𓏲ꪆ 30 days of smut challenge ➜ hopega！

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TW: soft smut; friendship

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Yoongi estaba enamorado de Hoseok.

Sí, de él mismo Hoseok que era su amigo desde hace 3 años y pico; el mismo Hoseok de mirada dulce, sonrisa descarada y movimientos de depredador; el mismo Hoseok heterosexual de siempre.

Yoongi sabía que la posibilidad era completamente nula -por no decir inexistente- de que los orbes de Hoseok lo miraran de otra manera que no fuera amistosa. Y por su puesto, Yoongi no estaba ilusionado con ello. Que le gustará no significaba que se desvivía por él o que le lloraba - por lo menos no constantemente- ante esto .

Sí, Yoongi se sentía mal al respecto, pero no habría forma de cambiarlo, y el jamás se vio en la obligación de expresarlo de ninguna manera. No tenía caso. Su amistad con el castaño valía más que nada, pues aún si vivía reprimiendo el sentimiento, había encontrado en Hoseok algo honesto, una compañía genial y un apoyo intachable. Las cosas pintaban mejor de esa manera.

Al salir de su Opción Técnica, Yoongi se dirigió hacia la salida, donde siempre y sin falta, se veía con Hoseok para ir juntos hacia sus respectivas casa.

Encontró a varios de los universitarios saliendo, saludó a algunos conocidos, pero no había rastro de Hoseok. Comenzó a impacientarse al notar que el edificio estaba quedando vacío.

—¡Hyung! — un Hoseok jadeante se acercó al mayor, tomado grandes bocabadas de aire, mientras respiraba de forma errática.

—¿Estás bien? — preguntó Yoongi con el ceño fruncido, viendo como Hoseok de inclinaba levemente tomando sus rodillas, reponiendose de su cansancio.

—Mierda- Corrí demasiado- Estuve- de edificio en edificio para terminar mi proyecto de Opción Técnica.— contestó a duras penas, intentando retomar una postura normal paulatinamente.

—No recuerdo que las Olimpiadas sean una carrera de la universidad.— río el mayor y se dio la vuelta para salir de las instalaciones.

Hoseok le siguió el paso menos abatido y comenzaron a caminar por la calle lentamente.

—Se supone que debíamos buscar áreas específicas para fotografiar. Y digamos que Ryujin estaba más atenta en su móvil que ayudandome con ello.

Yoongi mordió su labio y su sonrisa se desvaneció en instantes con tan solo mencionar a la peliazul. No era idiota, Hoseok y Ryujin se habían vuelto cercanos hacia unos meses y para que negarlo, era muy hermosa. Con facciones dulces y una singular actitud, una mujer realmente atractiva y encantadora.

Hoseok pudo haber caído fácilmente.

—Ah, ¿y cómo está ella?— musitó levemente apagado, viendo sus pies al compás de los de Hoseok.

—Supongo que bien, sonríe demasiado últimamente. Cuando estamos juntos, solo tiene esa facción en su rostro y es lindo verla así.—Hoseok se encogió de hombros y Yoongi sintió un nudo en el estómago.

Claro. Si te tiene en frente, ¿quién demonios no sonreiría?

—Genial.—Yoongi asintió.

—Y tú... ¿qué tal con Kang Mina? ¿Han logrado hablar más?— preguntó Hoseok pateando algunas piedras del camino.

—No lo sé, eso creo. Hoy en artes plásticas hicimos una máscara juntos, fue divertido.— sonrió ante el recuerdo.