𓏲ꪆ 30 days of smut challenge ➜ hopega！

*17› [ B r e a t h P l a y ] ¡ ! ₊˚.༄*

TW: suffocation; omegaverse; alfa x alfa
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La puerta del apartamento fue estrellada abruptamente para darle ingreso a dos cuerpos tambaleantes que consumían la boca contraria cómo si se tratara de una fuente de vida no renovable. Las feromonas se disparaban salvajemente por el recinto.

Hoseok sostenía con demasiada fuerza el cabello de Yoongi, mientras el último enterraba sus dedos en la cintura del más alto. Sus bocas danzaban sin orden alguno, solo saliva, lengua, chasquidos, jadeos, mordidas y gruñidos violentos por parte de los dos.

Hoseok bajó sus manos a el trasero de Yoongi y apretó con fuerza sobre sus jeans ajustados. El peliazul se separó con la respiración agitada y tomó la barbilla de Hoseok, para morder su quijada y repartir lamidas por toda la extensión de su cuello.

Hoseok afianzó el agarre e hizo a Yoongi gruñir.

A pasos ciegos y agigantados, llegaron a la habitación del castaño.

Yoongi adoptó una postura firme al apartarse del húmedo beso y analizó de pies a cabeza a su menor. Ante la mirada hambrienta de Hoseok, comenzó a deshacer los botones de su camisa, aflojó su corbata y la aventó al buró al costado de la cama. Una sonrisa ladina surcó los labios del peliazul y Hoseok se sintió sofocado de repente.

Jadeó en respuesta al ver los abdominales del niveo. Pese a ser un alfa, Yoongi era bastante delgado y su figura parecía ser bastante delicada, aunque definitivamente, su arrogancia y postura firme eran dignas de un líder por naturaleza.

Hoseok relamió sus labios.

Su vista fue hacia las venosas manos de Yoongi, que estaba desabrochando su cinturón pacientemente.

Hoseok no pudo detener más el impulso y comenzó a morder y lamer el cuello del peliazul, sus manos vagando por toda la piel del torso de Yoongi, explorando con sus dedos lo tibia y dulce que era la carne de su mayor.

—Te quiero en cuatro, Seok.— ordena repentinamente y Hoseok se siente completamente confundido.

—¿Disculpa?— el menor ríe sarcástico y se separa impulsivamente.

Yoongi arquea una ceja y deja caer su cinturón al piso en un ruido seco. Sus ojos oscuros parecen perpetuar con lujuria los ajenos.

—Lo que oíste. Y rápido, mi pene necesita de tu bonito culo.— el peliazul guiña en dirección al castaño.

Hoseok ríe sin gracia de nueva cuenta y en un movimiento brusco toma a Yoongi por el cuello. Lo empuja hacia el colchón, mientras se posiciona entre sus piernas y su otra mano se encarga de sostener con fuerza ambas manos del pálido arriba de su cabeza.

Yoongi gruñe con rabia, luchando y pataleando por quitar las manos de su cuello que comienzan a asfixiarlo. Su cuerpo comienza a sentirse debilitado por la falta de oxigenación.

Yoongi se odia internamente al sentirse tan excitado por eso.

—Dejemos en claro dos cosas, cariño.—los ojos de Hoseok brillan en un púrpura hipnótico —Tu no meterlas nada en ningún lado de mí, y el control lo tengo yo, ángel. Así que más te vale ir cooperando sino quieres que te folle sin algún tipo de preparación.— Yoongi no iba a admitir que escuchar su voz de alfa en ese contexto le había generado espasmos; antes que todo, tenía una reputación y orgullo que proteger.

Hoseok soltó el cuello del contrario al notar que este daba balbuceos como respuesta. El niveo tosió secamente al ser liberado; una vez en sus cinco sentidos, los ojos almendrados de Yoongi se encendieron en flama viva hacia los contrarios, con recelo y una rabia intensa.