenta de cuantas veces le hizo el amor a Yoongi anoche, y aún si las contara y las recordara vividamente, no tendría suficiente.

Hoseok acarició su nariz abultada, sus tiernos pómulos rellenitos y sus delgados labios coral; un tacto casi invisible, generando una suave cosquilla ante el roce.

La pequeña y felina mirada floreció poco a poco, desembocando una dulce sonrisa de bienvenida en su marido. Yoongi lo emuló con pereza, acercándose más al pelirrojo y envolviendo sus brazos en la piel morena de su espalda.

Hoseok murió de ternura y un ataque al corazón instantáneamente.

—Buenos días, bebé.— Hoseok acaricia los desaliñados cabellos menta de Yoongi, dejando un pequeño beso en su coronilla.

—Buenos días, Hobi.— su voz ronca se hace audible. Yoongi propicia un pequeño beso en el pecho de Hoseok, haciéndolo reír suavemente.

Hoseok acaricia sus hebras con suavidad, mimandolo tanto como sabia que le gustaba.

—¿Dormiste bien?

—A tu lado, siempre.— Hoseok sonríe ampliamente.

—¿Qué quieres desayunar hoy?— Hoseok hace amago de querer levantarse para preparar el almuerzo, pero Yoongi lo aprisiona entre sus piernas y brazos.

—Todavía es muy temprano, Hoba.— gimotea quejumbroso y se niega a abandonar el calorcito y aroma del más alto.

Hoseok vuelve a reír, y se rinde ante el pequeño koala entre sus brazos.

—Flojo.

Yoongi se despega un momento, exponiendole al pelirrojo su sonrisa gomosa.

Hoseok jamás terminaría de enamorarse de esa linda sonrisa, no cuando la tendría para adorar y atesorar el resto de su vida.

Hoseok pega su nariz con la de Yoongi en un beso esquimal, el de cabellos menta suelta una risita adorable.

Hoseok intenta pegar sus labios con los contrarios en un pequeño beso, pero Yoongi aleja sus labios del tacto rápidamente.

 𓏲ꪆ 30 days of smut challenge ➜ hopega!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora